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¿Porque lo llaman enriquecimiento justo cuando se quiere decir legal?

 

Comprobando las sentencias para demostrar que la de Navarra no era la primera, un aspecto se repetía constantemente y no es otro que el enriquecimiento injusto o sin causa. Según las sentencias, el tribunal supremo exige tres o cuatro elementos concurrentes para que se pueda entender el enriquecimiento injusto. El incumplimiento de todos y cada uno de ellos será necesario.

El primero de estos requisitos es el incremento patrimonial o elusión de una pérdida, que se ha dado en todos y cada uno de los casos que han existido; de forma que los bancos han obtenido un beneficio directo de la ejecución.  El segundo es que además sea correlativo de un empobrecimiento de la otra parte.

Estos dos requisitos están presentes en todas y cada una de las sentencias que he encontrado; y suponen en román paladino que derivado del proceso de ejecución, las entidades financieras han obtenido un beneficio que además ha supuesto una perdida para el ejecutado.

El problema es el tercer requisito, (que a veces se desdobla en dos); supongo que es obvio entender que para que haya enriquecimiento injusto, la clave es que exista enriquecimiento, (las dos primeras) y que sea injusto que es lo que vamos a hablar. ¿Qué determina que el enriquecimiento sea justo o injusto?.

Pues la mejor definición me ha parecido la de la sentencia 128/2006 del supremo, que trataba de unas fincas tasadas  en 32 millones de  pesetas que respondía de una deuda de 17 millones y medio; en este caso Banco Herrero se adjudicó, (mediante una filial), la finca por 11.300.000 y reclamó posteriormente los 6.000.000 de principal de deuda, más intereses de 5.976.123 Ptas, más 1.347.506 de gastos. En definitiva estamos ante un impago de una deuda de 17 millones la entidad financiera obtiene en total 13.000.000 más dos fincas que la propia entidad valoraba  en 32.000.000 en el 91, (fecha de la hipoteca).

En definitiva esta sentencia explica que esto no es injusto porque nos cuenta:

 

Según reiteradamente ha declarado esta Sala, la doctrina del enriquecimiento injusto o sin causa no puede invocarse para revisar cualquier desplazamiento o atribución de bienes desde la perspectiva de la equivalencia de prestaciones, cosa que sería incompatible con el principio de seguridad jurídica y de libertad de pactos en que se apoya el tráfico patrimonial. Entre los requisitos que deben integrar dicho enriquecimiento para dotarlo de relevancia en el mundo de las obligaciones –incremento patrimonial o elusión de una pérdida, correlativo empobrecimiento de la otra parte y ausencia de causa negocial o legal que justifique la desarmonía producida–, es preciso negar la concurrencia del último y principal de ellos, entre otros casos, cuando el beneficio patrimonial de una de las partes es consecuencia de una expresa disposición legal que lo autoriza (STS de 31 de julio de 2002  , entre otras muchas), pues constituye justa causa del enriquecimiento producido la legitimación prestada por una regulación legal que lo admite o lo tolera en aras del interés social ( STS de 18 de febrero de 2003)”.

 

Traducido, lo que nos quiere decir el tribunal y desde luego todas las sentencias del supremo es que el enriquecimiento injusto nunca procede cuando existe la legitimación que lo admite o tolera en aras del interés social.  Creo que no necesitamos explicar más.

Desde luego en mi opinión a este concepto deberíamos cambiarle el nombre y llamarlo enriquecimiento legal, porque es mucho más exacto. El problema de la justicia es que es un término bastante subjetivo, porque según las personas a las que se pregunte, podemos encontrarnos con bastantes diferencias en la pregunta ¿es justo?. Para ello, es el parlamento y las leyes los que se supone resumen el sentimiento de los ciudadanos y legislan otorgando el carácter legal. Por lo tanto para entender las palabras justo como legal, tenemos que entender que existirá tanta diferencia como entre lo que el parlamento opina y lo que los ciudadanos quieren. En un entorno en el que el parlamento trata de representar a los ciudadanos, la realidad es que las diferencias no tienen que ser amplias (quedaría un margen para los malentendidos u errores), pero si en cambio el parlamento responde o se fija en otros intereses, la situación es completamente distinta y en consecuencia de la justicia a la legalidad el trecho puede ser amplio.

