A veces me pregunto por los límites de los expertos, (la realidad es que me pregunto si existen). Desde luego tengo que reconocer que la capacidad de superación es increíble. Cuando piensas que no te van a sorprender, resulta que lo consiguen y vamos, si lo consiguen con toda claridad.
Hodar, quizás sea una de las personas más queridas y a la vez más odiadas de este mundillo que tiene desde luego varios nombres propios. Sin embargo, todos conocemos que la especialidad de Hodar es el análisis técnico y junto a los del bolsagora, la realidad es que creo que son los exponentes de los expertos a sueldo de los dos medios con más visitas en internet de carácter financiero.
Pero lo que no esperaba era leer un artículo de este señor en Expansión, tratando de explicar a los accionistas de OHL que el efecto dilución no va con ellos. No podemos decir que se le dé mal escoger el titulo de los artículos que publica, ya que lo denomina: “La ampliación de OHL no debe, en ningún caso, invitar a vender”. Declaración de intenciones en toda regla.
En fin, el Sr. Hodar no está muy de acuerdo en que los accionistas de la empresa OHL hayan vendido acciones en cuanto se anunció la ampliación de capital de tal forma que el valor en bolsa acabó perdiendo un 8% tras conocerse la noticia de la ampliación. La primera sorpresa que llevo es que un analista técnico habla de llevar la contraria al mercado. Le juro que hasta ayer yo creía, (y así lo escribí en el post al que lleva este link), que los analistas técnicos partían de que los inversores, disponían de toda la información disponible, la trataban correctamente y esta se recogía en los precios. Sin embargo, aquí nos encontramos con la primera noticia de relevancia, ya que este articulista se atreve a llevar la contraria al mercado. ¡Y de qué manera!, porque está claro que no llega con recomendar sino que directamente afirma: “Es necesario explicar qué es una ampliación de capital y decirle al accionista que, para él, no hay efecto de dilución”. En fin, en otros tiempos, hubiese leído eso y como creo que ya sabía lo que es el efecto dilución, pues hubiese cambiado de noticia. Tal y como está el patio de los expertos, la verdad es que no puedo más que seguir leyendo porque intuía que el Sr. Hodar me iba a dejar con la boca abierta.
Y la verdad es que no me ha sorprendido en absoluto. En principio, plantea una distinción entre las ampliaciones de capital de la banca y las empresas que endeudadas al extremo, tienen que desinvertir y pedir dinero a los accionistas y el caso de OHL que es el de una empresa saneada, que gana dinero, y que aspira a conseguir dinero para crecer y expandirse. Las dudas que me surgen son en este punto básicamente dos:
· ¿Por qué hace tal distinción, si el mismo autor defendió con uñas y dientes la ampliación de Santander, que por cierto era para dotarse de más reservas y no para crecer?
· ¿Qué proyectos tiene OHL?. ¿Alguien lo sabe?. Supongo que el articulista sí, pero desde luego parece que olvidó decirlos.
Lo siguiente es de nota, porque después define el efecto dilución, y define ¡la bajada del valor de la acción por el derecho de suscripción!. Textualmente afirma: “El día en el que se inicia la ampliación, la cotización sufre una caída con respecto al cierre del día anterior. Es lo que se llama efecto de dilución. Pero si usted es accionista, la caída no le afecta, porque lo que baja la acción, es justo, lo que vale el derecho.”.
En fin. ¡y yo que creí que no iba a aprender!. Luego nos hace el cálculo y llega a la conclusión de que si la caída del valor de la acción es igual al derecho de suscripción que como se puede vender, realmente no supone ninguna variación. En fin. Yo creía que el problema de la dilución es que tras la ampliación, cada vez que la empresa pagase dividendos, iba a repartir los beneficios entre más socios, de tal forma que si los beneficios distribuidos no crecen en la misma proporción que el capital ampliado, pues a cada accionista le corresponde una cantidad menor.
Desde luego estaba equivocado, porque como nos señala el Sr, hodar: “Si lo pide a sus accionistas, está utilizando una de las funciones de la bolsa: la financiación empresarial. Para la empresa, al margen de los gastos normales, el coste del capital es cero, y el procedimiento simple: se emiten más acciones”. Así se explica que no exista lo que yo creía que era el efecto dilución: ¡no se les paga un duro a los nuevos accionistas y punto!. Hombre, a lo mejor tenemos que cambiar alguna ley que otra y hacer un esfuerzo a los nuevos accionistas para que den una subvención a fondo perdido a OHL, pero bueno, lo que antes de empezar a leer me parecían imposibles, ahora ya me parece hasta normal.
