Recientemente TV1 ha iniciado una serie denominada “Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral”, que la engloba bajo el género biografías. En el momento en que inicio este post de blog al que luego seguirán uno o dos más, solo estamos en el primer episodio de los 4 previstos. A mi juicio, se centra mucho en el personaje y poco en los motivos que llevaron al desastre de la primera Rumasa y probablemente siga el mismo camino o estilo cuando podamos ver el los capítulos en relación a nueva Rumasa, aun cuando ya en dicho primer capítulo hay alguna entrevista con afectados de la compra de pagarés de Nueva Rumasa.
Seguramente si esta seria se centrase en temas técnicos, iba a tener muy poco público, con lo cual, entiendo que tanto el formato como el contenido responden a consideraciones periodísticas y de cuota de pantalla (share), que es lo que realmente cuenta, incluso en las televisiones públicas.
No soy ningún experto en grandes empresas, y menos de los motivos de estado que provocaron la expropiación de Rumasa el 23 de febrero de 1983, por tanto, este post y los siguientes sobre el particular, serán meras opiniones personales que intentaré argumentarlas. Al final de esto va un blog, de opinar sobre determinados asuntos.
De entrada, a diferencia de las intervenciones de buena parte de las cajas de ahorro de los últimos años, en Rumasa no se produjo una intervención, sino una expropiación, puede que el resultado final fuera parecido, pero no lo fue la forma, el sistema empleado. Visto con perspectiva, la forma apunta a una solemne chapuza, si bien en aquellas fechas yo contaba con poco mas de 20 años. Es posible que uno de los motivos fuera la inexperiencia del gobierno de aquel momento qué, dicho de forma plana, acaba de llegar, el PSOE de Felipe González, ganó las elecciones de octubre de 1982 por mayoría absoluta, realmente tomó posesión el 3 de diciembre de aquel año, por tanto, menos de tres meses antes de la expropiación.
Que había que parar “aquella bola de nieve”, creo que hubo bastante coincidencia, incluso por parte de la oposición, el problema pudo ser el sistema y su coste, aun cuando es histórico que la eficiencia del estado en estos asuntos, con gobiernos tanto del PP como del PSOE, es definitivamente muy mejorable,
En segundo lugar, y pesar de todo, en mi opinión D. José María Ruiz-Mateos era un emprendedor, el clásico empresario hecho a si mismo, luego las circunstancias le llevaron a otro lugar.
Rumasa (Ruiz Mateos, S.A.) comenzó en el año 1961 con un capital de 300.000 ptas. (1.800 €), un pequeño negocio bodeguero.
Aunque “modernizados”, tanto Rumasa como Nueva Rumasa, adolecieron de idénticos problemas, con lo cual el resultado final acabaría a grandes rasgos, exactamente el mismo.
Para mí, los principales problemas ya de inicio fueron:
- Crecimiento constante tanto de las cifras, como del número de negocios o sociedades.
- Excesivo endeudamiento o, dicho de otro modo, capitalización insuficiente.
- Incumplimiento reiterado de obligaciones fiscales o con la Seguridad Social.
- No ajustar volúmenes y gastos en momentos de crisis o de estancamiento de la economía.
Hay montones de empresarios/as de éxito que iniciaron sus actividades con poco capital, excesiva deuda y con dos “activos” reales: su trabajo, y una idea. Sin embargo, al mismo tiempo dicho poco capital y deuda, contabiliza montones de fracasos empresariales, incluso con planteamientos de negocio excelentes. El trabajo y una buena idea no son solo una base magnifica para iniciar un negocio, puede ser insuficiente, ahora bien, sin ello no hay capital que pueda sustituirlo.
1 - Crecimiento constante tanto de las cifras, como del número de negocios o sociedades.
Cualquier crecimiento relevante, generalizando, crea tensiones de liquidez, y es lógico, porque las diferencias temporales entre la inversión a realizar o la financiación de los nuevos procesos productivos (o su incremento) suponen ciertas necesidades de tesorería.
