El valor nominal de los bonos de deuda pública de gran parte del planeta está cayendo a ojos vista.
Esta frase, que podría parecer de plena actualidad, en realidad tiene más de cuatro años. Concretamente la escribí en un post que explicaba ciertos instrumentos de los que disponíamos entonces para "cortar" deuda soberana de los Estados Unidos y Alemania.
Cinco instrumentos financieros al alcance de casi cualquiera para ponerse corto en bonos de deuda pública - Rankia
A lo largo de este tiempo los bonos no sólo no han perdido valor, sino que lo han ganado. A pesar del repunte de los últimos meses espoleado por el miedo a la inflación, ponerse cortos en bonos mediante estos ETF no ha sido buena idea.
Evolución del ETF "TBF" desde que escribí aquel post.
El ETF TBF, un instrumento decente y sin mayor peligro para cortar bonos americanos a 20 años, ha perdido un 26% de su valor desde entonces y a pesar de su reciente repunte. Y no da dividendos, claro. En todo caso, los resta debido a que ir corto en bonos implica tener que pagar su cupón a alguien. Así que cuidado con comprar este bicho para hacer un "buy&hold".
Mi amigo me pregunta que instrumentos existen para poner cortos en bonos americanos y europeos. Y aquí tiene la respuesta (en el post anterior). Pero lo importante no es la respuesta, sino las preguntas que surgen:
¿Qué te hace pensar que esta vez es diferente y los bonos seguirán cayendo? ¿Estás razonablemente seguro? ¿Seguro que habrá inflación esta vez? ¿Y de que será suficiente para subir tipos? No me malinterpretes, soy el primero en querer ver subir tipos, estoy harto de no poder comprarme una casa porque las hipotecas están regaladas. Pero que desee una cosa no significa necesariamente que acabará pasando.
Sólo estoy seguro de algunas pocas cosas. De que el precio de las emisiones de carbono seguirá subiendo a medo y largo plazo, de que cada vez habrá más renovables, que no hará falta prohibir el motor de combustión interna porque los coches dejarán de venderse solos, que el volumen de bonos verdes explotará (ya lo está haciendo), de que me siento afortunado de haber tocado muchos glaciares que pronto no existirán y de que no quiero una casa en la playa si se encuentra a sólo un metro por encima del nivel del mar.
Pero de la evolución de los tipos reales de interés, querido amigo, no tengo ni idea.
¿Y tú?
Esta frase, que podría parecer de plena actualidad, en realidad tiene más de cuatro años. Concretamente la escribí en un post que explicaba ciertos instrumentos de los que disponíamos entonces para "cortar" deuda soberana de los Estados Unidos y Alemania.
Cinco instrumentos financieros al alcance de casi cualquiera para ponerse corto en bonos de deuda pública - Rankia
A lo largo de este tiempo los bonos no sólo no han perdido valor, sino que lo han ganado. A pesar del repunte de los últimos meses espoleado por el miedo a la inflación, ponerse cortos en bonos mediante estos ETF no ha sido buena idea.
El ETF TBF, un instrumento decente y sin mayor peligro para cortar bonos americanos a 20 años, ha perdido un 26% de su valor desde entonces y a pesar de su reciente repunte. Y no da dividendos, claro. En todo caso, los resta debido a que ir corto en bonos implica tener que pagar su cupón a alguien. Así que cuidado con comprar este bicho para hacer un "buy&hold".
Mi amigo me pregunta que instrumentos existen para poner cortos en bonos americanos y europeos. Y aquí tiene la respuesta (en el post anterior). Pero lo importante no es la respuesta, sino las preguntas que surgen:
¿Qué te hace pensar que esta vez es diferente y los bonos seguirán cayendo? ¿Estás razonablemente seguro? ¿Seguro que habrá inflación esta vez? ¿Y de que será suficiente para subir tipos? No me malinterpretes, soy el primero en querer ver subir tipos, estoy harto de no poder comprarme una casa porque las hipotecas están regaladas. Pero que desee una cosa no significa necesariamente que acabará pasando.
Sólo estoy seguro de algunas pocas cosas. De que el precio de las emisiones de carbono seguirá subiendo a medo y largo plazo, de que cada vez habrá más renovables, que no hará falta prohibir el motor de combustión interna porque los coches dejarán de venderse solos, que el volumen de bonos verdes explotará (ya lo está haciendo), de que me siento afortunado de haber tocado muchos glaciares que pronto no existirán y de que no quiero una casa en la playa si se encuentra a sólo un metro por encima del nivel del mar.
Pero de la evolución de los tipos reales de interés, querido amigo, no tengo ni idea.
¿Y tú?