¿Cuáles son las razones, en orden de importancia, del éxito en la inversión?
1. La “suerte”, entendiendo por tal el conjunto de factores que escapan a nuestra capacidad de análisis y/o a nuestro control (mal que le pese a nuestro ego).
2. La psicología del inversor, en particular su capacidad para obrar guiado por la razón y no por las emociones. “Un marco intelectual firme y la capacidad de evitar que las emociones destruyan este marco”
3. La gestión del riesgo, entendiendo como tal, la capacidad de identificar y prevenir posibles resultados negativos y, caso de producirse el evento desfavorable, la capacidad de minimizar su impacto.
4. Los costes, de transacción y fiscales son muy importantes Más importantes que el análisis en el resultado final a largo plazo pero como su gestión es incómoda y aburrida se los deja de lado, cuando se trata del factor más controlable, el que tiene una mayor grado de certidumbre. Las comisiones y los impuestos son hechos ciertos y tasados. Por ello, son los que menos se ven influenciados por el azar
5. El análisis de la situación, es imucho menos importante de lo que se piensa comúnmente. Es una equivocación obsesionarse con el análisis.
En muchos casos esta equivocación encierra una confusión entre el medio, el análisis, y el fin, la gestión de las inversiones. El análisis se convierte en un fin en sí mismo. Subyace en ello un concepto “lúdico” de la actividad de la inversión, muy peligroso para el patrimonio del jugador.
El azar no es controlable por definición.
La psicología se puede mejorar y se suele mejorar con la formación adecuada y con la experiencia, aunque lo que “natura no da, Salamanca no presta”.
Los otros tres factores son los que más dependen de la voluntad del inversor, aunque la psicología es clave para su adecuado manejo.
Etimológicamente, la palabra “riesgo” deriva del árabe clásico “rizq”, que puede traducirse como “lo que depara la providencia”.
La etimología tiene una doble lectura debido a la polisemia de la palabra “providencia”:
- Disposición anticipada o prevención que mira o conduce al logro de un fin.
- Disposición que se toma en un lance sucedido, para componerlo o remediar el daño que pueda resultar
Según nuestra definición, la gestión del riesgo está encaminada:
- “Prevenir” eventos negativos provocados por factores no controlados o no controlables aunque sean previsibles.
- “Curar” las consecuencias de los eventos negativos cuando no hemos podido prevenirlos.
Hay que tener en cuenta que, además, pueden existir eventos imprevisibles (“cisnes negros”), lo que nos remite a la tercera acepción de providencia, la "divina providencia", que es probablemente en la que pensaban los árabes.
El carácter imprevisible de algunos eventos, o las consecuencias inesperadas de eventos previstos hace inútil, o más bien peligroso, el intento de buscar cuantificaciones matemáticas exactas al riesgo. Peligroso porque lleva a asumir riesgos excesivos bajo la suposición de que están más controlados de lo que realmente están.
La experiencia reiterada, desde el LTCM hasta la última gran crisis bancaria, confirma la invalidez de los modelos cuantitativos que proyectan hacia el futuro la experiencia pasada. No importa cuan sofisticada sea la proyección porque falla en su base.
¿Por qué se insiste en su mantenimiento? Porque interesan al poderoso stablishment financiero que “vende” una medición de rendimiento ajustado por riesgo, arbitraria y falaz pero que se presenta como objetiva y verídica.
Un plan sistemático de inversión es un conjunto de reglas para invertir a lo largo del tiempo, basadas en unas premisas, reglas a las que habremos de atenernos…. si nuestra psicología nos lo permite.
Los pasos para su construcción son:
- Premisas en las que basamos nuestro sistema de inversión
- Herramientas a nuestra disposición
- Las reglas del plan teniendo en cuenta horizonte temporal, riesgo que queremos asumir y sus mecanismos de gestión y herramientas que vamos a utilizar
Ello no es sinónimo de verdad, ya que la experiencia puede falsear una premisa, pero no confirmarla de manera absoluta y para siempre (“el problema de la inducción”).
Por ello, hemos de ser conscientes de la fragilidad de los cimientos en que basamos nuestras actuaciones.
En consecuencia:
Primero, hay que ser especialmente prudentes.
Segundo, no perderse en excesivos refinamientos, que es seguro mejorarían el pasado, pero no es seguro el que vayan a ser mejores en el futuro.
