Hay veces que no entiendo la poca visión de los periodistas económicos. No es que confiase en que lo habitual fuese el trabajo de investigación que sirve de guión a determinadas películas con un periodista jugándose la vida por una noticia. Pero es que entre estos extremos y ni tan siquiera tener un mínimo de coherencia a la hora de escribir los artículos, la verdad es que nos queda un gran camino.
Lamentablemente este proceso es tan normal, que supongo que el lector no acabará de identificar que es concretamente lo que me ha dado pie a semejante conclusión. A fin y a cuentas todos los días nos encontramos ejemplos de esta situación. De hecho, este es el problema y no un error puntual.
En este caso me estoy refiriendo a un artículo en el que expansión conmemora el segundo aniversario de la caída de Lehman Brothers. El artículo comienza con la exposición de la cronología oficial de los hechos. Esto es, de sorpresa Lehman comenzó a tener problemas y posteriormente desencadenó la caída del capitalismo, las intervenciones de todo el mundo y toda esta historia que ya nos suena. En definitiva, lo de Lehman fue un cisne negro que nadie esperaba y que se cargó el sistema financiero mundial.
Esta explicación es simple, fácil de aprender y sencilla. Lo malo es que viene a ser un buen cuento. Lo malo es que no hay quien se la trague, y la realidad es que la banca de inversión en USA se embarcó en unos cuantos marrones, de burbuja en burbuja, lo que llevó a que los mercados financieros desde julio de 2008, comenzasen a caer. Tras inversiones salvajes en especulación con las commodities, que comienzan a caer en julio, era cuestión de tiempo que toda la banca de inversión cayese.
Lehman fue el primero y sirvió de excusa, cabeza de turco o simplemente chivo espiatorio de la situación creada. Lo de creer que nadie se lo esperaba es del todo irracional y defender esto a estas alturas de la historia es propio de una ingenuidad tan extrema que no puede ser tomado como seria.
Lo curioso es que se supone que la prensa debería matarse a buscar inconsistencias en las explicaciones oficiales, pero increíblemente esta incoherencia la encontramos en el mismo artículo. Primero nos cuenta la historia oficial conforme Lehman arrastró a toda la banca de inversión y todo ese rollo, pero luego se hace eco de cómo va la investigación de la SEC de lo que ocurrió, (como si no lo tuviesen claro).
Es curioso, pero nos encontramos con la historia de un mail más que curioso y que según el periódico pudo salvar a Lehman. Cuenta en la segunda parte del artículo que Lehman culpaba del colapso al hecho de que no podía acceder a la ventana de financiación de la FED al igual que el resto de la banca de inversión. Antes de la caída de Lehman, la banca de inversión no podía acceder a la liquidez de la FED, de forma que tenían que acudir a la financiación de las entidades que sí podían acudir a la FED.
Este fue uno de los principales cambios que se produjeron tras la caída de Lehman, debido a la situación que generada. Oficialmente por tanto, esta medida que entonces era completamente excepcional, (aunque hoy sea ya lo más normal del mundo), fue tomada por la caída de Lehman.
Pues resulta que en este artículo nos cuentan que aparece un mail dirigido desde la FED de New York a Richard Fuld, (el entonces CEO de Lehman), en el que le confirmaba antes de la quiebra que Lehman podría acceder a la ventana de liquidez, aportando los colaterales.
¿Hay que ser Sherlock Holmes para concluir que difícilmente se sostiene la teoría de que la posibilidad de acceder a las ventanas de liquidez se debió al impacto generado por la caída de Lehman cuando se le ofrecía TAMBIÉN antes de la quiebra?.
La existencia de este mail, anterior a la quiebra de Lehman es una prueba irrefutable de que los planes de salvamento de la banca de inversión estaban preparados y listos antes de la caída de la entidad, de tal forma que los planes de rescate no pudieron ser causados por la caída posterior de la entidad.
De hecho sólo con un poco más de deducción, (leyendo mínimamente el mail), nos encontramos con una explicación mucho más de nota. El cambio para salvar a la banca de inversión estaba preparado para salvar a toda la banca de inversión. Sin embargo se necesitaba una entidad caída para la coartada y para activarlo todo.
La banca de inversión no cayó por Lehhman, la banca de inversión estaba hundida y se necesitaba una caída, (la que fuese), para activar el salvamento al resto.
Más curioso es la teoría que expone el articulista que nos dice que la lectura de esta carta, (que Richard Fuld niega haber leído, en una patética excusa), pudo haber salvado a Lehman. A ver. ¿Es tan difícil ver que esto era una competición en la que una de las entidades caía y el resto sabía?. ¿Se leyeron el mail?. Pues claro, pero Lehman fue la primera en caer, y por tanto no pudo acceder a esa ventana de liquidez.
Pero imaginemos que hubiese aguantado lo suficiente y accedido a la liquidez; ¿se hubiese salvado?; o mejor, no imaginemos nada y pensemos en las que aguantaron lo suficiente: ¿se han salvado?.
Para contestar a esta pregunta, conviene hacerse otra pregunta que puede parecer tonta. ¿la banca de inversión cayó porque la FED no actuó a tiempo dándoles más liquidez?. ¿o más bien la banca de inversión cayó por las burbujas en todos los activos financieros en las que estaban atrapadas?.
Puede parecer una tontería, pero esta pregunta es completamente clave si pensamos en la definición de un esquema piramidal. Un esquema ponzi necesita la entrada constante de nuevo dinero para que el chiringuito no se caiga. Pues curiosamente esto es lo que se pidió y consiguió en ese momento.
¿Se soluciona un esquema ponzi metiendo más dinero a los que lo cogían antes?. Pues eso, y lo peor es que en estas seguimos.
¿tan difícil es verlo?.