La reacción de la cotización de una empresa frente a un incremento del beneficio por acción (BPA) no va a ser siempre la misma; dependerá mucho de cómo se interprete que ese incremento del beneficio va a evolucionar en un futuro...
Crecimiento sostenido:
Es el caso más sencillo, aunque en realidad es difícil de ver en estado puro. Se trata de una empresa cuyo beneficio va creciendo a un ritmo más o menos lento pero sostenido, y que en función del ritmo de crecimiento y del perfil de riesgo, se estima que estaría correctamente valorada con un determinado nivel de PER, más o menos constante, por lo que el precio teórico de la empresa iría subiendo más o menos al mismo ritmo que sube el BPA. Por ejemplo, para una empresa que nos parezca justamente valorada con PER 16:
- 2005: BPA = 5, PER = 16, Cotización teórica = 5*16 = 80
- 2006: BPA = 5,5, PER = 16, Cotización teórica = 5,5*16 = 88
- 2007: BPA = 6, PER = 16, Cotización teórica = 6*16 = 96
El problema es que es un modelo demasiado simple; por ejemplo, si la renta fija aumenta su rentabilidad, es posible que para 2008 no queramos pagar más de PER 15 por esa misma empresa, pues tenemos otras alternativas interesantes; o al revés, si la bolsa va bien y todo sube, podemos querer pagar un PER mayor descontando los incrementos de muchos años más allá (lo que ha pasado con ZOT, por ejemplo, en un caso muy extremo), lo que se "come" el potencial futuro de la empresa...
Empresas cíclicas:
Ya expliqué en un artículo anterior por qué la economía es cíclica, y lo mismo puede aplicarse a algunas empresas: en un momento dado se produce un pico de demanda que dispara el precio y el beneficio por acción (BPA) durante algunos años, pero ese mayor beneficio lleva a que las empresas aumenten su capacidad buscando más beneficios, y ese aumento de capacidad hace que la oferta supere a la demanda y el beneficio se hunda y permanezca hundido durante mucho tiempo, hasta que de nuevo se repita el ciclo. Un ejemplo claro de empresas cíclicas serían las mineras, que están ahora en la parte alta del ciclo.
En las empresas cíclicas, los incrementos del beneficio pueden ser espectaculares, llegando por ejemplo a multiplicar por 10 en un año el beneficio de años anteriores; pero el incremento de precio, aunque será fuerte, no seguirá el mismo ritmo (podría multiplicar por 2, por ejemplo), debido a que los inversores son conscientes de que el nivel de beneficio alcanzado por una empresa cíclica en lo alto del ciclo no es sostenible a largo plazo. Y del mismo modo, cuando el beneficio se hunde, la cotización de una empresa cíclica también baja, pero menos, pues sabemos que la empresa vale mucho más de lo que apunta su menguado beneficio de los años malos. Por ejemplo, podríamos representar una empresa cíclica así:
- 2002, parte baja del ciclo: Cotización = 40, BPA = 1, PER = 40/1 = 40
- 2006, parte alta del ciclo: Cotización = 80, BPA = 10, PER = 80/10 = 8
- 2010, parte baja del ciclo: Cotización = 60, BPA = 1,5, PER = 60/1,5 = 40
Y como vemos, se da la curiosa paradoja de que el momento bueno para comprar es cuando el PER está alto, mientras que el PER bajo es sólo indicador de que estamos en la parte alta del ciclo, o sea zona de techos y no de suelos!! Muy importante, cuando encontremos una empresa con PER bajo, es averiguar si su BPA es sostenible en el futuro... a veces se trata de una ineficiencia del mercado, pero muchas veces habrá una buena razón para ello, y debemos ser conscientes para ver si realmente vale la pena.
Efecto de los beneficios y pérdidas extraordinarios:
El beneficio de las empresas aumenta (o disminuye) en ocasiones por acontecimientos puntuales que probablemente no se repetirán en un futuro: Un pelotazo inmobiliario, unas plusvalías en una empresa que se compró, el resultado de un juicio con una sentencia multimillonaria...
El efecto teórico en la valoración de la empresa, ante un caso así, debería ser trasladar el incremento del BPA a un incremento similar en la cotización, en espera de que la empresa o lo reinvertirá, incrementando el beneficio posterior, o lo repartirá como dividendo extraordinario. Por ejemplo, supongamos que estudiamos cuánto vale teóricamente una empresa que estaría bien valorada con PER 16:
- 2005: BPA = 5, PER = 16, Cotización teórica = 5*16 = 80
- 2006: BPA = 5,5, PER = 16, Cotización teórica = 5,5*16 = 88
- 2007 (aparece un extraordinario de 3€/acción): BPA = 6+3 = 9, PER sin extraordinario = 16, cotización teórica = 6*16+3 = 96+3 = 99 (sería incorrecto 9*16=144, pues el BPA no se espera que mantenga el ritmo), PER = 99/9 = 11 (al incluir extraordinarios, el PER sale menor, pero eso no significa que esté más barata ni más cara)
- 2008 (Opción A: con dividendo extraordinario de 3 €): BPA = 6,5, PER = 16, Cotización teórica = 6,5*16 = 104 (más los 3 € del dividendo, que los habremos cobrado)
- 2008 (Opción B: con reinversión): BPA = 6,7, PER = 16, Cotización teórica = 6,7*16 = 107,2 (prácticamente viene a ser lo mismo, como es lógico).
Incremento real del ritmo de crecimiento:
Este es un caso que se da muy pocas veces, y consiste en que una empresa acelere de forma sostenible su BPA; puede ocurrir por un cambio que se dé en su sector, o por un cambio importante del modelo de negocio. Un caso real, para entenderlo mejor, es lo que ocurrió con Gamesa...
Tal y como explicaba este excelente artículo de Enrique Gallego, Gamesa se dedicaba a la construcción y EXPLOTACIÓN de parques eólicos, pero decidió cambiar de política empresarial, y ahora su negocio es la construcción y VENTA de parques eólicos. La explotación de los parques es un negocio muy intensivo en capital, pero al venderlos puede disponer de nuevo del capital y empezar rápidamente con nuevas promociones. Como resultado, tanto la cotización como el beneficio se multiplicaron por dos en 2 años... y esta mejora no fue puntual, sino que se ha mantenido en el tiempo. Este es el tipo de cambios que hay que tratar de detectar para invertir a tiempo!!
Conclusión:
A la hora de evaluar una empresa, es extraordinariamente importante ser consciente de a qué modelo nos enfrentamos... las diferencias de valoración serán abismales, en función de si el incremento de beneficio se produce en un contexto de empresa cíclica, de incremento extraordinario o de incremento sostenible!!
Y precisamente esa es la ventaja que trato de buscar con las petroleras; su tremendo incremento de beneficio de los últimos años se está considerando desde el perfil de empresas cíclicas, y por eso se mantienen con PER 8. Si se pasara a considerar como un crecimiento sostenido, la valoración sería muy superior... y ese es el modelo correcto, por lo que a mí respecta, algo que explicaré con detalle en otro artículo.
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