El 27 de noviembre de 2009, se aprueba la ley de economía sostenible, Que en palabras de la vicepresidente producirá oportunidades económicas y laborales.
La verdad es que estamos en lo de siempre, y conviene recordar en primer lugar que el papel del estado ha de ser garantizar que se cumplan unas determinadas reglas de juego y no el de dedicarse a buscar oportunidades de negocio, que siempre, al final, suponen un coste para el contribuyente.
En este caso, estamos como siempre, ante otro caso de marketing, humo y una miopía increíble. Sin embargo, como siempre, si uno critica la ley de economía sostenible, siempre hay quien entienda que no queremos economía sostenible, o regulación. Pues asumiendo esta critica, diré que esta ley es una autentica tontería, porque para empezar no habla de economía para nada.
Por mucho que me proponga no acabo de entender como es posible que un gobierno socialista no se preocupe en lo absoluto de mejorar las condiciones de la demanda, (ante una crisis de demanda, y toda la sociedad atrapada en un contexto de salarios contenidos durante años, especulación salvaje y la más que previsible factura del endeudamiento público).
En fin. ¿Solucionamos el problema de la precariedad?, ¿solucionamos el problema del proteccionismo a sectores de productos básicos que destrozan las rentas de los trabajadores?, ¿solucionamos el dislate de que la presión fiscal recaiga sobre los trabajadores?. No señor. ¿solucionamos el problema de la gente que no puede pagar el piso?. Pues no hace falta, mientras solucionemos el del banco.
Nos sacamos una ley para que las tiendas no puedan tener más de 21 grados en invierno y menos de 26 en verano. ¿Alguien la cumplirá?. Pero es que lo más triste es que ya está bien de tanto cachondeo, y lo que hay que hacer es liberalizar el sector eléctrico de una santa vez, y acabar con los negocios en las renovables, dejarse de cuotas y permitir que bajen los precios, y que desde luego los campeones energéticos se fastidien. Claro que en lugar de esto, resulta que en los bares no se va a poder poner la calefacción, lo cual vendrá muy bien para los fumadores, no tengan diferencias térmicas, y desde luego para las farmacéuticas que no tendrán que inventar cuentos para vender a todos los países las vacunas de turno.
Pero claro. ¿Vamos a tratar de evitar el cachondeo de las grandes eléctricas que hacen su agosto a costa de los que todos conocemos?. Se anuncia una reforma del CNE, que temo no dejará de ser la defensora de las eléctricas, pero desde luego no se dice ni una sola palabra del déficit inventado, que cuestiona hasta Europa. De liberalizar y conseguir que se pueda producir energía limpia y más barata ni hablar. Lo que se trata es de generar negocios y que los tenderos pasen frío o calor, según clima y zona. Es más, daremos 20.000 millones, (supongo que no tardarán en adivinar quien los va a pagar), para que monten sus negocios en base a todo tipo de concesiones y cuotas. Claro que luego nos encontraremos con la burbuja de la energía, (la que están montando hasta en el slogan de la verbena del fin de semana pasado).
¿Qué tiene de sostenible que seamos nosotros los que financiemos los monopolios, que luego unidos a los centros reguladores que pagamos nosotros, nos sangren otra vez?. Y por cierto, respecto al aspecto económico, prefiero ni hablar.
Acomete una reforma de la comisión nacional de telecomunicaciones, (esa que defiende a las empresas ante los organismos europeos), lo cual da miedo. No tengo ni idea de cual es la reforma planteada, y mosquea que no se diga. Y por supuesto otra muy ambiciosa que es bajar a cinco consejeros la comisión nacional de la competencia, que para lo que hace pueden dejarlos a cero.
Otra de las medidas es anunciar que se podrán constituir sociedades en 24 horas y por 100 euros, lo cual es otra tontería ya que según el gobierno actualmente ya se pueden constituir en 48 horas. Claro que olvida el gobierno que las sociedades se crean para vender un producto. Y para eso suelen ser un matiz importante la existencia de clientes, (lo que hoy escasea). Por cierto, alguien dirá que ahora no se pueden constituir las empresas en 48 horas, a lo que es fácil refutar que las promesas valen menos.