Las premisas de partida en este caso:
1. La renta variable ofrece (como verdad estadística) un rendimiento mayor que la renta fija.
Una verdad estadística no es aplicable a todos los casos particulares. Por favor, no salgamos con “Japón” o con que nuestro cuñado se arruinó.
“La bolsa es la única ruleta trucada a favor de los jugadores”. Pero una ruleta trucada da más probabilidad de ganar, no certeza. Hablamos de gestionar el riesgo debido a dicha incertidumbre, si no fuera así no existiría riesgo.
Sin embargo, es un hecho constatado en numerosos estudios que la mayoría de los “jugadores” terminan obteniendo rentabilidades negativas. ¿Por qué?
2. En cada caso particular, la probabilidad de obtener un rendimiento más alto en renta variable respecto a la fija es tanto mayor cuanto largo sea el plazo temporal y más amplia la diversificación de activos.
El ignorar esta premisa, nos desvela dos de las tres causas por la que los pequeños inversores se arruinan.
Un horizonte temporal demasiado cortoplacista y gobernado por emociones, no por la razón.
y/o
Una diversificación insuficiente, o sesgada hacia unos valores o sectores que se ven mejores que el conjunto del mercado. Ello no quiere decir que el mercado sea siempre tan eficiente como para no ofrecer oportunidades a una gestión selectiva (ejemplo, la fractura provocada a finales del pasado siglo por la “fiebre” de las TMT). Quiere decir que estas oportunidades son la excepción y que normalmente el mercado es muy eficiente en la asignación relativa de valor a cada acción. Por lo que la inmensa mayoría de las veces hay que ser un maestro y tener bastante suerte, las dos cosas, para jugar a este juego
3. Hay que arriesgar, porque la inversión “casi” totalmente segura (totalmente seguro no hay nada) no cubre la inflación, una vez descontados costes de transacción y fiscales.
4. La rentabilidad que cabe esperar a largo plazo de la renta variable es la derivada de la rentabilidad por dividendo inicial más el crecimiento de la economía reflejado en el correspondiente crecimiento de dividendos y cotizaciones.
¿Y cual sería esta rentabilidad en números? Un crecimiento económico del 4-6% (inflación+PIB) más una rentabilidad inicial por dividendo del 2-3%, en total 6-9% Esto puede parecer modesto, pero no lo es en absoluto si hablamos de plazos largos, debido al efecto interés compuesto.
En realidad, el gran problema de esta rentabilidad no es que sea baja, que no lo es, sino que los costes fiscales y de transacción se “comen” una buena parte.
5. Aunque la esperanza de rentabilidad bruta a largo plazo es del 6-9%, en el corto y medio la rentabilidad se aleja mucho por exceso o por defecto, pudiendo ser negativa durante largos períodos y también mucho más alta.
Esta volatilidad puede ser positiva cuando hablamos de períodos de subida, aunque menos de lo parece, porque tiende a relajar los mecanismos de control y a provocar asunciones de riesgo excesivas, justo cuando el mercado se ha tornado más arriesgado.
La tercera razón de la ruina en los pequeños inversores es consecuencia de una falsa confianza, que lleva a entrar masivamente en los momentos de máxima euforia, a los que sigue el correspondiente derrumbamiento. Lo que no es casual porque contribuye a crearlos, un típico bucle de realimentación. Y con ello se completa la explicación de por que la mayoría pierden.
La volatilidad también puede ser muy positiva en la medida que las caídas den la oportunidad de comprar a precios bajos y vayan seguidas de una importante recuperación.
Pero también puede ser muy negativa en la medida que la esperada recuperación se produzca demasiado tarde respecto a nuestro horizonte temporal de inversión.
André Kostolany en su obra maestra "El arte de reflexionar sobre el dinero" escrita pocos meses antes de su muerte ilustró con difícil sencillez la relación entre economía y bolsa
“Un hombre pasea por la calle con su perro. El perro se adelanta a su dueño y regresa. Se adelanta nuevamente, se da cuenta de que se ha alejado demasiado y regresa. Así todo el tiempo. Pero mientras el hombre ha caminado despacio un kilómetro, el perro que ha corrido de aquí para allá ha caminado cuatro kilómetros. El hombre es la economía y el perro es la Bolsa. Este ejemplo muestra el desarrollo de la economía americana desde finales de la gran depresión, entre 1930 y 1933. La economía ha crecido de forma constante, quizá se ha estancado un par de veces o ha retrocedido un paso, mientras que la Bolsa ha subido y bajado cien veces".
