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Protegiendo a todo el mundo...¡la culpa es la protección a los trabajadores!. (¡manda huevos!)

 

Normalmente no tiene sentido alguno tratar de definir el sentido de cualquier reforma, porque se parten de premisas de base. Caso por caso, nos encontramos con la misma situación. Se lanzan mensajes desde todos los lados, de tal forma que se diseña una situación de partida determinada para que la solución sea la que interesa a los grupos de presión, y si esto significa que se deforme la realidad hasta límites insospechados, pues bienvenido sea.

Una de estas sentencias es la afirmación de que los trabajadores españoles están sobreprotegidos. Evidentemente tal idea de base es necesaria para que continuamente se estén planteando reformas que dejen más desprotegidos a los trabajadores. Lo que ocurre es que se están llegando a límites que son completamente absurdos.

No hay absolutamente ni un solo indicio que permita mantener el hecho de que los trabajadores y en general los ciudadanos españoles estamos sobre protegidos salvo la sempiterna indemnización MAXIMA por despido improcedente, que nos da un número MAXIMO, para el caso de unos despidos que en la inmensa mayoría de los países no se puede dar. Es decir, es muy difícil defender que tengamos un mercado laboral muy rígido en el que las empresas pueden despedir con total libertad y que tienen un máximo establecido para el coste del despido que si bien es mayor que en el resto de los países.

En todo caso, todos los datos que estén disponibles, nos llevan a una única conclusión que es la de directamente que la sobreprotección de los trabajadores es un autentico cuento. Y por supuesto, no desde la última reforma del partido popular, donde directamente todos y cada uno de los trabajadores queda a expensas de lo que decidan las empresas sin ninguna posibilidad de decir absolutamente nada.

En este sentido debemos recordar que llevamos 7 reformas desde la democracia, (y una infinidad de retoques), en las que todos y cada uno de los cambios han ido para reducir la protección de los trabajadores. Es cierto que todas y cada una de ellas tenían como objetivo declarado la mejora de la estabilidad y la calidad del empleo, pero ni una sola de las medidas aprobadas iban en esta línea y por supuesto ni tan siquiera una de ellas supuso ninguna mejora en la seguridad y protección de los trabajadores. Por tanto es difícil pensar que tras 7 reformas eliminando protección, nos encontremos en una situación de sobreprotección, sobre todo cuando tampoco partíamos de unos standards elevados, (recordemos que veníamos de una dictadura).

Desde luego desde 2008, la situación se ha exagerado de una forma que no es ni concebible. Resulta que se han disparado los impuestos que pagamos los trabajadores, mientras se han reducido los impuestos que pagan las empresas, a la vez que se ha rescatado a las concesionarias de obra pública, se ha permitido que las empresas con productos regulados cobren los precios que les den la gana, se han exagerado déficits inventados mucho antes, (bajo el criterio de que las cosas hay que pagarlas por su valor real cuando es inventado), se ha luchado contra la competencia de las empresas, cambiando las normas para que lleguen a acuerdos y no tiren los precios, se ha intentado dar liquidez a las empresas, se ha pasado de investigar absolutamente nada, y se han permitido todos los abusos que les ha dado la gana. Y todo ello, sin tener en cuenta a los bancos, que se les ha dado la garantía absoluta de que todo caerá antes que ellos. Evidentemente todas y cada una de las normas que se nos han ocurrido tienen unos beneficiarios claros y como tal existen unos perjudicados.

Incluso en extremos se han propuesta normas que vendiéndose como mejorar los derechos de los consumidores, lo que conseguían es que realmente los consumidores no podremos reclamar absolutamente nada. Por descontado, mientras se hablaba de eliminar o limitar la especulación, nos hemos encontrado con unas medidas en las que se intenta hacer lo posible y lo imposible por recuperar los mercados financieros que tienen todas las facilidades del mundo para esconder sus balances, y por supuesto toda la barra libre (no tiene sentido tratar de definir este punto).

¿Quién está protegido y quién no?. Ante los problemas de los trabajadores o los ciudadanos, nos encontramos siempre con buenas palabras, con el discursito del PSOE acerca de los logros sociales y al discursito del PP de “es lo que hay que hacer”, pero siempre, (y no es una novedad), en una situación en la que todo el mundo está asustado. ¿Por qué hace unos años que el paro se ha convertido en la principal preocupación de los españoles?. ¿Por qué cada uno nos sentimos tan protegidos?.

Pero es que podemos ir más allá; todos los trabajadores están asustados, de hecho el consumo se ha deteriorado de una forma increíble por dos motivos principales. El primero es que una parte significativa de la sociedad se ha ido al paro. Evidentemente esto indica y mucho la protección que tenemos. Todo el mundo sabe que las empresas ajustan por donde más fácil sea, de la misma forma que los ciudadanos recortamos en donde podemos con mayor facilidad. Si el ajuste se ha producido en empleo, es precisamente por qué es lo más sencillo para las empresas, y eso no es indicativo precisamente de una protección determinada.

Pero en todo caso, nos encontramos en una situación en la que muchas personas han adoptado tácticas de economía de guerra, consumiendo únicamente lo que necesitan imperiosamente. ¿Por qué?. Pues es sencillo; ¡todos sabemos que no tenemos la mínima protección!. ¿verdad que una crítica al sector financiero es la de que siguen haciendo exactamente lo mismo?, ¡este si es un sector protegido y en consecuencia se comprueba que siguen haciendo lo que les da la real gana, con la chulería que les da una red de seguridad que ponemos entre todos!.