El cobro del incremento de las ventas previsto, no va a llegar en la mayoría de las ocasiones al mismo tiempo del momento de pago de las inversiones o, del de pago de las materias primas y los gastos de la nueva producción, con lo cual hay dos soluciones, incrementar la capitalización de la empresa o acudir a la deuda.
Que yo conozca no hay una proporción establecida y estandarizada entre recursos propios (capital más reservas de la empresa o grupo empresarial) y recursos ajenos (crédito) para una sociedad, depende de muchos factores, incluso pueden no tener las mismas necesidades dos empresas con idéntica actividad empresarial. Si que existen negocios muy regulados, por ejemplo, la banca o las aseguradoras, en los cuales hay unas exigencias legales de capitalización, pero es solo por regulación, una empresa de un determinado sector puede funcionar perfectamente con una proporción del 25% en fondos propios y el 75% en ajenos que otra con una proporción del 30/70%.
Este sería un tema muy largo de explicar, por la multitud de parámetros a considerar.
Este sería un tema muy largo de explicar, por la multitud de parámetros a considerar.
Pero es que además en el caso Rumasa, no se trataba de crecer de manera orgánica en unas empresas, sino que el grupo, por llamarlo de algún modo, ya que nunca se constituyó como tal, creció con la adquisición de empresas en crisis, adquiridas a precios muy bajos, por tanto, había que reflotarlas, y ello lleva tiempo, mayores de necesidades de capitalización para ello, tiempo para realizar tal tarea, y no sería precisamente poco tiempo en ningún caso, incluso considerando que la nueva administración sea capaz de darle” la vuelta” a absolutamente todas. Rumasa contaba cuando fue expropiada, con más de 700 sociedades, solo considerando la estadística es materialmente imposible.
Con lo cual, ante la necesidad de recursos ajenos para financiar el crecimiento de Rumasa, D. José María Ruiz-Mateos tuvo una idea excelente, al menos en sus comienzos, comprar un banco, presumiblemente le iba a facilitar la financiación necesaria. Hay que tener en cuenta que en 1952 y probablemente algunos mas en 1964, en España había más de 170 bancos, de los cuales 129 eran “bancos locales”, pequeños negocios de ciudades pequeñas o medias, muchos habían surgido de agrupaciones de comerciantes o fabricantes de un determinado sector económico predominante en aquella comarca o provincia, otros por la conversión en banco de corresponsales de bancos regionales o nacionales. Un corresponsal era una persona o sociedad que actuaba por cuenta de un banco en determinada zona y a comisión, en una época que no había libertad de apertura de oficinas bancarias, tenía que ser autorizado por el gobierno y cuando lo concedían era donde le daba la gana al gobierno, llegando a extremos como el del Banco Perfecto Castro Canosa, de la gallega localidad de Cee a pocos kilómetros de Fisterra en A Coruña, al que le autorizaron una nueva oficina, pero en Gavà (Barcelona) que dista exactamente, nada menos que más de 1.100 km. de distancia de cualquier otra oficina y desde luego ya no lo de internet, simplemente algo más que teléfono y por centralitas locales a nadie, supongo, se le había pasado por la cabeza siquiera como algo futurista.