Nota de marzo 2018: En la actualización he mantenido este ejemplo con datos de 2009 y un índice bastante estrecho, porque se trata de un tema que merece un artículo específico que profundize en el tema con datos actualizados e índices mundiales y porque es muy instructivo mostrar lo que indicaban los datos en un momento de máximo pesimismo del mercado como el existente en febrero de 2009 ¡un mínimo cíclico, aunque no podíamos saberlo en el momento de redactar o leer este trabajo!
Verificación empírica:con el MSCI Europe Net Ex UK en moneda local
Iniciado con base 100 en 31-12-1969
Datos a cierre 28-02-09
Índice Price: 626,349 4,79%
Multiplicar por 6 en algo más de 38 años, con dos “fines del mundo” incluidos (los años 70 y ahora)
Indice Total Return Net: 1.592,155 7,32%
Multiplicar por 16 en algo más de 38 años
¡A largo plazo, el tamaño de los dividendos sí que importa! De los dividendos… y de los costes
También ilustra sobre lo poco ético que es utilizar índices de precios como benchmark
1.417,497 7,00%
2.041,009 8,00%
2.928,927 9,00%
A partir de las premisas anteriores podemos establecer una serie de reglas para nuestro sistema
1. Hemos de determinar un horizonte temporal para nuestra inversión, si no mal vamos a gestionar el riesgo
2. Cuanto más amplio sea, más podremos arriesgar, pero también hemos de tener en cuenta la situación del mercado, no hacerlo mecánicamente.
3. Aunque nuestro horizonte sea muy largo, por lo general no es aconsejable arriesgarlo todo con el argumento de que a la larga saldremos ganando, porque no es algo inexorablemente cierto. Debemos ir creando poco a poco un patrimonio sometido a un bajo riesgo de pérdida, aunque la rentabilidad sea baja.
4. El proceso de asunción/reducción de riesgo no debe ser lineal porque el comportamiento del mercado no lo es. En los últimos 4/5 años de nuestro plan debemos reducir drásticamente el riesgo asumido. El haber sentado previamente una base, reduciendo paulatinamente el riesgo (punto 3) facilita que el proceso no sea demasiado traumático en supuestos desfavorables.
Para llevar a la práctica el plan necesitamos un conjunto de reglas de actuación coherentes con los puntos anteriores. Existen dentro de la cultura bursátil una serie de herramientas de inversión que nos pueden servir para ello.
Herramientas para una inversión sistemática
Podemos clasificarlas en tres tipos:
1) Promediación (Averaging)
Cost averaging
Value averaging
2) Ratio renta variable/renta fija
Ratio constante
Ratio variable discrecional
Ratio variable según ciclo vital
3) Protección de capital
Stoploss
CPPI
Invertir a lo largo del tiempo una cantidad constante de dinero a intervalos regulares (mensual, trimestral, anual)
Filosofía:
En plazos cortos, la bolsa puede caer, pero a la larga sube impulsada por el crecimiento de la economía. Aprovechamos las caídas para reducir el coste medio de nuestras compras.
Aconsejable:
Acumulación en períodos bajistas.
Ahorro de pequeñas cantidades sin disponer de patrimonio previo o no queriendo arriesgarlo.
Ventajas:
Simplicidad (más importante de lo que parece porque cuanto más complicado, más difícil de ejecutar disciplinadamente)
Inconvenientes:
No tiene previsto un mecanismo de liquidación en función del horizonte temporal.
Es poco eficiente si se dispone de una cantidad inicial para invertir.
Con el paso del tiempo, la cantidad aportada se va quedando desfasada.
Puede resultar muy negativo si se comienza con una larga subida seguida de una brusca caída y entonces se agota el horizonte temporal de la inversión
Operativa:
Invertir una cantidad constante a intervalos regulares como en el cost, pero fijando un objetivo de rentabilidad para el conjunto de la inversión.