En el caso de las hipotecas en particular, tenemos una situación en la que, siendo muy benévolos, todo el mundo se ha equivocado.  O sea que vamos a partir del ideal de que todo el mundo actuó de completa buena fe. Pues en este caso, como poco las tasadoras y las entidades financieras cometieron tanto error como los ciudadanos hipotecados. Pues ahora que toca asumir responsabilidades y pérdidas, lo que nos encontramos es con una normativa que dice que NO ES INJUSTO que las entidades financieras obtengan beneficios, hasta el puntode que la normativa permite concluir que no existe enriquecimiento injusto: “aun cuando ésta sea notable, ni siquiera en un supuesto en que se reconoció que el precio del remate a favor de la entidad concedente fue «irrisorio y absolutamente desproporcionado».

Parece que nuestros políticos ven aquí la necesidad de una regulación exhaustiva para permitir que los tribunales puedan decretar la justicia de este procedimiento, o dicho de otra forma existe una regulación que permita que una parte de los que (como mínimo, repito) han cometido un error, que obtienen beneficios ingentes del error, lo cual choca como mínimo con todo el discurso de la responsabilidad, de los errores y por supuesto con aquello que llamamos constitución, (tanto como consumidores, como función social de la vivienda y tantas cosas más).

Pero para analizar mejor la situación en la que nos encontramos, tenemos que entender que el otro gran campo donde se maneja con cierta frecuencia el concepto de enriquecimiento injusto también tiene como protagonista al sector financiero y no es otro que el campo de los seguros.  El caso típico es el de un accidente de coche en el que tengamos daños materiales. Si el coche es nuevo no existen problemas, pero como sea un coche con unos años de antigüedad, en el que el valor de mercado sea reducido, a pesar de que tenga toda la funcionalidad y preste el servicio requerido, es posible que nos encontremos con que la compañía de seguros ante un siniestro reparable, decida declararlo siniestro total si el coste de repararlo es superior al valor de mercado del coche. El argumento es exactamente este, ya que supone que si  tienen que pagar un valor superior por el coche que el de mercado, se supone que obtenemos cierta ventaja.

En este caso, la normativa no está clara, y desde luego lo que se impone es tratar de luchar contra las entidades, que se niegan por sistema a pagar. En este caso se entiende perfectamente el enriquecimiento injusto, y nadie (entre los expertos) discute el hecho de que lo normal es que si el coche vale 100, la compañía no tiene por qué pagar 150; a pesar de la curiosa circunstancia de que a aquella persona que le reparen el coche de 15 años, con un valor determinado por la edad del coche, no va a sufrir ningún enriquecimiento, (sino que va a seguir teniendo un coche de 15 años), y a pesar también de que estamos hablando de una persona que contrata un seguro para ¿asegurarse? quedarse en la misma situación, de tal forma que la compañía en teoría cobra por asumir el riesgo, (y por supuesto no va bajando las primas en función de la pérdida de valor del vehículo o riesgo asegurado).

El problema vuelve a ser que en este país, los que determinan lo que es legal o no es legal, no parecemos los ciudadanos, y además gracias a los medios de comunicación, parece que quien determina lo que es justo o injusto, ¡tampoco!.

Pero si quieren saber lo que pienso; ¡A mi lo que me parece justo no me lo va a decir nadie!; y por supuesto si alguien quiere saber ¿Quién soy yo para decir si una cosa es justa o no?. Pues le diré que soy Tomás Iglesias y que tengo un DNI español. Lo cual me parece más que suficiente, (incluso aunque no tuviese el DNI).

 

Continúa

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  1. en respuesta a Yo mismo
    -
    #15
    09/02/11 17:01

    ¿Que qué hay que hacer? La respuesta es CAMBIAR. Algo, lo que sea, cada uno a su nivel. Pero para eso hay que estar dispuesto a aguantar los cambios y las incomodidades derivadas. Sin embargo, la gran mayoría quiere que las cosas cambien sin que les afecte un pelín a su vida. Es el famoso "que me quede como estoy", y lo que utilizan quienes más fácilmente podrían cambiar las cosas para perpetuarse con aquello de "pan y circo".

    Descontemos a todos los que escriben, siguen o comentan blogs serios, a todos los que salen a las calles a protestar por lo que sea, a todo aquel que haya decidido cambiar su voto para que no le tomen el pelo. Que tampoco es ser muy exigente, la verdad. Pues con todo y con eso, los que no han cambiado nada siguen siendo una mayoría aplastante, varias veces el número de los otros. Y es individualismo porque precisamente todo el mundo sabe que la cosa está mal, pero "mientras a mí no me afecte..."

    Primero son las personas libres y con inquietudes. Y después surgen las organizaciones, que focalizan ese liderazgo. Lo contrario, lo de esperar a que surjan la "organización" o los "movimientos" -como si no estuvieran formados por personas de carne y hueso- que hagan el trabajo, es tarea de ovejas individualistas.