Por supuesto no me ha hecho gracia esto de que diga que explica las alteraciones de los precios de la ampliación de capital por un efecto psicológico “estúpido, pero funciona”. Y yo sinceramente debo ser un poco estúpido porque no entiendo nada de lo que dice a continuación:
“El personal se lanza a comprar, pensando que en cuatro días subirá a 10. Una ampliación puede tener un efecto perverso: el capital captado hay que ponerlo a trabajar y que rinda en línea con el capital anterior. Si no es así, el dividendo se verá afectado negativamente.
El anunció de una ampliación de capital, tradicionalmente, ha cotizado al alza por la posibilidad de comprar acciones a un precio inferior, y sólo pueden llevarse a cabo en fases alcistas. Si la cotización está bajando, el derecho llega a valer cero y se va al garete.”
No acabo de entender nada, pero nada de nada. ¿Cuándo sube la acción?, ¿no subía el valor del derecho de suscripción?. Yo es que juro que al principio de la lectura entendía que había una diferencia entre el valor de las nuevas acciones y de las viejas, que era el derecho de suscripción. Ahora resulta que parece que no. Pero claro, me habla de que el capital hay que ponerlo a trabajar. ¿pero no habíamos quedado en que este era a coste cero?
Pero es que si la acción baja del precio fijado para la emisión de las nuevas acciones, el Sr. Hodar ve un problema en que el derecho de suscripción vale cero. Mire por donde yo creía que el problema en ese caso sería para la empresa que supongo que tendría problemas para colocar las nuevas acciones. (digo yo que los inversores, comprarían de las viejas, más que nada porque salen más baratas), y que los accionistas, más que preocuparse de la pérdida del valor de los derechos, a lo mejor se preocupan de la pérdida del valor de las acciones.
En fin, la verdad es que debo ser estúpido, pero tampoco hace falta que nos lo restriegue, ni a mí, ni desde luego a los inversores estos que han vendido, (ya bastante tienen ellos con no ser capaz de ver el negocio, y hombre piense que si no los insulta para la próxima igual compran su libro).
¿Acabó?. Pues no, quedan dos perlas; “La empresa no necesita dinero para fortalecer su balance, que es sólido; ni para aliviar un pasivo que le ahogue, porque es la menos endeudada de las constructoras y la única que está sometida, voluntariamente, a rating.”. En fin, seguimos sin saber para que necesita el dinero, aunque ya van dos veces que nos dicen “para que no”. Y claro me gusta lo del rating, y ahí va la segunda perla: “Un rating que dos agencias de calificación le han bajado a nivel de bonos basura. ¿Razón?, que de la noche a la mañana estas agencias cambiaron de vara de medir, para no volver a cogerse los dedos como les ocurrió con Lheman Brothers. Hay que saber que la relación en la que se basan: deuda con recurso y ebitda con recurso es la mejor del sector.” O sea que tiene un rating a nivel de bono basura, pero que no nos preocupemos porque realmente tiene la mejor deuda con recurso y ebitda con recurso del sector, sector en el que por cierto, acaba de recordarnos que el resto del sector ninguna tiene rating.
En fin que yo creía que si una empresa plantea una ampliación de capital los accionistas tienen miedo que el beneficio a repartir toque entre más y en consecuencia se esperen menos beneficios, y en consecuencia baje el valor de la acción. (derecho inclusive).
Que cuando se fijase el valor de las nuevas acciones, (siempre más bajo que el valor de las acciones, comenzarían a cotizar un día las acciones desdoblando el precio entre acción y derecho), de tal forma que el valor del derecho va a ser función de la diferencia entre el valor de la acción vieja en cada momento, (creo que siguen cotizando) y el de la nueva, (que es fijo). Pero va a ser que no.
En fin, no me acostaré sin aprender una cosa más. Casi me arrepiento de haber escrito el post sobre la prensa y los blogs, ya que desde luego solo a un estúpido como yo se le ocurriría dudar de los medios de comunicación “serios”.