Hace unas semanas nos hablaban de la ampliación de la edad de jubilación, y lo que es peor, de la ampliación del periodo de cotización y base de cálculo (o sea, pensiones más bajas).
No me sorprende el fuerte rechazo que esta medida ha tenido entre los trabajadores, pero siendo realistas, cada vez vivimos más y la pirámide de población está invertida (cada vez menos natalidad y cada vez más jubilados).
Ante todo ésto, mi verdadera pregunta es... ¿Qué hacen nuestros políticos mientras tanto? ¿Por qué no potencian de una vez por todas el ahorro bonificado a largo plazo?
Primera propuesta: Identificación del inversor.
Debería de crearse un organismo, que identifique al inversor por su DNI o NIE determinando cual es su perfil de inversor. Cada persona tendría sus datos en un único organismo público y protegido donde los bancos sólo podrían acceder para solicitar la información que precisen para la contratación de los productos de ahorro a largo plazo.
El objetivo es preservar y mantener en un único sitio la información sensible del inversor y ayudar al cálculo fiscal. Dicho organismo podría ser dependiente del Ministerio de Hacienda y el perfil calculado mediante una encuesta que el usuario podría hacer y repetir en cualquier momento para adaptarse a las nuevas circunstancias.
Segunda propuesta: La cuenta ahorro pensión.
En lugar de los actuales planes de pensión, creo que sería mejor la creación de una cuenta ahorro pensión, gratuíta, remunerada y operativa, desde la cual el cliente pudiera contratar aquellos productos compatibles con su perfil: Depósitos financieros, Fondos de Inversión, Acciones, ETF, etc. Los productos contratados no podrían traspasarse a otro banco a no ser que en él tuviese otra cuenta ahorro pensión, a la que dichos productos estarían vinculados. Si los traspasos heterogéneos no fuesen posibles, siempre se podría reembolsar a la cuenta ahorro pensión, desde él traspasar el efectivo a la cuenta ahorro pensión de la otra entidad y contratar desde allí el nuevo producto todo ello sin comisiones (salvando las comisiones que pudiera tener el producto contratado, cánones de bolsa, comisión de suscripción o reembolso, de compra/venta de valores, etc).
La idea es que el inversor pueda utilizar la herramienta que mejor le venga y no verse obligado a utilizar unos productos caros y a la medida del banco (como en este caso son los planes de pensión).
Los planes de pensión no desaparecerían, el banco les crearía una cuenta ahorro pensión y vincularía los productos existentes a ella, pero una vez vinculados, podrían ser traspasados a otros productos que estén en el perfil del inversor (incluído el reembolso a la cuenta ahorro pensión), de manera que las gestoras de planes de pensión tendrían que ponerse las pilas si desean mantener el ahorro.
La cuenta ahorro pensión tendría que tener una remuneración mínima (por ejemplo, el Euribor a 1 mes), aunque cada entidad podría ofrecer una rentabilidad mayor si así lo desea para captar clientes.
Tercera propuesta: La fiscalidad.
Yo creo que poner una edad de jubilación es un atraso pues no hay dos personas iguales. Creo que lo que debería de hacerse es incentivar el ahorro a largo plazo. La cuenta ahorro pensión podría ser una cuenta FIFO (el primer euro que ingreso en la cuenta es el primer euro que saco de la cuenta). La fiscalidad podría ser la misma que la de cualquier producto de ahorro pero con dos diferencias. La inversión no quedaría inmovilizada, sólo que si se rescata antes se pierden ventajas fiscales.
1º) No se tributa hasta que no hay rescate, o sea, hasta que no se transfiere a una cuenta corriente.
2º) Practicar una exención porcentual de las plusvalías en función del tiempo que se ha mantenido la inversión. Y no me refiero al tiempo que se ha mantenido en el producto de inversión concreto, sino invertido ya sea en la cuenta ahorro pensión o en cualquiera de los productos asociados a ella (depósitos, fondos de inversión, bolsa,...).
Entiendo que podría haber dificultad para calcular las plusvalías, pero estoy seguro de que con la tecnología actual y existiendo un lugar de donde el banco puede tomar la información que precise sobre el inversor para operar (básicamente el nivel de riesgo asumible), y donde informaría de los movimientos, dicho organismo tendría conocimiento de todas sus cuentas ahorro pensión y de las plusvalías generadas por sus productos.
Conclusiones.
Me ha llevado 30 minutos desarrollar esta idea. Supongo que es muy mejorable, pero, ¿no creeis que sería un paso muy importante respecto a lo que tenemos ahora?