    Es verdad que tú, yo y la mayoría de los que andamos por aquí estamos en el grupo de los que al menos están haciendo algo, y que somos unos cuantos. Pero no suficientes, porque si lo fuéramos ya estaría surgiendo ese liderazgo de forma natural (que coincido contigo en que líderes -no pastores- siempre hacen falta).
    Pero vamos, que mientras la ultima "noticia" del Marca o "Donde Estás Corazón" siga teniendo muchísimos más comentarios que el blog más leído de economía, política o justicia, para mí está claro que seguiremos siendo una sociedad dormida.

  2. en respuesta a Picopaco
    -
    Top 100
    #14
    09/02/11 00:55

    No es exactamente pastor, pero si que necesitamos un mínimo de organización.

    Yo creo que una parte muy importante de la sociedad es consciente de lo que está pasando, creo que es consciente de que esto va por muy mal camino, y estoy también seguro que algo tenemos que hacer.

    Pero el problema es ese... ¿que hacemos?. cada una de las personas individualmente tiene que hacer algo dentro de una organización, y ese es el problema.

    unos comentan las noticias, a otros se nos da por un blog... otros están en la calle protestando... pero cada una de las medidas, son anecdotas si algo no nos une.

    No creo que el problema sea que estemos dormidos o individualistas, el problema es que los medios por los que se canalizan nuestra representación se han derrumbado. y no es fácil contestar a la pregunta de ¿que hay que hacer?

  3. en respuesta a Yo mismo
    -
    #13
    09/02/11 00:46

    Ufff, igual suena muy fuerte esto, pero sólo los borregos necesitan pastor.

    Estoy de acuerdo en que lo nuestro tiene poco de democracia, pero PSOE y PP siguen teniendo entre ambos casi un 80% de intención de voto. El psoe él solito mantiene un 30 y pico, con la falta de principios tan descarada que ha mostrado, un partido que dice que se basa en los principios. Y hay decenas de partidos políticos de todos los signos, algunos con propuestas muy audaces.

    Con esas cifras no podemos decir que, ni siquiera uno a uno en su minúscula parcelilla, estemos haciendo nada... Somos culpables como sociedad dormida e individualista.

  4. en respuesta a Cambioyev
    -
    Top 100
    #12
    08/02/11 22:50

    estoy de acuerdo en que este es el camino, largo, tortuoso, y con muchas curvas, pero no hay otro.

    y hombre, existen medios para que la población tenga mayor voz, porque todo el mundo sabe cuales son las medidas apoyadas y cuales no. otra cosa es que se ignore la voz...

  5. en respuesta a Picopaco
    -
    Top 100
    #11
    08/02/11 22:48

    hombre, yo creo que todas y cada una de las medidas que se estan tomando van con un apoyo mínimo entre la sociedad. No creo que mucha gente está contenta, pero el caso es que hace tiempo que esto ha dejado de ser una democracia.

    yo creo en la gente, pero ahora mismo cada uno de nosotros poco podemos hacer porque estamos descabezados.. a fin y a cuentas, los que están llegando a acuerdos son los partidos politicos, (para mas inri de izquierda y sindicatos).

    sin cabeza no podemos hacer nada.

  6. en respuesta a Ayaxtelamon
    -
    #10
    08/02/11 22:48

    Esa es una discusión continua , Lo justo no tiene porque ser legal ni lo legal justo. Mientras eso no cambie , mal lo tenemos. Hay un dicho que dice " Lo justo no siempre es correcto , porque un dedo en el culo entra justo , pero ¿a que no es correcto". Quizas esté fuera de tono , pero la injusticia a la que se ve sometida parte de la sociedad (no los Albertos y esos que siempre tienen un salvoconducto en forma de prescripción o similares) tarde o temprano tendrá que explosionar porque el que no tiene nada que perder no ve el peligro en sus acciones y es muy sencillo de entender , dale a un "palestino" (por decir alguien) una casita decente , un trabajito decente , etc.. y no tirará más una piedra. Quitaselo todo mañana y no hace falta que te diga donde estará pasado mañana.

    Saludos.

  7. #9
    08/02/11 20:06

    La justicia es algo subjetivo. Hace siglos era justo enviar a la hoguera a las brujas, para el islam es justa la esclavitud de cualquiera siempre que no sea musulman, para ... Pero desde luego una sociedad no puede regirse por criterios totalmente relativos, ¿como podrías condenar a alguien que cree tener el derecho de matar a otro por que no es de su religión, de su color de piel, de su equipo de futbol...? Pero nada es inamovible y las formas en que interpretan las normas, por más sagradas que sean, tampoco. Lo dificil es reconocer que las opiniones de uno son relativas y no absolutas. A la gente parece gustarle los absolutos ... siempre que coincidan con sus propias opiniones..

