De vez en cuando me veo enfrascado en las discusiones sobre si el petróleo se está acabando o no. A fuerza de discutir y de buscar argumentos para defender las opiniones, (¡Gracias mil a los que comentan en el blog que me obligan a buscar nuevas formas de explicar las cosas!), el otro día se me ocurrió un argumento, que además extraña que nunca se nos haya ocurrido previamente.
El argumento se basaba en la película “Reacción en Cadena”, que es una película de 1996, que tiene un curioso argumento, (copio de filmaffinity.com):
“Un inteligente estudiante de ciencias químicas, Eddie Kasalivich (Keanu Reeves), descubre un caso secreto del gobierno para tapar un asunto de espionaje industrial. Eddie forma parte de un equipo de investigación que ha desarrollado una revolucionaria fuente de energía. Justo antes de haber alcanzado sus objetivos de trabajo una explosión destruye su laboratorio, mientras que el jefe de su equipo es misteriosamente asesinado. Eddie es acusado como principal sospechoso, por lo que se pone en contacto con el único que puede ayudarle, un poderoso burócrata (Morgan Freeman) que en un principio no se cree su historia”.
En resumen, se trata de un thriller de acción, que se basa en los intentos de todo el mundo, (gobiernos, financieros…), en tratar de enterrar el descubrimiento de una nueva forma de energía revolucionaria, (ilimitada, baratísima y limpia). ¿Por qué hemos de cargarnos a tan brillante descubridor?. Pues por la misma razón que hasta no hace mucho las teorías de la conspiración estribaban entorno a que ya se habían descubierto nuevas formas de energía con tales características, pero que realmente a los inventores se los cargaban, o bien compraban las patentes o bien las dos cosas a la vez.
Para entender las razones que llevaban a todo el mundo a intentar enterrar al pobre chaval, es importante entender que lo que puede ser una gran fuente de riqueza, (es difícil negar que el acceso a una energía barata, ilimitada y limpia puede ser una gran fuente de riqueza económica para el conjunto de los humanos y por tanto para la economía), es a su vez el peor de los negocios posibles.
¿Qué ocurriría con las acciones de las petroleras?, ¿de las energéticas?, ¿Qué ocurriría si las petroleras y las energéticas dejan de ser empresas rentables?, ¿Qué ocurriría si el petróleo, los derechos de emisión de CO2, el precio de la electricidad en las subastas, el valor de las concesiones administrativas para la generación de cualquier tipo de energía y en general todo lo relacionado con la energía se derrumba porque pasa de ser un bien escaso a un bien abundante?. La banca de inversión, un buen número de empresas, y desde luego muchos fondos que invierten en todo tipo de estos productos y estos derivados, de la noche a la mañana pasarían a tener un valor ridículo.
El impacto sobre el sistema financiero sería desde luego muy difícil de calcular, y en todo caso, sobrepasaría cualquier límite imaginable. Desde luego no es predecible que ante una situación como la que se menciona, el sector financiero, (o las personas a las que solemos llamar mercados), no es previsible que se estuviese de brazos cruzados viendo como se derrumba el tema.
Por supuesto, más allá de teorías de asesinatos y demás, podemos hacer una propuesta de ideas para tratar de determinar qué es lo que harían con toda probabilidad. ¿Se nos puede ocurrir emitir informes de que la nueva energía no sería viable?, ¿desacreditar a todo el que apueste a por esta?, ¿tratar de controlar mediante todo tipo de técnicas la nueva tecnología?. Se nos pueden ocurrir muchas, que incluirían cuotas, incluirían informes de todo tipo, presiones y todo tipo de trabas para el desarrollo de tal medida.
Pero lo podemos ver, de otra forma; ¿y si de repente el petróleo se agotase?. Económicamente sería un absoluto desastre, pero ¿qué ocurriría con todas y cada una de las empresas relacionadas con el sector de la energía?. Pensemos fríamente en una noticia que nos dice que el petróleo se está acabando, o que la demanda de petróleo se está incrementando; ¿Cómo afecta esto a los mercados de petróleo, de energía o a las acciones de Repsol?.
En determinados casos es muy fácil entender que finanzas y economía no es que sean independientes, sino que incluso en estos casos los efectos son completamente contradictorios. Y es importante entender esta distinción en estos casos en particulares, para luego enfocar desde esta posición muchas informaciones, informes, situaciones y decisiones tomadas por todos los agentes financieros y por sus sucursales, (me voy a permitir llamar así a los gobiernos).
Teniendo en cuenta esto tan simple, que no es algo revolucionario, sino que hasta hace unos años estaba en el imaginario de todo el mundo, (el argumento de la película en cuestión venía de esto), es mucho más fácil entender porque todos los gobiernos están empeñados en hacer trampas y más trampas para evitar la caída del precio del petróleo, como puse en un post de junio donde hablaba de la última de la época que era la decisión de la AIE de responder a una subida del petróleo cuando bajaba.
Esta trampa implicaba que en breve saldrían informes que hablaban de la escasez de petróleo, que eso había sido una medida puntual y todo esto; pues el caso es que ya las hemos encontrado incluido un incremento de la previsión de demanda de petróleo.
En este post recordaba la iniciativa de la lotería de las gasolinas para julio, y hoy creo que toca volver a animar a todo el mundo a secundar esta iniciativa que he lanzado. El reintegro del jueves 28 de julio de 2011 en la lotería primitiva fue el 5; mientras que el del sábado 30 de julio de 2011 fue el 4; en consecuencia el número premiado ha sido el 54 y en consecuencia en Agosto de 2011 toca evitar CEPSA.