En mi último post Transición energética mundial en marcha: hacen falta fondos de inversión contra el cambio climático de verdad, así como en aquel que analizaba las consecuencias del compromiso que han tomado los principales emisores de carbono sobre cambio climático, El Acuerdo de París por el Cambio Climático y sus consecuencias en los mercados (I), adelanté la idea de que el sector privado va a lanzarse a una carrera descarbonizadora que creo no va a tener marcha atrás.
Allá por donde miremos encontraremos señales de que las empresas más innovadoras, potentes y disruptivas del mundo, que no por casualidad abundan en Estados Unidos, están realizando esfuerzos serios por cambiar su matriz energética y pasarse a las renovables de forma acelerada. La última noticia es que más de 250 ejecutivos de estas empresas asistieron a la Cumbre 2016 de la Alianza de Compradores de Energía Renovable (REBA por sus siglas en Inglés) en la sede de Microsoft, en Redmond, Washington, la semana pasada, con el objetivo de acelerar la adquisición corporativa de energías renovables.
Empresas como Microsoft y también Apple, Wal-Mart y por supuesto Google, están más que comprometidas. Pueden ver la lista completa de participantes en la Cumbre aquí, contando con otros notables como AT&T, Amazon, Best Buy, Iberdrola, Disney, Johnson & Johnson, General Motors, Time Warner y, por supuesto, Berkshire Hathaway, aparte de los habituales de la industria renovable y las empresas de Elon Musk, Tesla y Solarcity.
Muchas de estas empresas se integraron en su día en la iniciativa privadísima Corporate Energy Renewable Buyers' Principles, que agrupa empresas de todo el mundo pero sobre todo norteamericanas y europeas, para coordinar los esfuerzos en la adquisición de energía renovable. Hablamos de 58 grandes empresas que capitalizan 5 billones (europeos) de dólares en los mercados, que demandan sólo ellas 44.000 GWh de energía renovable al año (un 17% de toda la demanda eléctrica de España en un año), y que desean que toda su demanda energética futura (muchas veces la demanda eléctrica de España en un año) sea 100% renovable en un futuro. Y la lista no para de crecer.
Muchos conocen los esfuerzos que realiza Google desde hace unos años en invertir en energías limpias. Pero pocos saben que Microsoft le sigue los pasos y lo cuenta en este blog, el cual no es un lavado de cara, sino un escaparte de una estupenda oportunidad de inversión.
REBA es una asociación de rápido crecimiento integrada por cuatro ONG con fuertes lazos con las grandes compañías multinacionales:
- Future of Internet Power de BSR,
- Centro de Negocios de Renovables del Rocky Mountains Institute (RMI)
- Corporate Renewable Energy Buyers’ Principles, un proyecto del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
- Instituto Mundial de Recursos.
REBA Tiene un objetivo bastante ambicioso, pero factible: conseguir 60GW de capacidad adicional de energía renovable para el año 2025 para estas empresas. Tampoco es una potencia desorbitada, sólo en 2016 se calcula que se instalarán 66 GW de fotovoltaica y una potencia algo mayor en eólica. Pero la cifra lanza una poderosa señal al mundo: las grandes empresas americanas y también las europeas están tirando del carro de la descarbonización por su cuenta y riesgo y contando con las principales organizaciones sin ánimo de lucro especializadas.
La adquisición (y también inversión) de energía renovable es sólo un ítem más en la descarbonización de la actividad de estas empresas, pues están llevando a cabo también planes de ahorro y eficiencia energética, movilidad eléctrica y colectiva, planes de teletrabajo para evitar desplazamientos innecesarios y así reducir la huella de carbono, entre otras medidas que afectan a la cultura corporativa.
Como ya he dicho repetidas veces en este blog, sustituir la energía fósil por energía limpia y ahorro exige un esfuerzo de inversión que se ve recompensado con creces. Las empresas lo saben y, en consecuencia, invierten en un buen negocio
Además, en la Cumbre se constató que las empresas están empezando a mirar más allá de EE.UU. para explorar opciones internacionales, lo que significa que pronto notaremos en Europa, y gran parte del resto del mundo como crecerá el flujo de capital específicamente destinado a invertir en energías limpias en el extranjero por parte de los Estados Unidos.
¿Están las gestoras de fondos españolas y europeas ya preparadas ofreciendo el producto idóneo para este flujo de capital que está empezando a despuntar?
Yo creo que no, queda mucho por hacer.