El viernes, 23 de octubre de 2009, publiqué una fabula sobre los “expertos” que pululan por el entorno económico. Esa fabula era la consecuencia a un post algo antiguo sobre determinados informes, que podríamos calificar como innovadores. Pero lo cierto es que debo reconocer que he sido un poco presuntuoso ya que pretendía hacer un relato irónico, parodiando a estos expertos. Sin embargo, ha llegado un fin de semana para demostrar que he intentado algo que jamás podría conseguir. En solo un fin de semana, los acontecimientos me han superado y lo que podría parecer gracioso o exagerado, simplemente ha sido superado por los trabajos de los expertos que supongo que tenían muchas opiniones que formar y muchos periódicos que llenar.
Particularmente activo ha estado el IESE con tres análisis increíbles. El primero es un artículo de Jaume Llopis, profesor del IESE, en el que por fin tiene la solución a esta crisis. ¡vender pisos!. El entrañable profesor, afirma que si se venden pisos, se venderán electrodomésticos, muebles,… En fin, que volveremos a lo de antes. Sólo una pega le veo yo a la solución y es que para vender algo, normalmente tiene que haber compradores, y con los sueldos que hay en España, (en el caso de aquellos que los mantengan claro), la cosa está un pelín complicada, por no hablar de tonterías tales como una cierta burbuja inmobiliaria, (que dicen por ahí que tenemos), o unos bancos que adornan una barbaridad y consumen un mundo, pero lo que es dar créditos, justito. Pero bueno, matices aparte, hay que reconocer que la solución es imaginativa, (si olvidamos que ya la hemos probado los últimos años, claro).
El segundo de los analisís, recogido en todos los periódicos, hablaba de que se van a subir los impuestos hasta el 2014. La verdad es que el informe en cuestión, o por lo menos la nota de prensa, es un batiburrillo impresionante donde se mezcla todo, desde la productividad, el déficit, la inflación. Voy a intentar explicar las increíbles burradas del citado documento pero no es sencillo conseguir que se entienda.
Lo primero es que comienza afirmando que el estado debe reducir el déficit en 30.000 millones, (lo cual es más que evidente). Sin embargo luego arremete y empieza a mezclar cosas, y de esta forma “ Alerta de que, a menos de que los gobiernos sean excepcionalmente fuertes, "los retrasos producidos -en esta subida de impuestos- pueden disparar la inflación, provocar tipos de interés más elevados (debido a los importantes volúmenes de deuda pendientes de pago) o ambas cosas: la fórmula de la estanflación".”. Ya estamos, en solo una frase no creo que pueda ser posible cometer tantos fallos que podemos analizar:
- Los retrasos en la subida de impuestos pueden disparar la inflación. ¿Y esto porqué exactamente?. Resulta que los retrasos en la subida de impuestos pueden implicar que la demanda no caiga, pero sinceramente hoy no creo que eso nos pueda generar un problema de inflación. De todas formas, lo curioso es que si algo genera subida del ipc es la subida del IVA (digo yo), de tal forma, que no acabo de entender muy bien esta frase.
- Por supuesto, la deuda provoca que a todos nos cueste más financiarnos; se puede explicar mediante el efecto desplazamiento, o con el más elemental sentido común, ¿Cuánto voy a tener que pagar yo por un préstamo si el banco le puede dejar al reino de España al 4?
- Lo que no acabo de ver clara es la redefinición de estanflación, palabra que estos expertos siempre nos ponen encima de la mesa, (o la de hiperinflación). Lo curioso es que parece que en mis tiempos estanflación era la combinación entre inflación y bajo crecimiento. Ahora resulta que la formula son altos tipos de interés e inflación y todo por culpa del déficit. En fin, cada día me encuentro una formula nueva.
El documento propone soluciones, curiosas también. La primera es reubicar “el talento empresarial”, con lo que supongo que en breve tendremos un carnet por puntos para empresarios, (supongo que con cursos impartidos por el IESE), por que no acabo de entender otra forma de reubicar “el talento empresarial”; por cierto, que no puedo reprimir la gracieta; ¡Es que sólo imaginarme a nuestros constructores reubicándose en la biotecnología o haciendo naves espaciales!. En fin.
Pero las siguientes conclusiones son un lio padre y la verdad es que voy a copiar y pegar porque no soy capaz de resumir: “ IESE defiende que "las políticas actuales, aunque probablemente conseguirán evitar una depresión, están creando grandes desequilibrios para el futuro inmediato", por lo que rechaza las "estrategias de salida de forma prematura".”. Aquí simple y llanamente tendrán que explicar un poco mejor la solución, por lo que no sé si las políticas actúales son buenas, malas, porque aunque parece por un lado que no están de acuerdo, pero por el otro parece que se rechazan las estrategias de salida, con lo cual yo me lío y mucho, sobre todo porque en el siguiente párrafo habla de “disminuir las reservas de liquidez que han estado inyectando los bancos centrales en el sistema financiero para apoyar los flujos normales de crédito”, lo cual creo que parece que quieren la estrategia de salida, ¡esa que rechazaban!.