Cuando el valor liquidativo de la posición en bolsa supera el objetivo de rentabilidad
a) Aplicamos la nueva aportación a un activo de bajo riesgo
b) Vendemos parte de la posición en bolsa para ajustar el valor al objetivo predeterminado (opcional)
Cuando el valor liquidativo de la posición en bolsa está por debajo del objetivo
a) Aportamos una cantidad adicional para ajustar el valor al objetivo predeterminado… si disponemos de ella o si estamos dispuestos a apalancarnos con todo lo que ello conlleva
El porcentaje de actualización es clave para el éxito o el fracaso de la estrategia. No debiera estar fuera del rango 6-9% anual
Filosofía:
La del cost, pero matizando que las muy altas rentabilidades no son sostenibles a largo plazo y que las grandes oportunidades están en los momentos de grandes caídas, por lo que no se puede aplicar un patrón uniforme a todas las situaciones.
Aconsejable:
Para invertir una cantidad inicial importante con un sistema de promediación repartido en el tiempo.
Para buscar sobre todo rentabilidad, aunque ello suponga asumir un alto riesgo, pero haciendo esta asunción de riesgo de una manera racional.
Ventajas:
Muy rentable en entornos volátiles de buscas subidas y bajadas terminados en recuperación.
Nos va sacando del mercado en momentos de subida no sostenible.
Aprovecha al máximo el efecto de promediación si tenemos liquidez suficiente o estamos dispuestos a apalancarnos
Inconvenientes:
No tiene previsto un mecanismo de liquidación en función del horizonte temporal.
En esencia es una martingala, aunque sea una martingala con la ruleta a nuestro favor. Podemos llegar a quedarnos sin capacidad de respuesta en un entorno especialmente negativo como, por ejemplo, el de 2008.
Es bastante complejo de diseñar y de contabilizar, sobre todo si los activos generan rentas y costes que también hay que tener en cuenta.
Se establece un porcentaje fijo e inamovible de reparto en activos de alto y bajo riesgo. Normalmente el 50%, aunque depende de lo que queramos arriesgar. Hay una "escuela" que postula como ideal un 60% de bolsa recogiendo en el porcentaje su mayor expectativa de rentabilidad.
El diferente rendimiento alterará los pesos de los activos en el transcurso del tiempo. Periódicamente se realizan operaciones de compra y venta para restaurar la proporción original
Filosofía:
Por mucho que la bolsa vaya a subir a largo plazo es prudente mantener un alto porcentaje en activos seguros para minimizar las consecuencias de que la esperada subida no se produzca o llegue demasiado tarde.
El mercado es cíclico, alternando períodos de subida desmesurada con otros de caída no menos desmesurada.
En los momentos de subida bursátil vamos a vender bolsa (vender caro) y comprar renta fija. En los de bajada vamos a comprar bolsa (comprar barato) y vender renta fija.
Aconsejable:
Para operar con fondos de inversión haciendo traspasos entre ellos.
Cuando no definimos un horizonte temporal de inversión.
Al 50-50% buen compromiso entre rentabilidad y seguridad.
Ventajas:
Simplicidad
Es una “martingala inagotable”, siempre va a haber dinero para seguir comprando en las caídas de la bolsa.
Inconvenientes:
Ausencia de horizonte temporal. Se arriesga demasiado poco al principio y demasiado al final de nuestra trayectoria como inversores. (Esto sólo es un inconveniente si no nos planteamos un patrimonio “perpetuo”).
Rentabilidad limitada por el alto peso de los activos de bajo riesgo.
Se puede estar malcomprando activos sobrevalorados durante mucho tiempo antes de que se corrija la sobrevaloración.
La misma que en el ratio constante pero fijando el nivel de exposición de acuerdo con nuestra apreciación del mercado dentro de una banda, normalmente del 25-75%
Filosofía:
Evitar algunos inconvenientes del ratio constante
Aconsejable:
Si queremos utilizar una estrategia de ratio constante y pensamos que somos unos “maestros” en leer los mercados
Ventajas:
Se evita el comprar mecánicamente activos sobrevalorados
Si se lee correctamente el mercado, puede ser mucho más rentable que el ratio constante.
Inconvenientes:
Depende demasiado de la subjetividad del inversor. Esto se puede paliar utilizando como guía referencias mecánicas.
Requiere una alta dedicación si se quiere hacer bien.
La del ratio constante pero determinando el porcentaje de exposición en renta variable en función de la edad.