Con lo cual, ante la necesidad de recursos ajenos para financiar el crecimiento de Rumasa, D. José María Ruiz-Mateos tuvo una idea excelente, al menos en sus comienzos, comprar un banco, presumiblemente le iba a facilitar la financiación necesaria. Hay que tener en cuenta que en 1952 y probablemente algunos mas en 1964, en España había más de 170 bancos, de los cuales 129 eran “bancos locales”, pequeños negocios de ciudades pequeñas o medias, muchos habían surgido de agrupaciones de comerciantes o fabricantes de un determinado sector económico predominante en aquella comarca o provincia, otros por la conversión en banco de corresponsales de bancos regionales o nacionales. Un corresponsal era una persona o sociedad que actuaba por cuenta de un banco en determinada zona y a comisión, en una época que no había libertad de apertura de oficinas bancarias, tenía que ser autorizado por el gobierno y cuando lo concedían era donde le daba la gana al gobierno, llegando a extremos como el del Banco Perfecto Castro Canosa, de la gallega localidad de Cee a pocos kilómetros de Fisterra en A Coruña, al que le autorizaron una nueva oficina, pero en Gavà (Barcelona) que dista exactamente, nada menos que más de 1.100 km. de distancia de cualquier otra oficina y desde luego ya no lo de internet, simplemente algo más que teléfono y por centralitas locales a nadie, supongo, se le había pasado por la cabeza siquiera como algo futurista.
Estos bancos locales, tenían como mucho una sola oficina, puede que media docena en casos contados.
Los inicios de Banca Catalana, la de la familia Pujol, la pongo como ejemplo para todos nos situemos, aunque nunca fue de Rumasa, fua la compra de Banca Dorca y Cia de Olot (Girona), una sola oficina con 15.000.000 de pesetas de depósitos en 1959. 15 millones de pesetas de 1959 serían poco mas de 3 millones de euros de hoy.
Entonces en 1964 Ruíz-Mateos, adquiere el Banco de Jerez, antigua Banca Jiménez y Cia, (exactamente denominada Electro-Harinera Santa Marina de Giménez y Cia) nacida en 1906 en la localidad cordobesa de Fernán Núñez que trasladó a Jerez de la Frontera. En 1962 lo más antiguo que he encontrado, tenía un capital y reservas de 1.590.000 pesetas (9.556 €) ver en la página 171 del Anuario Estadístico de la Banca Privada de 1974 que incluye algunos datos de balance desde 1948, en el caso de Banco de Jerez. Incluso actualizando valores a hoy, estaríamos hablando de 360.000 € de capitalización. La cifra ya nos da una idea del volumen, los depósitos eran de 30 millones de pesetas, 180.000 €, que actualizados a hoy, algo menos de 7 millones de euros, un banco minúsculo sin duda alguna.
Publicidad en La Voz (Diario Republicano de 9 de septiembre de 1931).
Observemos que algunos de estos pequeños bancos eran de familias con varios negocios al mismo tiempo y en la misma sociedad, veremos algo similar al final, en lo que fue el Banco de Murcia (Banca Mariano Martínez Montiel).
Publicidad del ya denominado Banco de Jerez en el grupo bancario de Rumasa.
Lo importante entiendo era conseguir la ficha bancaria, captar depósitos pagando mas interés que la competencia y en teoría conseguir financiación con la única limitación de la cifra de depósitos que tuviera el banco, exceptuando la parte que no podría ofrecerse como préstamos o créditos por temas legales. creo que se llama coeficiente de caja.
Dije “en teoría”, porque al margen de que el cualquier negocio lo ideal es no estar concentrado en ventas a unos pocos clientes, porque si alguno “se resfría”, a ti te toca “la pulmonía”, en banca lo de la concentración siempre ha estado muy regulado, el Banco de España tiene y siempre tuvo como uno de sus cometidos el evitar la concentración.
Publicidad en La Voz (Diario Republicano de 9 de septiembre de 1931).
Observemos que algunos de estos pequeños bancos eran de familias con varios negocios al mismo tiempo y en la misma sociedad, veremos algo similar al final, en lo que fue el Banco de Murcia (Banca Mariano Martínez Montiel).
Publicidad del ya denominado Banco de Jerez en el grupo bancario de Rumasa.
Lo importante entiendo era conseguir la ficha bancaria, captar depósitos pagando mas interés que la competencia y en teoría conseguir financiación con la única limitación de la cifra de depósitos que tuviera el banco, exceptuando la parte que no podría ofrecerse como préstamos o créditos por temas legales. creo que se llama coeficiente de caja.
