Fernan2 me planteaba las siguientes preguntas:
¿Podría en los próximos meses quebrar un Banco o Caja en España?
¿Podríamos perder el dinero que teníamos depositado y que creemos tener seguro en nuestro Banco o en nuestra Caja?
Pues vamos para delante. A la primera pregunta, y realmente a las dos, les pondría de música de fondo un tema de Loquillo en la que dice que el ve la vida en Blanco y Negro, que no quiere colores innecesarios. Pues, en términos financieros, no se si colores, pero gamas de grises hay unas cuantas. Por tanto la respuesta va a ser matizada, muy matizada.
Para empezar podemos dar la vuelta a la pregunta, ¿es imposible que quiebre un Banco o Caja en los próximos meses? Cuando hablo de imposible hablo de imposible absolutamente, esta claro. No creo que haya nadie que pueda negar esta posibilidad al 100%. Pero ojo, ni en estos momentos, ni en plena orgía del ciclo expansivo. Por tanto, podemos responder que como posible es posible.
La cosa cambia si la pregunta es si es probable. ¿Es probable que ocurra ésto? Ahí ya el tema varía radicalmente, y es una cuestión de apreciaciones de los datos de los que disponemos. La probabilidad existe, diría yo, pero es más bien baja (lo cual, como luego veremos, tiene también su lado oscuro).
Pero antes de ir más allá deberíamos definir el concepto quebrar. Servidor tiene claro que una empresa esta quebrada cuando sus fondos propios son negativos. Es decir, la empresa tiene un agujero en el balance de tal tamaño que ha acabado con el capital, las reservas, y todo lo que se cueza por medio. Desde otro ángulo, ni realizando todo el activo, consigo pagar mi pasivo, mi financiación. Eso es una empresa quebrada.
Algo muy distinto es una empresa en suspensión de pagos, o con problemas de liquidez. En este caso los Fondos Propios son positivos, pero tiene un serio problema para atender sus pagos. En esencia, lo que ocurre es que tiene un pasivo exigible mayor que el activo realizable. Resumido, vendría a ocurrir si alguien se financia a muy corto plazo e invierte a largo. Los réditos que obtiene no van ser suficientes para hacer frente a los vencimientos de su deuda, no la va a poder afrontar. Tendrá que intentar liquidar esas inversiones, refinanciar la deuda para que se acompase con la inversión, etc...
Como ya avise, aquí hay grises. Y es que hay empresas donde pueden concurrir agujeros por un lado y tensiones de tesorería por otro, aisladamente o concatenados. Esta claro que si tengo un agujero, si estoy en quiebra aguantare lo que pueda aguantar, pero tarde o temprano dejaré de poder pagar a mis acreedores. También ocurre al revés, una empresa con excelentes resultados, sin agujeros contables, pero con un inadecuado armazón financiero suspende pagos. Eso repercute en sus posibilidades de negociación con proveedores, en su captación de operaciones, y evidentemente puede llegar a originar una situación de quiebra. Es más, la mera suspensión puede acarrear una minusvaloración de los activos de la empresa, susceptibles de ser liquidados, y automáticamente generar la situación que comentamos.
Echevarri, no te escapes, que estamos hablando de la Banca. Bien, una vez dejadas las cosas claras os recomiendo leer este post de Bitácora de crisis, perfecto salvo por dos detalles. Deja claro en que consiste el negocio originario de la Banca comercial en nuestro sistema (éste no es el negocio de la Banca de Inversión, ni de la Banca Privada, y me atrevería a decir que las fuentes de ingresos de la Banca Comercial se han diversificado también en buena medida). Y queda acreditado que es un negocio de riesgo, de alto riesgo, y donde (y aquí esta el segundo fallo) si lo hiciese una empresa “ordinaria” hablaríamos de que esta en suspensión de pagos (ojo, no quebrada, como señalan en el post). El sistema se basa en que esos depósitos a la vista o plazo son materializados en inversiones a más largo plazo, y se juega con que no todos los depositantes van a sacar el dinero a la vez. Llegado este punto podemos acordarnos de determinadas empresas de “inversiones” que según la contabilidad general estaban en suspensión de pagos (o quizás algo peor). Reclamaban que se les aplicasen los criterios de actividad financiera, lo que hubiese evitado dicha consideración.
Mi impresión, impresión de lego, es que dudo que vaya haber entidades con Fondos Propios negativos, quebradas en una palabra. Al menos con los datos que tenemos y que se manejan. Ahora bien, otra cosas son los problemas de liquidez. Si hemos dicho que buena parte del negocio de estas entidades descansa en ese tipo de operativa, esta claro que un shock en los mercados como los que estamos viviendo, acompañado del deterioro de ingresos, de la reducción de la circulación del dinero, etc, puede poner en un brete a más de una entidad. Especialmente a aquellas con un fuerte desequilibrio entre las inversiones (préstamos) y su pasivo (ahorro), o con una base débil de capital (consejo, sin creerse que es el Santo Grial, no esta mal darle una vuelta a determinadas cotizaciones y ratios. Se ha hablado de los Credit Default. Podemos acordarnos también de conceptos como el Tier o el BIS. Es curioso como, en estas circunstancias, algunas consideran que las redes bancarias son un lastre. Y sin embargo otros entienden que esa pequeña sucursal en ese pueblo remoto es una caja recaudadora de lo más interesante en estos tiempos.
Por tanto, creo que hay posibilidades de que alguna entidad sufra. Y que sufra bastante. No hay más que ver determinadas precios por depósitos. Pero quiebra directamente no. No veo una entidad con un agujero de ese tamaño. Entre otras cosas, es buen momento para recordar el concepto de Banca Universal que se maneja en España, donde las entidades financieras venden desde un seguro hasta una tarjeta, pasando por las hipotecas o los planes de pensiones. No existe una especialización, con barreras legales incluso, como sucedía en EEUU. En este sentido, lo que si que veo probable es la quiebra de alguna financiera, a corto o medio plazo (lo que ocurre es que ésto no genera esa alarma social y en muchas ocasiones, se limitara a ser absorbida por la entidad de turno).
La segunda pregunta es el grado de seguridad de nuestra pasta. Repetid conmigo: la seguridad absoluta no existe. Ni ha existido. Ni existirá. Ni siquiera en Irlanda. Lo que existe son distintos grados de riesgo según la visión de cada uno. En teoría la garantía estatal más fuerte que la de la empresa privada. En teoría. Depende del país y de la empresa.