La fórmula más popular es 100-edad, aunque la constante puede ser otra. En su versión estándar equivale a decir que colocamos en activos de bajo riesgo un porcentaje igual al de nuestra edad (salvo que tengamos más de 100 años :-)
Filosofía:
Ahorramos en la juventud para disfrutar en la vejez. Necesitamos garantizar que cuando llegue la hora del disfrute el patrimonio no se haya evaporado por una caída en la bolsa. Aunque luego se recupere, de poco nos va a servir la recuperación.
Aconsejable:
Planificar jubilación.
Ventajas:
Simplicidad
Incorpora horizonte temporal
Incorpora gestión de riesgo
Inconvenientes:
Incorpora horizonte temporal pero sólo uno de los supuestos, el del ciclo vital, aunque la edad del inversor siempre debe ser una referencia en cualquier definición de horizonte temporal.
El sistema de gestión del riesgo es lineal y los mercados no son lineales, lo que puede provocar importantes pérdidas en momentos avanzados del ciclo vital.
Operativa:
Se fija un punto de salida para nuestra inversión y una vez tocado se vende.
Filosofía:
Las caídas en bolsa pueden ser tan profundas y duraderas que nos lleven a la ruina, por mucho que a la larga suba. Acotar el importe máximo que estamos dispuestos a perder.
Aconsejable:
Más que aconsejable, imprescindible para sistemas de especulación basados en el llamado momentum o seguimiento de tendencia.
Para sistemas de inversión, cuando el final de nuestro horizonte temporal esté próximo y acumulemos ganancias importantes que queremos consolidar. En este supuesto, se trata de una salida sin entrada posterior.
Para sistemas de inversión, como herramienta de reducción de volatilidad, integrada dentro de un sistema de inversión a largo plazo basado en alguna de las otras herramientas que estamos describiendo.
Ventajas:
Se evita el deterioro patrimonial provocado por un movimiento brusco y profundo a la baja (como el de 2008)
Inconvenientes:
Requiere una extrema firmeza psicológica.
Nos hace sensibles a la volatilidad del mercado, olvidando la premisa de expectativa de revalorización por crecimiento de la economía. Algo coherente con el especulador que negocia volatilidad, no con el inversor.
Aunque las pérdidas en cada operación son limitadas, en el conjunto de las operaciones las pérdidas son ilimitadas y pueden ser muy importantes.
El stop no siempre se puede ejecutar al precio de referencia, lo que incrementa las pérdidas.
Operativa:
Se fija un “suelo”, importe que vamos a proteger, suelo que puede ir subiendo a lo largo del tiempo.
Mediante un algoritmo se determina la cantidad que vamos a arriesgar, la primera vez en función del importe del suelo, y a partir de ahí, en las sucesivas revisiones lo que vamos a arriesgar teniendo en cuenta el suelo y las pérdidas o ganancias acumuladas.
Filosofía:
Garantizar la protección de todo o parte del principal, sin renunciar a la posibilidad de altas ganancias
Aconsejable:
Como gestor de riesgo de sistemas de trading, sobre todo de los apalancados
Para crear fondos garantizados con un sistema mucho más eficiente que el convencionalmente utilizado.
Puede usarse como sistema de inversión a largo plazo (aunque no es muy eficiente), si se quiere primar la seguridad por encima de todo.
Puede usarse en sistemas de inversión con horizonte menor a 5 años.
Ventajas:
Garantiza la limitación de pérdidas para el conjunto de la posición.
Puede llegar a ganarse mucho habiendo arriesgado muy poco.
Inconvenientes:
Muy complejo de diseño e implementación
Su éxito depende del éxito en las primeras operaciones. Si salen mal… podemos aspirar a la garantía pelada o poco más.
Es bastante frecuente perder en algún momento la mayor parte de las ganancias acumuladas, con la consiguiente frustración. Se puede evitar subiendo dinámicamente el suelo en función de las ganancias, aunque esto irá en detrimento de la rentabilidad.
Nota de marzo 2018
He mantenido sin modificaciones lo que definí como un "borrador" Mi enfoque actual es distinto y se plasmará en el proyecto KikeJunior
Montamos el puzzle con diversas ideas de las que han ido saliendo hasta ahora.Todavía no es algo acabado y definitivo, sino un borrador de trabajo.
Plazo: 15 años
Aportaciones: Inicial Extraordinaria 1.200
Anuales de 600, incrementadas en un 3%
Suelo: Capital protegido, porcentaje creciente sobre total aportado, evolución no lineal concentrada en los últimos años
Techo: Objetivo de rentabilidad sostenible. Calculado como un 7% anual sobre el saldo de las aportaciones.
