Otro tipo de impuestos que nos encontramos ahora es la aplicación de impuestos directos a los consumidores. Para analizar los efectos de subidas (o bajadas) de los impuestos sobre la renta sobre cada mercado en particular, debemos tener en cuenta, que el proceso en este caso, se articula a partir de la renta disponible. Supongo que nadie tendrá problemas para entender que los efectos de una subida del irpf lo que consigue es que todos tengamos menores ingresos. Por lo tanto esta nueva situación provoca que cambie (a la fuerza), nuestra estructura de consumo.
Una subida de los impuestos directos a las rentas de las personas, provocará pues una bajada de rentas, y al revés. Ahora bien, para analizar como afecta esto a los distintos mercados de bienes, debemos tener en cuenta que existen varios tipos de bienes, de forma que los efectos varían; técnicamente existe un concepto denominado elasticidad renta, (que puede ser positivo, negativo o cero).
Para que lo entendamos todos, es fácil determinar que existen bienes que consumiremos más cuando suba nuestra renta. Por ejemplo; turismo, electrónica, ocio… Es fácil entender que a igual precio, la cantidad de viajes vendidos por una agencia de viaje será mayor cuanto mayores sean los ingresos de los ciudadanos. O mirando desde el otro lado, si se incrementan los ingresos de cada uno de nosotros estaremos más dispuestos a pagar un precio mayor por bienes referidos. La misma relación pasa al contrario, por tanto, cuando suben los impuestos, baja nuestra renta, deberemos tener en cuenta que habrá bienes que “nos costarán” más. (En el sentido de que tendremos que hacer un esfuerzo mayor por ellos).
Gráficamente, se puede ver muy fácil, en el esquema típico de demanda y oferta. Observando como la bajada de renta en este tipo de bienes desplaza la curva de demanda hacía abajo, (para el mismo precio, menos clientes; o bien para los mismos clientes tenemos que poner el mismo precio).
En estos casos el incremento sobre la renta provoca el efecto exactamente contrario al anterior de tal forma que el desplazamiento en la gráfica es exactamente el contrario.
Estos efectos van a ser los primeros que nos vamos a encontrar en la subida de impuestos directos, pero obviamente no van a ser los últimos, por que alterando la situación de los consumidores españoles, vamos a desencadenar una serie de efectos que se retroalimentan, y que van a ir causando una cadena de acontecimientos que poco a poco iremos desenmarañando.
¿Cómo afecta a las empresas Españolas?. Tendremos que saber que producen las empresas españolas. Por que unas saldrán beneficiadas y otras perjudicadas.
¿Cómo afectará al empleo?.
Pero una cosa está clara y se ve a simple vista. El concepto de valor añadido es un concepto que tiene una relación muy fuerte con la renta. Cuando se incrementa nuestra renta siempre tendemos a buscar productos o servicios de mayor valor añadido, o que nos ofrezcan unas determinadas características accesorias que nos compensa pagar. Por lo tanto, los bienes de gran valor añadido son claramente productos que se comportan de acuerdo a la gráfica 1.
Los bienes de bajo valor añadido, son los que consumimos cuando nuestra renta baja. En consecuencia, estos bienes son los representados en la segunda gráfica.
En consecuencia, es fácil determinar que es totalmente incoherente la medida de subir los impuestos directos con la intención de buscar una economía basada en el alto valor añadido.(A menos que se compense con otros argumentos que hagan subir la renta disponible de los ciudadanos).
Lo cual nos lleva a lo que ya me he preguntado cuando hablé de los modelos económicos: ¿Cómo vamos a pretender desarrollar valor añadido si se condena a los clientes a ir hacía el low-cost?. Si todo el mundo, y las empresas están ahorrando más parte de una renta menor, ¿Quién va a invertir para generar bienes de mayor calidad?.