    No creo que exista una moral objetiva pero sí una moral social. Para un azteca era moral hacer la guerra, coger prisioneros y ofrecer sus corazones a sus dioses; era su moral social pero desde luego no era ninguna moral objetiva. No creo que exista ninguna moral que pueda llamarse objetiva pues implicaría una moral más allá de las personas. Y que quereis que diga, uno es ateo.

    La leyes no tienen por qué ser justas, el mundo ha estado y está plagado de leyes injustas. El problema es que usamos la misma palabra para dos cosas que no tienen porque coincidir. La justicia que se deriva de las leyes no necesariamente es Justa. Las leyes las hacen los que tienen el poder y sirven a sus fines, no necesitan ser Justas si tienen poder para imponerlas, y lo suelen tener. Que se le va a hacer, uno tiene ideas anarquistas.

  8. en respuesta a Edux69
    -
    #8
    07/02/11 22:20

    Gracias, aunque esa "facilidad de palabra" no es tal. Los textos que escribo son mas bien resultado de un parto complicado, ya que me cuesta bastante desenredar los conceptos, aclarar las ideas y expresarlo de forma que los demas lo pueda entender, y a veces lo consigo, a veces no.

    Pero creo que este es el camino. El camino que haceis tú, Tomas, Comstar, Picopaco, Ramon y todos los demas que hacen comentarios aquí y los que escriben en otros blogs dando su opinión.

    Porque de esta forma la sociedad avanzará en información, conocimiento, organización, en poder de acción y en tomar decisiones mas acertadas a los intereses de toda la ciudadanía.

    Es un objetivo realizable a largo plazo. Puede que existan otros medios a mas corto plazo para que la población tenga mayor voz y voto (no sólo cada 4 años), pero en estos momentos no veo una forma clara de conseguirlo.

  9. en respuesta a Ramon13
    -
    #7
    07/02/11 21:49

    Muy cierto, aunque a algunos les duela. Por ese motivo no me gustan los medios de defecación masiva.

  10. en respuesta a Edux69
    -
    #6
    07/02/11 20:34

    Un profesor me recordaba a los 150 años de J. S. Mill. que el economista Alejandro Gavirira escribio :

    Mill pensaba que el error cundía por todas partes, que la falsedad no era la excepción sino la regla y que las opiniones mayoritarias estaban, en ocasiones, hechas de prejuicios. Creía, en últimas, que la libertad de expresión era necesaria para evitar la primacía de la ignorancia sobre la razón. “Nunca será excesivo —escribió en el capítulo segundo— recordarle a la especie humana que existió un hombre llamado Sócrates, y que se produjo una colisión memorable entre este hombre y la opinión pública... Al hombre que, de cuantos hasta entonces habían nacido, probablemente merecía más respeto de sus semejantes, un tribunal popular lo condenó injustamente como a un criminal”.

    Probablemente los temores de Mill eran exagerados. Así lo creyeron muchos de los primeros lectores de Sobre la libertad. Pero su defensa de la libertad de expresión mantiene cierta vigencia. Ciento cincuenta años después, en las palabras de esta época y de este país, Mill sólo está diciendo que el estado de opinión no es una fase superior de la democracia, sino una amenaza contra la libertad que sólo puede ser contrarrestada con la difusión permanente de todo tipo de ideas, incluso las más falaces y malintencionadas

    Rosado

  11. en respuesta a Picopaco
    -
    #5
    07/02/11 13:26

    Ese es el problema que hemos pasado de un absolutismo del todo, a un relativismo del todo. Las cosas no son así, hay que mantener un equilibrio. Tiene que haber unas bases absolutas sobre las que giren las cuestiones y las ópticas relativas.

    He de decir, además, cómo se han retorcido los conceptos de justicia y ley en estos dos últimos siglos, desvirtuándose totalmente de su fin. La justicia ha de ser entendida como algo objetivo, que es darle a cada uno lo que en realidad necesita, atentiendo a las reales que tenemos como seres animales y también como seres humanos, y las leyes, se han convertido en imposiciones de los soberanos no en consensos, y no buscán el bienestar de los ciudadanos, sino el de los soberanos.

    Ante todo, cada vez siento con más profundidad que las mejores épocas de esta nuestra historia han sido la Edad Antigua, la época de Justiniano, los siglos XII y XIII con el surgimiento de las universidades y el derecho común, el Renacimiento y la Ilustración. Lo más curioso de todo es que entre ellas hay una diferencia de 3 siglos entre ellas. Así que soy optimista, porque si mi intuición no me falla, estamos entrando en una de esas épocas.