Con “esta política de prudencia para evitar riesgos de alzas de precios que amenacen una incipiente recuperación, implicaría unos tipos de interés más altos y una reducción de los beneficios bancarios”, y aquí me desmontan definitivamente, ya que si bien afirman que las políticas evitan la depresión, vamos a quitarlas para eliminar los riesgos de alzas de precios de una recuperación. Por no hablar de que para supuestamente evitar la estanflación, (párrafo anterior), nos encontramos con que el organismo propone que suban los tipos. En fin, curioso, sobre todo cuando en la pirueta final se concluye que esta crisis es peor que la del 29.
Juro que he tratado de hacer entendible este post, pero comprenderán que uno tiene sus límites, y tratar de dar sentido a todo este batiburrillo me parece que supera ampliamente los míos. Por cierto, que tampoco acabo de entender como no acaban esquizofrénicos del todo.
Pero bueno, comentaba que existía otra noticia alrededor de IESE, una gran escuela de negocios, (en lo que sí somos líderes), en la que se hablaba de la cultura del mínimo esfuerzo como germen de esta crisis. Es evidente que tal afirmación es muy correcta y es difícil estar en desacuerdo con ella. Sin embargo, a pesar de hacer una exposición muy buena, el artículo finalmente concluye con el alegato de siempre: “La cultura del mínimo esfuerzo tiene mucho que ver también con que cualquier intento de incrementar la productividad acabe en un conflicto social, o con que la mayoría de los universitarios prefieran empleos blindados por oposición, por convenio o por ley que emprender aventuras empresariales, o con que mantengamos ineficaces sistemas de protección sin coste (esfuerzo) para el protegido o que nuestros profesionales destaquen siempre por su simpatía y jovialidad pero no por su capacitación”. En fin, y eso que antes hablaba de especulación, pelotazos y demás. Total que un artículo que arranca hablando de lo bien que lo hace el IESE, se concluye disparando contra lo de siempre: trabajadores, funcionarios y pensionistas o desempleados. En fin, lo dicho. Cogemos la introducción que nos dé la gana y luego ya concluiremos lo que queremos oír. Iba a poner la argumentación previa que hablase de alguno de los colectivos mencionados, pero no la he encontrado. Lo siento pero el argumentar parece no estar de moda.
Por supuesto este fin de semana ha salido también el estudio de que el cambio de hora ahorrará 300 millones de euros al año, emitido por el IDEA, pero sin que explique exactamente como se ahorra energía. Por un lado, nos encontramos con que las empresas e industrias, encienden las luces cuando entran y las apagan cuando se van, por lo que es difícil entender en que se va a ahorrar algo. (¿Alguien ha visto un comercio, tienda, administración u oficina con las luces apagadas?). Por otra parte, las familias, cuando nos levantamos, encendemos las luces siempre, y entendiendo que cuando llegamos por la tarde las encendemos otra vez. Pues al final resulta que no acabo de ver ni un solo euro ahorrado. Por supuesto, debe ser que el estudio es recurrente y en consecuencia ya no nos explican las causas del ahorro.
Pero lo más curioso es que según esta web, que si tiene más sentido, se ahorra en el sentido de cambiar la hora EN VERANO. O sea que el cambio de hora del 24 de octubre, no es para ahorrar, sino que es para volver al horario normal. Por supuesto tiene más sentido este argumento, por que por lo menos no entramos en la tontería de explicar porque ahorramos cuando adelantamos la hora y ahorramos cuando la retrasamos.
En fin, sólo faltaba alguien sacando el informe curioso sobre el tráfico, y la verdad es que fui un poco optimista, pensando que el grupo fomento podía volver con sus ideas de poner el límite a 140 en las autopistas, (solo las de peaje), para crear valor. Sin embargo, fomento estaba demasiado ocupado pidiendo un préstamo con el BEI por 5.000 milloncetes, (Estos no le han hecho demasiado caso a los del IESE).
Lo que está claro es que esta crisis no se puede entender es que exista tal cantidad de afirmaciones, cuando menos no demostradas ni argumentadas, en los periódicos sin que exista el menor atisbo de crítica. A veces debemos tener en cuenta que debemos mirar el conjunto de la situación y no los distintos aspectos uno a uno, para no llegar a absurdos como los que nos ocupan.