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Si mejoran las condiciones legales para los clientes, ¡los bancos empeoran!

 

Leo estos días muchas propuestas para solucionar el problema que la hipoteca supone ahora para muchos hogares; normalmente estamos hablando de formulas imaginativas mediante las que se comparta el sacrificio, buscando una salida a las personas y repartiendo los costes, que hasta ahora han sido soportados exclusivamente por la banca.

Incluso he leído que Becerra nos cuenta que el problema no es la hipoteca, sino la falta de ingresos, (aunque también busca una forma imaginativa para reducir el peso de la hipoteca y lograr que se pueda pagar, y no dice ni mu de lo de los ingresos).

Evidentemente en una situación en la que una de las partes no puede decir absolutamente nada, y la otra hace lo que le da la real gana, sin que exista ni tan siquiera a nivel teórico nada parecido a la defensa de los consumidores, y asumiendo que la parte que tiene todas las armas es la poderosa de la negociación, mientras que la parte débil es la que no tiene ni tan siquiera una oportunidad, lo que está claro es que hay muchas y muy variadas formas de tratar de adoptar medidas para tratar de equilibrar un poco la relación. En este sentido, algunas ideas son buenas, otras ideas son malas, pero lo que está claro es que la normativa que se han sacado, no ha solucionado absolutamente nada. En primer lugar porque afecta a unos colectivos muy determinados, a los que se suspende el desahucio durante dos años en los que siguen contando unos tipos de interés que tampoco se han tocado.

De hecho la única concesión que parece existir es que se prepara una modificación para las subastas extrajudiciales de locales comerciales y segundas viviendas en los que tendrá que intervenir uno o dos peritos, pero con la peculiaridad de que estos serán nombrados por la banca. En definitiva, que en este caso, mejora un poco la situación, sino fuese por el pequeño detalle de que se repite error a la hora de dejar la valoración en una de las partes, (¿O alguien cree que el perito que no valore de acuerdo a los intereses de los bancos va a ser contratado o designado por los bancos?).

Pues la principal crítica que tenemos a todos estas propuestas es que directamente no son válidas para la situación actual, y viene exactamente del mismo problema que existe en otros cuantos sectores. ¿Se pueden hacer propuestas para modificar mercados como el de la electricidad, el agua, las gasolinas, los transportes…?.  Incluso lo paradójico de la situación es que en el campo de la sanidad y la educación se están tomando las medidas que invariablemente llevan a una situación en la que se encuentran todos estos sectores que son evidentes problemas en la economía.  E incluso todo esto va para el mercado laboral, donde ahora mismo las empresas pueden hacer literalmente casi lo que les da la real gana.

Tenemos tantas posibilidades de alterar tantas normativas que están machacando a los ciudadanos de España, que no tiene demasiado sentido tratar de analizarlas por la simple anomalía estadística que se nos presenta recurrentemente. En lugar de solucionar el problema de las tasaciones, se confieren nuevas normativas para que las tasadoras dependan más de los bancos, (ahora oficialmente). Los bancos pueden ya bloquear los concursos, Se habla de que los tipos de interés son abusivos y no se hace absolutamente nada, (bajo la premisa de una seguridad jurídica que parece que significa que los abusos han de mantenerse). Se hace una reforma financiera que no caiga totalmente en los consumidores, pero a su vez se modifica la normativa para que pueda recaer en los consumidores vía tasa. Se pasa absolutamente de luchar contra ningún monopolio, se aseguran los ingresos de estos, (incluyendo al erario público cuando la cosa no da más de sí), y se define como equilibrada una reforma laboral, aunque luego se presuma de que tenemos el entorno laboral más favorable de la UE, (para las empresas, of course).

Pues la anomalía estadística es clara; es imposible una situación en la que absolutamente todos los riesgos se materializan en un lado de la balanza y es casi imposible encontrar una situación en la que se toman tantas medidas en tantos sectores, (repito que viva la seguridad jurídica), y absolutamente en todos los casos tengamos un marketing en el que se hace tal o cual medida por los ciudadanos, pero que en todos los casos tenga un resultado en el que los ciudadanos se encuentran en una peor situación ¡por qué no ha funcionado!. Y esto es materialmente imposible, porque incluso cuando se cree que no se puede machacar más a los ciudadanos, se logra esto. (Por ejemplo en el caso del decreto hipotecario en el que de repente nos hemos encontrado con todas las prisas aparcadas).

Evidentemente esto sólo puede entenderse desde unos esfuerzos especialmente activos por beneficiar a un sector determinado, con la peculiaridad de que este sector es un sector que vive de lo que producen los demás, (tantos critican al sector público, que tiene entre otras cosas médicos y profesores, y aún nadie me ha explicado que demonios produce un sector que en teoría se dedica a financiar las actividades económicas).

¿Se puede cambiar algo mientras el objetivo sea salvar bancos a toda costa?. Tenemos a todas las instituciones mundiales empeñadas en hundir lo que sea con el objetivo de salvar los bancos. Pues esto tenemos, y mientras no entendamos que lo que hay que hacer es equilibrar los distintos mercados, aunque esto suponga que uno de los sectores tenga que perder un poder increíble, no va a aceptarse ninguna propuesta que lleve a mejorar a ningún colectivo que tenga que negociar en contra de los intereses de los bancos.

¿Hay formas de hacer sostenibles las hipotecas para las familias?, ¿hay formas de reducir las facturas de electricidad?, ¿de introducir precios máximos o competencia en las gasolineras?, ¿de solucionar el problema de transporte?; en definitiva, ¿de solucionar los problemas de la economía?. Pues claro que sí. Pero antes de soñar en empezar a arreglar algún problema tendremos que esperar tan sólo una semana en la que no conozcamos una medida que se la carga para intentar salvar a los bancos.

El problema de siempre es la frase que se ha hecho famosa: “sus plusvalías son nuestras minusvalías”, por lo que no se va a solucionar absolutamente nada mientras no entendamos que el problema es la estructura de poder de mercados. Y más concretamente ahora mismo, de poder de los bancos extranjeros. Por lo tanto la filosofía es clara: cualquier cosa que beneficia a los bancos ahora mismo perjudica a los ciudadanos, mientras que cualquier cosa que pueda beneficiar a los ciudadanos tumba a los bancos.

Por tanto, ha llegado la hora de que nos planteemos de una santa vez a una pregunta que hice hace ya bastante tiempo. ¿Podemos rescatar el sistema financiero?.

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  1. en respuesta a Sasha
    -
    #21
    23/11/12 02:30

    No se de que imagen se habla pero la segunda frase de tu comentario es buenísima, ha sido leerla y ver la Camacho en mi mente, en algunos casos vale más una frase que mil imagenes..


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