Todo lo referido a la inflación, al final da para un listado impresionante de “errores” deslizados a la opinión pública y generalizada. Esto en parte viene derivado de que al final el IPC se ha usado para todo, siendo en realidad un índice de una parte de los precios de una economía, y desde luego, como toda medida, sujeta a interpretaciones varias.
Pero hay sin embargo una frase siempre me ha impactado: “la inflación es el impuesto de los pobres”, una frase que se ha generalizado y que hay que reconocer que desde el punto de vista comercial es muy buena; como podemos comprobar es muy gráfica, impactante y rotunda. Pero, ¿tiene sentido?.
La primera gran duda que me asalta es que la inflación se define o bien como la subida de precios de una economía, o bien como la pérdida de valor del dinero. Supongo que el lector ya ha encontrado la gran contradicción; La pérdida de valor de los pisos afecta a los propietarios de los pisos, (hoy los bancos); la pérdida de valor de los coches, afecta al propietario de los coches. Por eso: ¿la pérdida de valor del dinero afecta a los que no lo tienen?. Por que asumo que pobres es gente con poco dinero.
En fin, tratemos de analizar cuales son los efectos sobre distintas casuísticas, y a tal fin voy a comparar las situaciones en pesetas y en euros, ya que entre la peseta y el euro, han pasado muy pocos años, con una política monetaria ultraexpansiva, que diga lo que diga el IPC ha provocado una gran inflación.
- ¿Qué efectos tiene la inflación sobre una persona que debe dinero?. Pues la realidad es que es beneficiosa. La inflación hace bajar el valor de la deuda. (entendamos que no es lo mismo deber 6.000 euros que 1.000.000 de pesetas).
- ¿Qué efectos tiene la inflación sobre una persona que tiene unos ahorros?. Pues la realidad es penosa, ya que la inflación hace bajar el valor de sus ahorros. (no es lo mismo tener 1.000.000 de pesetas que 6.000 euros).
- ¿Qué efectos tiene la inflación sobre una persona que tenga su patrimonio invertido en activos?. Su patrimonio sube. Es como tener un piso en la época de las pesetas y tener un piso en la época de los euros.
- ¿Y los que tiene invertido en bolsa?. Si una empresa tiene precios en pesetas y paga en pesetas, tiene un margen, si suben en el mismo porcentaje los precios que cobra y los precios que paga, lo que ocurre es que gana más, por lo que el valor de la empresa, que depende de los beneficios sube, (por lo menos era así, antes de las velas, los grafiquitos y los análisis novedosos).
Claro que me queda, aquí un punto que analizar, ¿Qué pasa con los sueldos?. Pues en este punto está la clave de la frasecita y en este punto surge el surrealismo y el lío padre.
La frase de “la inflación es el impuesto del pobre”, la tenemos que encuadrar en la discusión entre keynesianos y los defensores de la economía clásica. En este sentido, los clásicos defendían que la inflación era un fenómeno puramente monetario, ya que los salarios se adaptan a los precios. La teoría es que sin intervención alguna, cuando suben los precios, los sueldos suben en la misma proporción de tal forma que al final no existe ningún efecto sobre los sueldos, ni sobre ninguna de las variables de la economía doméstica. El único efecto de la inflación era pues la competitividad con el sector exterior. Tenemos que entender que los economistas de la teoría clásica, (liberales, para entendernos), afirmaban que el mercado alcanzaba el equilibrio por sí solo.
Keynes, afirmaba por el contrario, que los salarios presentaban rigideces y que no se ajustaban perfectamente a los precios, de forma que cuando suben los precios, los salarios reales caen (se mantienen durante un tiempo los salarios nominales que nunca se ajustan perfectamente), lo cual a su vez llevaría a la caída de la demanda, que debería ser compensada con el incremento de gasto público, que frenase la caída de la economía en tanto la demanda baja, provocase bajadas de precios y lograsen equilibrarse los salarios reales, momento en el cual tendría que reducirse el gasto público. (Entiéndase como resumen).
Curiosamente, la frasecita en cuestión viene de Keynes que afirmaba que la inflación afectaba directamente a los salarios, reduciendo la demanda de la economía.
Y aquí es donde simplemente entramos en el surrealismo, porque aunque ya he dicho que la frase es genial, (frase comercial donde las haya), lo que no soy capaz de explicarme es que esta frase sea usada para hablar de la inflación por personas de corte liberal.
Por que estamos defendiendo primero que el mercado logra solo el equilibrio y tenemos que dejarlo actuar, pero luego soltamos los efectos de la inflación que se dan en la realidad según la visión de Keynes, (negada hasta la saciedad por los clásicos), para proponer la solución de los clásicos a un problema imposible según estos.
Claro que no acaba aquí, por que el surrealismo es que aún asumiendo que la inflación sea el impuesto de los pobres, o que afecte a los sueldos, se pide que los sueldos no incluyan las cláusulas de revisión salarial. Vamos a ver si trato de explicar la gran contradicción:
- Estos expertos que defienden que la inflación es un fenómeno puramente monetario, por que afirman que siempre llegaremos al equilibrio y los salarios reales no sufren por que los salarios nominales suben para compensar la inflación.
- Pero sin embargo, reconocen en la frase que los salarios no se ajustan, (para que afecten a los pobres, es necesario que no ajusten ya que si no el pobre quedaría como está).
- Pero inmediatamente, a pesar de que reconozcan que la inflación afecta a los pobres, tocando su capacidad de poder adquisitivo, se pide que suban los salarios nominales, (lo que siempre pasa según la teoría).
- Y todo ello con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo.
Pues el resultado definitivo, ya sólo lo podía poner algún que otro banco central subiendo los tipos, en consecuencia el euribor y en consecuencia las cuotas de los préstamos de los ¿pobres también?. La conclusión es que una vez hecho todo lo que se pedía, nos encontramos con salarios contenidos, subidas de costes financieros para las familias, subidas de los precios de los bienes para las empresas financieras, y no sé muy bien como: ¡sorpresa por la caída del poder adquisitivo!, (¡hecho por cierto que según las teorías clásicas es materialmente imposible!).
Lo importante y lo que debemos tener en cuenta que la frase de la inflación es el impuesto del pobre, sólo tiene sentido para aquellas personas que defienden que los salarios no se ajustan a los precios.
En consecuencia, no es entendible que alguien defienda una lucha contra la inflación con el objetivo de mantener el poder adquisitivo, desde un punto de vista monetarista, y menos que al día siguiente se pida contenciones salariales, (porque están automáticamente cargándose las premisas de las teorías que defienden).
Claro que esto me lleva al siguiente punto. ¿Qué es el impuesto de los pobres?. Pues básicamente es que la inflación no sea reconocida. Es así de simple. La inflación es realmente el impuesto a los que tienen dinero, (pierde valor), y desde luego es el impuesto a los sueldos pierdan a consecuencia de la inflación poder adquisitivo. Y es aquí el momento en que la tontería deja de ser la frase, que adquiere un significado profundo y pasa a serlo las políticas que se han desarrollado, así como no entender que en el origen de esta crisis está el “impuesto a los pobres”, que ya no se sabe si niegan que exista. Pero que desde luego, debería negar todo aquel que usa frases como que busca mantener el poder adquisitivo de la gente y desde luego aquel que diga que en ningún momento los trabajadores han perdido poder adquisitivo.
Y recordemos que el IPC no recoge la evolución del poder adquisitivo, (como traté de explicar en el post), no por conspiraciones varias, sino porque al final es uno de los índices que se deben usar al lado de otros muchos. (aconsejo leer el de deflación-inflación).
Saludos