¿Qué me queda?. Ah si, ahora que ha pinchado la burbuja inmobiliaria, dejamos la deducción por compra de vivienda, (salvo a los que no la puedan comprar, porque ya me dirá alguien como con un sueldo menor de 17.000 se plantea alguien comprar un piso); Eso sí, lo dejamos a partir del año que viene, que tenemos que hacer la del comercial barato de concesionario de coche, con el típico: “piénsalo rápido que te subo el precio”, o el “como esperes por la bajada de pisos, te va a salir más caro, luego estás jodido”. Pero como ha pinchado la burbuja inmobiliaria, lo que se trata de hacer es montar la del alquiler, porque ya explicará el gobierno el dislate de quitar la deducción por vivienda habitual debido a que se montó una burbuja y luego ponerla en el alquiler; ¿Espera otra cosa que ofrecer una mejoría de las rentas a los que ahora tienen los pisos o una burbuja en alquiler?. Claro, solo para los jóvenes, pero resulta que los dueños de los pisos, (y dicen por ahí que los bancos tienen algunos), pondrán el precio más alto posible. A los que son jóvenes como son mileuristas, que paguen con la deducción. A los mayores, se supone que tienen sueldo mejor,.. Pues cazados. Total, burbuja para el alquiler, que con los cuantos desahuciados obra y gracia de las políticas pasadas, ahora van a caer en la siguiente.
Por supuesto, sacan también una deducción para que invirtamos en la construcción y hablan del 10% de un máximo de 10.000 euros al año. En fin, ya imaginamos para que es esto, ¿no?.
Se habla del fondo para la compra de los derechos de CO2, lo cual tiene su autentica coña, ya que no nos llegan con los mercados de commodities y ciertos problemitas que nos traen a todos por la calle de la amargura, y ahora viene el estado a crear un mercado nuevo, donde curiosamente las eléctricas podrán vender todos los derechos de emisión que graciosamente les regalamos, para que luego los tengan que volver a comprar, de tal forma que el beneficio del especulador de turno, se incluya en el coste de la energía, que como todos sabemos, jamás podremos pedir que baje, sino que debemos pagar religiosamente.
Por supuesto, el estado debe entender de una santa vez, que ya está bien de generar negocios, de generar oportunidades y de generar mercados cautivos y desde luego de coger el dinero de donde no lo hay para dárselo a las empresas.
Nos queda esto que le ha encantado a los autónomos, (gracias a dios que está todo el mundo contento), que es la ley de la morosidad. Claro que este gobierno está asumiendo que la gente o los ayuntamientos tardan en pagar porque quieren; cuando la triste realidad es que no hay un duro. Y ante eso, pueden obligar a lo que quieran. Ni a punta de pistola conseguirán un dinero que no hay.
Esto no es economía sostenible, no es economía y desde luego no es sostenible. Es un disparate de tomo y lomo, que simplemente se podría esperar del otro partido de la oposición, (que al final envidiará al PSOE porque por alguna curiosa razón en este triste país, no se puede criticar a un partido, que lleva la palabra obrero en el nombre y usa nombre preciosos para sus leyes).
Hoy en día, es facilísimo tomar cualquier medida que haga el sistema algo más sostenible. Sólo hace falta rectificar en algo el camino que hasta aquí nos ha traido.
Hay que recuperar el poder adquisitivo de la gente, hay que conseguir mejorar la renta disponible, el estado debe dedicarse a prestar los servicios al menor coste posible y dejarse de tonterías de generar negocios; debe ponerse un poco de orden en el mercado laboral que es el más flexible de todos, deben liberalizarse todos los mercados cautivos, con cuotas, subvenciones, y demás historias; deben reformarse los mecanismos de reclamaciones de los consumidores, inversores y usuarios de sistemas financieros; Y tantas y tantas cosas. Que se resumen en que al final un modelo productivo surge de unas condiciones, y esta ley empeora todas y cada una de ellas.
Sinceramente no acabo de entender esto, y la verdad es que hoy llevo cabreo doble, porque increíblemente hemos elegido un español para defender la competencia en la Unión Europea, hecho que me parece el colmo de la desvergüenza, ya que competencia y España son términos incompatibles. Por supuesto no puede sorprender el hecho de que su primer objetivo sea estructurar el sistema financiero Español, en el sentido de hacer entidades más grandes y poderosas; al revés de lo que se está haciendo en todo el mundo y desde luego para reducir competencia.
Y del resto de partidos políticos y agentes sociales, yo ya no voy ni a hablar, porque sinceramente, es completamente patético todo. Nos sorprendemos por la crisis, pero a mí a veces me cuesta entender cómo demonios estamos tan bien, (bueno, como estamos…).
La economía es un círculo, y si no funciona, no hay nada que hacer. Ya basta de intentar distribuir la renta hacía los de siempre. Eso no tiene futuro y jamás lo ha tenido. Y se pongan como se pongan, en estas circunstancias el modelo que van a tener es muy fácil de ver.
Y por dios, quien no pueda hacer algo mínimamente serio e inteligente, que se vaya para casa. Por cierto, ya puse un post un día sobre lo que son medidas insostenibles, y perdón por poner tanto link en este post. Simple y llanamente cabrea que no hayan detectado ningún problema ni ofrecido ni tan siquiera no empeorarlos. En este sentido la verdad es que aunque alguien no se lo crea, he dejado bastantes links que me gustaría poner fuera.
Un saludo.