¿Puede quebrar un banco? ¿Puede entrar en bancarrota? Parecen preguntas tan estúpidas que solo escribirlas me está dando "cosa" en el sentido de que me cuesta hacerlo en un sentido muy real, casí físico. Y es que, ¿acaso no me he enterado de que desde 2008 arrastramos las consecuencias de una crisis financiera originada por las malas decisiones económicas de decenas de bancos de todo el mundo? ¿Acaso no me he enterado que buena parte de las cuitas que afectan a la economía española tienen su origen en la desastrosa gestión económica de buena parte del entramado financiero español, básicamente el de las fenecidas Cajas de Ahorro? Pues sí. Claro que estoy enterado, como todo el mundo. Y, ¿entonces? ¿A qué vienen preguntas tan absurdas como esas?
De acuerdo. Son preguntas tontas y hasta delirantes....Y sin embargo, sin embargo..Hay algo que no me acaba de cuadrar en todo esto de las crisis bancarias. Algo que me da -repito- un poco de vergüenza decir, pues bien pudiera ser que todo el mundo salvo yo supiese eso que yo no sé, que tan evidente resulta...a los demás. Pero, por otro lado, me sé muy bien que en estos asuntos del dinero, eso de lo que todo el mundo habla con aparente conocimiento y excesiva curiosidad, pues todo el mundo tiene experiencia físca, real, de lo que es el dinero y de cómo se opera con él, las cosas no son tan fáciles o comprensibles como parece. Marx decía que el intento de comprender los asuntos del dinero había llevado a muchos a la locura. Y, ciertamente, ideas delirantes acerca de lo monetario han abundado en la historia. Por otra parte, y abundando en lo mismo, si hay una parte de la Economía cuya dificultad es de tipo esencial y no meramente circunstancial ( es decir, no debida al uso de abstrusos modelos matemáticos con el objetivo de ocultar la simpleza de su planteamiento) es la financiera.
Pero vayamos a las preguntas con que empezaba. Veamos. Si una empresa del sector real de la economía entra en crisis, es decir, si no funciona bien, ello se debe sencillamente a que el valor de sus ingresos por la venta de lo que produce más cualesquiera otros ingresos atípicos o de otras fuentes que pudiera obtener es inferior a sus gastos. Una vez que esa diferencia negativa acabe con el capital de la empresa, es decir, con el dinero que han aportado sus socios fundadores/propietarios, ya no podrá seguir operativa. Y no podrá hacerlo porque no tendrá diunero para pagar a sus trabajadores y proveedores y demás acreedores para que le sigan prestando los bienes y servicios que necesita para realizar sus actividades de producción. Dicho de otra manera, si una empresa tarde o temprano va mal, se quedará sin dinero y tendrá que cerrar.
Y ahí está precisamente el quid de las cuestiones con las que empezaba esta breve entrada. Pues es el caso que lo que "producen" los bancos es precisamente dinero, por lo que nunca -en principio y si así lo quieren- pueden quedarse desprovistos de él. A diferencia del resto de las empresas del sector real, que producen bienes y servicios que han de vender para obtener el dinero que necesitan para financiar sus operaciones, es decir, a diferencia del resto de las empresas que consiguen su dinero de forma "mediata", o sea, tras la intermediación de vender lo que fabrican, los bancos pueden conseguir en estos tiempos que corren dinero de modo "inmediato", sin necesidad de que vendan nada ya que los bancos "producen" dinero, auténtico dinero, de modo directo. Y no, no me estoy refiriendo aquí al dinero bancario, al dinero generado por el sistema de reserva fraccional por el que a partir de los depósitos que hacen los particulares en un banco, este puede prestar una parte de esos dineros depositados aprovechándose del hecho de que sólo una infima parte de los depositantes exigirán en cualquier momento que el banco tenga ese dinero presto y disponible, sino dinero contante y sonante y perfectamente disponible.
Y de ahí mi incomprensión, ¿cómo un banco puede quedarse sin dinero si lo produce él mismo? ¿Cómo puede darse el caso de que haya pánicos bancarios, es decir, situaciones en que muchos, la mayoría o todos los depositantes en un banco acuden simultáneamente a un banco a exigirle el reintegro de sus depoòsitos, y el banco no dispone de dinero para hacerlo? Cierto que un banco nunca puede devolver o reintegrar a sus depositantes su dinero en la forma de dinero que conocemos como "efectivo", es decir, el dinero legal impreso por una fábrica de papel-moneda trabajando a las órdenes de algún Estado o conjunto de Estados, pero ello no significa que no pueda hacerlo en otra forma. Y, recordemos, que la forma "efectivo", "cash", del dinero está desapareciendo a ojos vista. Que hay lugares como Dinamarca que han empezado incluso el proceso para prohibirla.
