Hace un tiempo, escribía un post a cuenta de unas declaraciones de Cebrián que echaba la culpa de los males de la prensa a los blogs, (entre otros). Hoy en día nos encontramos con que los problemas en la prensa se agudizan; el economista, en plan triunfal, va de recorte en recorte y proponiendo menos páginas, unidad editorial está teniendo unos problemas importantes, la situación de Prisa es de todos conocida e Intereconomia, resulta que después de pedir dinero, resulta que tiene que abandonar su local.
Por supuesto, la situación económica es la que es, pero esto no explica por sí solo esta debacle, ya que se equilibraría la dificultad de todo el mundo, con la necesidad de obtener información y entender la realidad, que es hoy como el comer. Ya sé que su necesidad es el cobrar, pero en realidad deben recordar que para cobrar hay primero que ofrecer algo. En medio de todas estas historias sobre la creación del valor añadido, parece que unos cuantos se han olvidado del valor principal.
Y este es el grave problema de la prensa, el hecho de que directamente se hayan vendido a la realización de reportajes, se hayan olvidado de su punto crítico y de la tarea de investigación y se hayan convertido en un tablón de publirreportajes vestidos como si fuesen noticias, en las que ni tan siquiera ellos deciden sobre que opinar. El valor de un periódico no está en la manipulación, ni en escritos novelescos, sino que está en investigar, en la sinceridad y en mostrar una realidad que normalmente se esconde.
Y estos son los periódicos de hoy en día; unos lugares donde de repente encontramos muchos olvidos, que sin embargo otra gente va encontrando. Es así de triste, pero resulta que hemos llegado a un punto en el que incluso desaparecen países enteros del mapa, sin que nos enteremos.
Un caso paradigmático había sido el famoso de Islandia, que una vez tomadas unas decisiones desapareció del mapa, al igual que otros cuantos países que ahora se unen al anonimato, aunque por razones muy variadas.
¿Cómo ha quedado la situación en Turquia?, ¿y el caso de la televisión griega?, ¿Qué ha sido de Chipre después del salvaje golpe en el que nos hemos encontrado?, de hecho, ¿Cuál ha sido finalmente el recorte a los depósitos?, ¿la situación de Detroit que presenta suspensión de pagos y nadie ha hecho el mínimo análisis?.
Tantas y tantas cosas han desaparecido del mapa, dejan muy a las claras la situación de una prensa que no se puede permitir estas situaciones. Pero si el ámbito internacional es un cachondeo, con unos medios limitándose a reproducir al financial times o similares, la crítica en el sentido interno llega a puntos absurdos en una situación en la que la inmensa mayoría de las corruptelas y escándalos, no vienen descubiertos por la prensa, sino que vienen derivados de casos judiciales, originados en unos juzgados y en una fiscalía que tampoco es que sean lo más incisivo que nos podamos encontrar.
Salvo los papeles de Bárcenas, que podemos entender que ha existido cierto origen en los medios, (aunque sólo sean por las filtraciones primero a “el mundo” y luego a “el país”), la inmensa mayoría de los escándalos conocidos y los desconocidos han pasado y crecido durante años, sin que ningún periodista pudiese publicarlo, a pesar de que son muchos y muy variados, tanto que es imposible no verlo.
No deja de ser curioso, que en este país, tanto los juzgados, como los fiscales, como los periodistas, sólo descubren las miserias del caído. ¿Alguien recuerda publicado un escándalo de BBVA, de Banco Santander, de Abertis…?. De hecho, es curioso, pero una vez caídas las cajas, una vez caído Díaz Ferrán o una vez caído Ruiz Mateos, se empieza a escarbar para explicar y encontrar el titular más escandaloso.
Sí quieren utilizar un símil, siempre he entendido que la prensa debería funcionar como un médico, (de los buenos), que sea capaz de descubrir y destapar la enfermedad cuando nadie la ve, sin embargo en lugar de esto tenemos una especie de cuerpos de forense, que además resulta que nos dan explicaciones parciales de las razones de la muerte o la caída de alguien. Y esto puede tener valor a efectos de morbo, y de diversión, pero este no es el valor principal de las historias.
El valor principal es llegar a descubrir lo que se esconde tras lo que aparentemente está bien, y no en cebarse en quien ha caído. No creo que sea nada complicado, pero el problema es que el que está bien tiene el poder, (entre otras cosas por esto está bien), por lo que se pliega y en este sentido nadie parece tener el valor de enfrentarse, de buscar otro punto y de criticar, y aunque algún dato se encuentre, lo que se hará será llamar para tragarse cualquier explicación tonta que se nos ocurra.
Y entonces resulta que nadie cuestiona las cuentas de una empresa, (justo hasta el momento en que nos encontramos con que caen y resulta que nadie se las creía), o llegamos al momento en que el PP elige un lema de “dicho y hecho”, para transmitir que han cumplido lo que dijeron o que Rubalcaba se sienta medio cómodo alcanzando un pacto con el PP por que este ha virado, (ya me dirá alguien en qué) y no haya la más mínima crítica de fondo con datos, artículos y demás; tan sólo unos artículos de opinión en los que nos podemos encontrar desde el Sostres buscando como cabrear a todo el mundo o Marhuenda que ya no sabe como defender salvajadas.
Necesitamos la prensa, necesitamos la información y por supuesto necesitamos que se cuestione absolutamente todo cuando nadie se lo cuestiona. Y entre lo que se dejaría de robar y las pérdidas que cada uno podría evitar si se hiciesen públicos todos los atropellos que día tras día se cometen, podríamos pagar lo que ese trabajo merecería, y además estoy seguro que se pagarían con gusto. Además resulta que la integridad atraería publicidad, (por lo menos de empresas y entidades íntegras, que las hay), y por lo tanto, con todas las dificultades del mundo existiría la posibilidad de un negocio, que jamás sería seguro, sino que sería un negocio.
Pero los atajos y el pretender cobrar por hacer de forenses, no va a funcionar, porque a duras penas funciona gratis. ¿Cómo va a pagar alguien si el mayor valor en muchos medios está en los comentarios?.