    P.D: Tomás, últimamente te estás luciendo y veo una claridad en tus post y una sintonía con la realidad que no se aprecia en la mayoría de las cosas. Sigue así.

    Un saludo a todos.

  12. en respuesta a Cambioyev
    -
    #4
    07/02/11 13:15

    Joer macho, da un gusto leer tus comentarios, de verdad. Se agradece tu facilidad de palabra, a la vez que la expresión de los sentimientos y las realidades que nos rodea. Creo que mejor no se puede decir.

    Un saludo.

  13. #3
    07/02/11 11:44

    Para cualquier persona que no sea parte interesada, que reflexione de forma objetiva y utilizando el sentido común estas situaciones son manifiestamente injustas porque el daño y las consecuencias que se produce a una parte, una familia, y a la otra parte, un banco, es absolutamente desproporcionado.

    No olvidemos que estamos en un sistema creado por y para las entidades financieras y que los ciudadanos son la materia prima a través de las cuales estas entidades financieras consiguen grandes beneficios.

    Las familias y los bancos no parten de igualdad en los contratos de hipoteca. Una familia que quiera ejercer su derecho constitucional a tener una vivienda digna en España se ve esclavizada de por vida para el pago del préstamo (así lo ven y así se publicó en la prensa de los Estados Unidos, ni mas ni menos).

    Y yo pienso que ese artículo de la Constitución debería implicar tambien el derecho a realizar un pago digno por un bien de primera necesidad como es la vivienda familiar.

    Recordemos que a una familia no le queda mas remedio que comprar una vivienda en la que poder vivir, que no le queda mas remedio que comprarla a unos precios abusivos y que no le queda mas remedio que hipotecarse durante toda su vida en las condiciones similares que los distintos bancos fijan.

    Y ahora dile a esa familia, que no le quedaba otra que intentarlo todo para tener una vivienda en la que poder vivir, digámosle a esa familia que por ejercitar su derecho constitucional a tener una vivienda digna, que por haberse quedado en el paro gracias a la crisis económica u otros motivos, digámosle que vuelva a su situación inicial: sin casa y debiéndole ademas al banco 200.000 ó 300.000 euros.

    Decidles a esas familias, que por quedarse en paro o por bajadas de sueldos no han podido pagar la hipoteca, que los directivos de esos bancos se reparten sueldos multimillonarios y bonos y primas cada vez mayores por lo bien que lo han hecho.

    Esas familias no comprenden por qué la crisis le afecta a ellos que han realizado todo lo bien que han podido su trabajo y no le afecta a los directivos de todas las entidades financieras que son los que tenía toda la información y parece que no han hecho tan bien su trabajo.

    Aquí alguno de los muchos incrementos de sueldos de los grandes directivos que se estan produciendo aquí, en Europa y en USA (asunto que a la prensa no le gusta mucho divulgar):

    http://www.cotizalia.com/noticias/2011/bancos-britanicos-repartiran-millones-libras-primas-20110206-64659.html

    http://www.elmundo.es/mundodinero/2011/02/04/economia/1296839322.html

    A esas familias no les vale que les digan que la vida es así, que la vida no es justa.

    A esas familias, a esos matrimonios, lo normal es que se sientan engañados, que contemplen con asombro y decepción que esos no son los principios y valores que le enseñaron en la escuela, lo normal es que se les quede cara de tontos y con ganas de coger una escopeta.

  14. Top 100
    #2
    07/02/11 04:46

    La ley es un juego de palabras. Las palabras justicia y moral no tienen contenido legal.
    Al final juegan un juego de palabras, pensando que los españoles son seres de bajísima inteligencia. Y si no lo piensan, parece como si lo pensaran. Creo que menosprecian, o desprecian, al ciudadano español.

  15. #1
    07/02/11 02:25

    Interesantísima cuestión. Toca de lleno la base de las democracias modernas y el relativismo imperante que todo lo corrompe. Por no hablar de moral objetiva, moral social o positivismo jurídico...

    Pero en una cosa te equivocas: sí somos los ciudadanos los que decidimos lo que es o no legal; lo hacemos de forma indirecta no tanto por acción, como por omisión. Pero como hace tiempo que el bien común, las causas justas y todo los demás ha pasado a un segundo plano en función de los intereses particulares de cada uno (maldito individualismo que también corrompe todo), pues para que las cosas cambien los intereses particulares de una grandísima mayoría tendrán que verse totalmente perjudicados. Y mira si tiene que ser grande esa mayoría, que ni con 5 millones de parados es suficiente. :-(


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