8:30, 2 de marzo de 2016
Marcos se tomaba un café en el bar de osctumbre mientras le echaba un vistazo a la prensa. Sus ojos se detuvieron en un artículo sobre la Sareb: Sareb convertirá en capital 2.400 millones de euros de su deuda. Toma ya, 2.400 millones de euros de acreedores subordinados que pasaban a ser accionistas. Y todo ello para dotar de viabilidad a una sociedad que habia palmado practicamente otros tantos miles de millones, 2.200, en 2015.
Por supuesto habría quien lo justificase por las nuevas exigencias en materia de provisiones, de dotación de posibles perdidas, por parte de los reguladores, del Banco de España o del sumsumcorda. Pero es que si uno ponia en relación la noticia con el hecho de que Sareb llevaba 3 años en perdidas, de que los inmuebles traspasados venían a ser de unos 50.000 millones, y que los precios de adjudicación a la Sareb ya llevaban un descuento considerable, no cabía otra cosa que preguntarse que qué mierdas estaban haciendo con todo ese dinero público.
Recordó entonces un post del año pasado sobre el despropósito acerca de la política de comercialización de los activos del Sareb, Bankia, Sareb y agentes inmobiliarios : El pufo que está por venir. Cualquiera con dos dedos de frente sabía que aquello era de una incompetencia nivel TOP, de una temeridad impropia de alguien con dos dedos de frente, y que sólo podía conducir a resultados desastrosos, a pesar de la tímida recuperación económica sostenida por un doping financiero nunca antes visto.
Cualquiera se podía dar cuenta, y especialmente Marcos, que era un agente homologado de la Sareb, uno de esos agentes con llaves que citaba el articulo, y su agencia llevaba en exclusiva la comercialización de una macorubanización de centenares de viviendas en un secarral a las afueras del pueblo, llamada El manantial.
17.30, 2 de marzo 2016
Marcos se despidió de los clientes con una sonrisa en los labios. Había conseguido cerrar la venta de la vivienda y del garage de aquel inmueble de la Sareb. Un pisazo de cuatro habitaciones con su correspondiente plaza de garaje aneja, cerrado todo ello en 100.000 euros. La reserva estaba firmada por los clientes que iban a transferir al día siguiente la señal, a partir de ahí, en unos días contrato privado, escrituras, y lamentablemente bastante más tarde la comision para Marcos, 2750 euros.
Lo cierto es que la cantidad no era gran cosa, teniendo en cuenta todo lo que le habia costado posicionarse como comercial homologado, ser el amo y señor de las llaves en de dicha promoción, pero menos daba una piedra. Además, el trafico de clientes que generaba dicha oferta en exclusiva (de las ventas de otras inmobiliarias prescriptoras para dicho inmueble tambien se llevaba comisión) siempre podia ser aprovechado para comercializar otros activos con un mayor margen (comisiones mayores, gastos mqenores, y qué diablos, cero tributacion a Hacienda).
Poco se pudo entretener en esos pensamientos pues enseguida le avisaron de que tenía otra visita a la que atender. Se trataba de una joven pareja a la que había vendido un pequeño piso de dos habitaciones en la urbanización hacia ya un año. ¿Qué podrían querer?, ¿alguna mala noticia?
Todo lo contrario. La vida les sonreía. Donde antes habia un empleo temporal, ahaoa los dos tenian contratos indefinidos, fuese eso lo que fuese. Además, como habían sido prudentes en los gastos y en lapropia compra del piso, tirando por debajo de sus posibilidades, contaban ahora con un pequeño remanente de 9.000 euros, que querian emplear en la compra de otro garaje, pues ahora tenia y necesitaba dos coches, especialmente por lo motivos laborales descritos. Además, observaban como la urbanización se iba llenado y preferían comprar ya antes de que acabasen subiendo los precios ante las dificultades futuras para aparcar en el exterior.
Si todo eso fuese poco, habia un aliciente más. Los garajes sueltos, no anejos a las viviendas, de venta libre, eran cerrados, lo que permitia, además de guaradar el vehciulo aprovecharlos para almacenar alguna cosilla suelta más. Y habida cuenta de la falta de espacio que podian esperar a futuro en su vivienda, cualquier oportunidad de incrementarla era bienvenida, y 9.000 euros, que er el precio que les habia comentado Marcos havcia un año cuando estuvieron negociando la compra les parecía muy razonable.
Lamentablemente Marcos no les podía atender. No quedaban garajes cerrados sueltos a la venta. Estaban todos ocupados, bien por haber sido comprados, bien por haber sido alquilados. En cualquier caso les apuntaba en una lista de posibles interesados por si surgía algo en cualquiera de las dos modalidades.
21:00 horas, 2 de marzo de 2016
Marcos salia de El manantial con la satisfacción del deber cumplido y 900 euros limpios de polvo y paja en el bolsillo. Sonrió mientras se acordaba de la joven parejita interesada en los garajes y de su larga cambiada para quitarselos de encima. No, no podía venderles ningun garaje ahora ni ba a llamarles en un futuro próximo. No le merecía la pena, al menos por ahora.
La venta de ese garaje por 9.000 euros le supondria una comisión que no llegaba a los 250 euros, de los cuales tendria que dar buen cuenta a la Agencia Tributaria. Una miseria de beneficio bruto sin tener en cuenta sus gastos.
Por ello, una vez comenzó a comercializar hace dos años las viviendas de El manantial decidió, inspirándose en un post muy interesante que había leído de un tal Tristán, abrir una nueva linea de negocio: ir colocando de manera discreta, bien a gente de mucha confianza, bien a clientes nuevos que en su perfil se mezclaban su absoluta ignorancia con su seriedad en el pago, unos cuantos garajes cerrados en alquiler bajo un acuerdo verbal de precario, a un precio muy goloso de 60 euros/mes.
En defintiva, 15 garajes gestionados de este modo que le generaban todos los meses 900 euros que cobraba en escrupuloso cash, en metálico del bueno.
Era consciente de que esto no podía ser para siempre, de que poco a poco debería ir sacando estos inmuebles a la venta. No podía tentar la suerte permantemenete y ya habia decidido que aquellos que se diesen de baja no podrían ser realquilados y debia ofrecerlos como bonus de cara al cierre de ventas de determinados pisos. Por otro lado, y aprovechando la lectura de la noticia de la mañana despacharía con los responsables de la comercialización de Sareb en su zona para presentarles una necesidad de descuento agresivo para esos garajes cerrados que se le habçian quedado atravesados a ese cementerio publico inmobiliario. Y si lo conseguia, obviamente, exigiría una tajada por debajo a los actuales inquilinos por consolidar su derecho.
PD: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.