Dije “en teoría”, porque al margen de que el cualquier negocio lo ideal es no estar concentrado en ventas a unos pocos clientes, porque si alguno “se resfría”, a ti te toca “la pulmonía”, en banca lo de la concentración siempre ha estado muy regulado, el Banco de España tiene y siempre tuvo como uno de sus cometidos el evitar la concentración.
Desconozco como Rumasa “salvo” este tema durante muchos años, pero en la expropiación se detectó una elevada concentración de riesgo (créditos y préstamos) a empresas vinculadas en los 18 bancos, que al final eran 20, concretamente lo publiqué en este post de blog, hace poco más de 2 años Algo de historia de la banca en España y desde la posguerra III *267*
Para evitar la detección por parte del regulador, el Banco de España, probablemente tenga mucha relación que en aquellos momentos las obligaciones de auditoria no existían, salvo por error por mi parte la Ley es de 1988. Asimismo, las normas de consolidación de balances como las conocemos hoy es de principios de los años 2.000, tal vez un poco antes, pero desde luego no existían en los años 80 cuando la expropiación de Rumasa y menos en las décadas de 60 y 70, cuando Rumasa adquirió buena parte de sus 20 bancos. Es evidente que sin estas dos herramientas el trabajo inspector debía ser como poco, de muy complicada detección de algunas poco recomendables técnicas contables, con solo interponer empresas entre el prestamista y el destinatario final de las financiaciones. Si a ello añadimos que tampoco existían normas del préstamo responsable que instruye el Banco de España hoy, probablemente las posibilidades del “escaqueo” por parte de quien precisaba mostrar poca transparencia, serían muchas.
¿Por qué fue capaz de comprar 20 bancos? Algunos por simple acuerdo con los accionistas de los mismos, pero en varios casos los compró al propio estado, bancos en crisis intervenidos por el estado, como el caso de dos bancos de la familia Rato, salvo error padre y tío de D. Rodrigo Rato (Ministro de Economía en gobiernos del PP y ex presidente de Bankia) el Banco de Siero (Banco del Norte en Rumasa) y Banco Murciano (Banco de Murcia en Rumasa), entre otros, que también habían tenido problemas de negocio. El estado tenia necesidad de desprenderse de aquellos bancos en crisis.
Para evitar la detección por parte del regulador, el Banco de España, probablemente tenga mucha relación que en aquellos momentos las obligaciones de auditoria no existían, salvo por error por mi parte la Ley es de 1988. Asimismo, las normas de consolidación de balances como las conocemos hoy es de principios de los años 2.000, tal vez un poco antes, pero desde luego no existían en los años 80 cuando la expropiación de Rumasa y menos en las décadas de 60 y 70, cuando Rumasa adquirió buena parte de sus 20 bancos. Es evidente que sin estas dos herramientas el trabajo inspector debía ser como poco, de muy complicada detección de algunas poco recomendables técnicas contables, con solo interponer empresas entre el prestamista y el destinatario final de las financiaciones. Si a ello añadimos que tampoco existían normas del préstamo responsable que instruye el Banco de España hoy, probablemente las posibilidades del “escaqueo” por parte de quien precisaba mostrar poca transparencia, serían muchas.
¿Por qué fue capaz de comprar 20 bancos? Algunos por simple acuerdo con los accionistas de los mismos, pero en varios casos los compró al propio estado, bancos en crisis intervenidos por el estado, como el caso de dos bancos de la familia Rato, salvo error padre y tío de D. Rodrigo Rato (Ministro de Economía en gobiernos del PP y ex presidente de Bankia) el Banco de Siero (Banco del Norte en Rumasa) y Banco Murciano (Banco de Murcia en Rumasa), entre otros, que también habían tenido problemas de negocio. El estado tenia necesidad de desprenderse de aquellos bancos en crisis.
Seguirá en próximos post de blog.