Podemos también pensar que si fuese medianamente cierto que tuviésemos unos mayores niveles de protección que el resto de los países, nos encontraríamos con una situación en la que vendrían de estos países los trabajadores a buscar seguridad. Se nos cuenta que los trabajadores alemanes son muy buenos, están dispuestos a moverse y demás…Pues ¿imaginamos un trabajador alemán que no sea un directivo, ejecutivo o futbolista emigrando a España?. Seamos serios, los que han emigrado a España son personas de aquellos países que están peor, y los que se van de España son personas a aquellos países que están mejor. Por  descontado, el flujo se hace al revés cuando hablamos de pelotazos, pero conociendo los flujos migratorios se sabe perfectamente cuál es la situación en el mercado laboral.

Por supuesto, podemos mirar la renta que ha de reflejar en definitiva las situaciones que nos encontramos. Es decir, si estamos en una situación en la que los trabajadores estemos protegidos, lo que no tiene sentido es que llevemos una burrada de años perdiendo poder adquisitivo y en el reparto de las rentas.

No se puede defender tampoco que los trabajadores estemos protegidos cuando se han tomado mil medidas que han empeorado la situación sin nada que hacer. Volviendo a lo mismo, es imposible hacer que suban un punto el impuesto sobre los beneficios a los bancos, o a las grandes cotizadas, es imposible frenar la especulación en energía, los abusos de los bancos o que ACS pida 1.500 millones que vamos a pagar todos en el coste del gas, por una obra que iba a costar 500 y que nadie ha tenido el valor de auditar. ¿Nos suena el término de políticas de oferta que se han exagerado tras unos cuantos años?. A ver si la economía de la oferta era otra cosa que apoyar a las empresas, lo cual implica que los trabajadores estaban, están y estarán, (según el plan) cada vez menos protegidos.

En definitiva, todo el mundo sabe que antes de esta reforma y antes de las de 2010, y antes de cualquiera de las anteriores, si hay un colectivo que no está protegido son los trabajadores y los ciudadanos, por esto se explican sus circunstancias, su poder, sus situaciones y todas las medidas tomadas que han ido a que la situación de estos empeoren, sin que nadie haya hecho absolutamente nada por evitarlo, (sobre todo los engargados de representarlos que son unos gobiernos entregados a determinadas personas y unos sindicatos entregados a dios sabe que.

Por supuesto, para hablar de la protección hablamos del mencionado diferencial entre el despido improcedente (que ya tiene narices que proceda) con despidos procedentes, el caso del cuñado de alguien que es un vago y que no se puede despedir, (aunque normalmente el que no puede ser despedido es precisamente por ser cuñado). Por supuesto también es cierto que desde determinados ámbitos se mandan estos mensajes de forma recurrente. Claro que desde los consejos de dirección de las grandes empresas, quizás debiesen entender que las condiciones de los trabajadores no son las mismas, ya que evidentemente estos sí que están blindados. También tenemos a los que se encargan de hacer el trabajo por internet creando opinión. Estos es cierto que también conocen a trabajadores hiperprotegidos. Concretamente los anteriores, que les pagan, que no son empresarios y que ni con aceite hirviendo.

En definitiva, de todos los que pueden decir que están protegidos, los trabajadores son el peor de los ejemplos, antes de esta reforma. Ahora mismo la situación es que todo el mundo tiene pánico  y es por algo; ¡todo el mundo entiende que la protección queda a criterio del contrario!. O dicho de otra forma, estamos tan protegidos como las gallinas protegidas por el zorro.

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  1. en respuesta a Comstar
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    Top 100
    #25
    28/02/12 14:17

    en un pantano siempre hay agua, aunque este agua no siempre es la misma, conforme entra agua ésta sale, y el pantano cumple así su misión. El problema es cuando sale mas agua de la que entra.
    (pantano = bolsa; agua = dinero).

  2. en respuesta a Feinmann
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    Top 100
    #24
    27/02/12 13:11

    No sólo por su cercanía al poder. También hay quienes obtienen jugosas utilidades mediante la reducción de salarios, benficios a empleados y paro. Si vendes y "entregas valor al cliente" (a la manera en que lo entienden en EUA) estás ganando como fruto de tu actividad.

    Si bajas salarios, recortas benficios a empleados, sacas una tajada de utilidades, pero bajas el atractivo de tu empresa en el mercado laboral. Tendrás empleados menos competentes y menos leales a largo plazo. Esta ha sido la estrategia que ha sido seguida por muchas empresas, y a futuro lo pagarán caro, no porque yo lo diga, sino porque es el efecto natural de dicha acción.

  3. en respuesta a Antoine
    -
    Top 100
    #22
    27/02/12 13:05

    Si meto mi dinero hoy a última hora, y lo saco mañana a primera hora y gano dinero, eso no ayuda en nada al desarrollo industrial, porque el dinero no ha permanecido lo suficiente como para empujar nada. El dinero especulativo no ayuda a desarrollar nada, sino que sólo sirve para inflar cifras macroeconómicas y hacer parecer que un país está mejor de lo que está.

    Cuando se compra al haber IPO y se mantiene el dinero mientras el negocio crece, allí si se favorece desarrollo industrial.


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