La referencia a considerar es la del año anterior
En los dos últimos años se puede aplicar un stop dinámico de cierre total de la posición tras caer a un nivel determinado, aparte del propio stoploss automático del sistema (regla 5 de la hoja). Si se ha acumulado una ganancia muy importante y empieza a caer la bolsa, fijamos un punto y una vez tocado cerramos definitivamente la posición.
Año
|
Aporta. al plan
|
|
Acumula
|
Suelo
|
|
Aporta. suelo
|
Techo
|
|||
|
Inicial
|
3,00%
|
|
|
|
|
7%
|
|||
1
|
1.200,00
|
600,00
|
1.800,00
|
10,00%
|
180,00
|
180,00
|
1.926,00
|
Zona acumulación |
-1.800,00
|
-1.800,00
|
2
|
|
618,00
|
2.418,00
|
11,00%
|
265,98
|
85,98
|
2.722,08
|
-618,00
|
-618,00
|
|
3
|
|
637,00
|
3.055,00
|
12,00%
|
366,60
|
100,62
|
3.594,22
|
-637,00
|
-637,00
|
|
4
|
|
656,00
|
3.711,00
|
13,00%
|
482,43
|
115,83
|
4.547,73
|
-656,00
|
-656,00
|
|
5
|
|
676,00
|
4.387,00
|
14,00%
|
614,18
|
131,75
|
5.589,39
|
-676,00
|
-676,00
|
|
6
|
|
696,00
|
5.083,00
|
15,00%
|
762,45
|
148,27
|
6.725,37
|
-696,00
|
-696,00
|
|
7
|
|
717,00
|
5.800,00
|
16,00%
|
928,00
|
165,55
|
7.963,34
|
-717,00
|
-717,00
|
|
8
|
|
739,00
|
6.539,00
|
17,00%
|
1.111,63
|
183,63
|
9.311,50
|
-739,00
|
-739,00
|
|
9
|
|
761,00
|
7.300,00
|
18,00%
|
1.314,00
|
202,37
|
10.777,57
|
-761,00
|
-761,00
|
|
10
|
|
784,00
|
8.084,00
|
19,00%
|
1.535,96
|
221,96
|
12.370,88
|
-784,00
|
-784,00
|
|
11
|
|
808,00
|
8.892,00
|
21,00%
|
1.867,32
|
331,36
|
14.101,41
|
-808,00
|
-808,00
|
|
12
|
|
832,00
|
9.724,00
|
34,00%
|
3.306,16
|
1.438,84
|
15.978,74
|
Zona liquidación |
-832,00
|
-832,00
|
13
|
|
857,00
|
10.581,00
|
55,00%
|
5.819,55
|
2.513,39
|
18.014,25
|
-857,00
|
-857,00
|
|
14
|
|
883,00
|
11.464,00
|
89,00%
|
10.202,96
|
4.383,41
|
20.220,05
|
-883,00
|
-883,00
|
|
15
|
|
909,00
|
12.373,00
|
144,00%
|
17.817,12
|
7.614,16
|
22.608,09
|
-909,00
|
-909,00
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
17.817,12
|
22.608,09
|
|
|
|
12.373,00
|
|
|
|
|
|
4,31%
|
7,00%
|
Primeros 11 años
Regla 1: el importe asignado a suelo se aporta a un activo de minimo riesgo (deposito a corto, fondo monetario, deuda pública).
Regla 2: el resto se va aportando regularmente al activo de renta variable (cost averaging) hasta 4 años antes del vencimiento
Regla 3: si el valor de mercado de la posición total excede el importe del techo, se vende renta variable por la diferencia (value averaging).
4 ultimos años
Regla 3: si el valor de mercado de la posición total excede el importe del techo, se vende renta variable por la diferencia.
Regla 4: se vende renta variable por la diferencia entre la aportacion al suelo y la aportacion al plan.
Regla 5 stoploss: si la cantidad invertida en renta variable no basta para cubrir el importe asignado a suelo, se liquida definitivamente la posicion en renta variable, siendo el resultado final el suelo preexistente más el importe liquidado más los intereses que devengue desde entonces hasta el vencimiento del plan al final del año 15.