Veamos el asunto de otra forma. Lo que mantengo es que un banco es una empresa diferente radicalmente del resto. Se me dirá que es obvio no es así. Que no hay diferencia alguna entre las empresas del sector real y los bancos. Que un banco se enfrenta a la misma presión para ganar/obtener dinero como cualquier otra empresa. Y así se cuenta y recuenta que un banco obtiene dinero de la venta, o quizás mejor dicho, del alquiler del dinero que tanto sus accionistas como sus depositantes le han aportado, de modo que si ese negocio de alquiler de dinero le sale mal, es decir, si presta y no se les devuelve lo prestado con los correspondientes intereses, el banco se va quedando sin dinero, y de seguir así las cosas al final le puede pasar lo mismo que a cualquier empresa del sector real cuando entran en lo que antes se llamaba muy gráficamente suspensión de pagos, pues carecerían del dinero suficiente para pagar a sus trabajadores ly a sus "proveedores" de dinero, o sea, a sus depositantes. Dicho de otra manera, está claro -con arrego a este cuento- que los bancos pueden quebrar, y no sólo pueden quebrar sino que como demuestra la historia reciente, quiebran, y ¡vaya si quiebran!
Pero la cuestíón no es la de si efectivamente quiebran, que obviamente lo hacen, sino la de si hay una lógica que explique/justifique que así ocurra de vez en cuando. Y en este punto es donde me asaltan la perplejidad, pues la cuenta que se suele dar de ese porqué, cada vez más me parece un cuento. Toda ella se basa en la hipótesis de que el único dinero con que cuentan los bancos para prestar es el que provienes de sus depositantes y accionistas (el problema de comprensión de lo financiera se deriva, por cierto, del hecho de que los depositantes de los bancos, es decir, sus acreedores, son también sus clientes, es decir sus deudores). Y esto, que era verdad en los tiempos del dinero metálico hace ya mucho que dejó de ser enteramente cierto, y hoy, en el tiempo en que el dinero no es sino una serie de cifras que salen en las pantallas de unos ordenadores que se mueven de un lugar a otro, ya es completamente falso.
En efecto, cierto que es posible imaginar una epoca en que los bancos se comportaban como el resto de las empresas que producen y venden bienes y servicios, y lo hacían prestando dinero en forma de oro acuñado que habían recibido de algún depositante a cambio de un interés, de modo que si como retorno a ese préstamo no conseguían más cantidad de ese oro acuñado se veían en problemas económicos. Era una época ya lejana en que el dinero en forma metálica que le dejaban al banco los depositantes era exactamente igual a la materia prima de cualquier otro procerso productivo de la economía real. Ese dinero de los depositantes era, por poner un ejemplo, como las semillas de trigo que usa un agricultor para producir más trigo. pero al igual que la Naturaleza le permite a un agricultor multiplicar la cantidad de granos de trigo por encima de la cantidad que ha sembrado, de forma equivalente el mecanismo de creación de dinero bancario le permite al sistema bancario multipliocar el dinero que produce y alquila/vende a partir de esa "siembra" inicial de dinero que hacáin los depositantes.
Y qué ha pasado en nuestros tiempos. Pues que la tecnología de la creación de dinero ha variado de forma que los bancos ya no necesitan de esas "semillas" iniciales, de esos depósitos iniciales para empezar el proceso de creación de dinero. Dicho con otras palabras, al desmaterializarse el dinero, al perder sus características físicas y tangibles, al hacerse meras anotaciones contables en cuentas, ya no cuesta nada hacerlo, por lo que ya no se necesita de ninguna "siembra" inicial. ¿Puede alguien creer que un banco sólo puede prestar a alguien 1000€ por ejemplo si alguien, previamente, se los ha prestado a su vez al banco, es decir, si ha habido alguien que haya jhecho un depósito previo de 1000€? ¿Puede alguien creer que si una noche a altas horas de la madrugada, alguien usando su tarjeta de crédito en un cajero automático se endeuda con su banco en 100€ (es decir, visto desde el otro lado, si el banco le alquila 100€) ello exige que ese mismo banco no pueda prestar a crédito un minuto después otros 100€? Reconozcámoslo, los bancos, en esta etapa de desmaterialización del dinero (o de su espiritualización, como también podría decirse), no necesitan ya el dinero de los depositantes para dar créditos, pueden crear dinero bancario a partir de la nada. O mejor dicho, el proceso de creación de dinero ya no va de los depóstos a los créditos, sino al revés: de los créditos a los depóstos: Los bancos, primero dan créditos, primero prestan, y luego, cuando lo han hecho, esos créditos generan los correspondientes depósitos, pues quienes reciben esos créditos los tienen en sus cuentas como depósitos o se los transfieren entre sí y acaban siendo depósitos. Dicho en otras palabras, los depósitos no son límite a los créditos, sino a la inversa. En terminos económicos lo que sucede es que en la producción de dinero bancario ya no son necesarias las materias primas, los depósitos iniciales. En términos metafísicos lo que sucede es que los bancos crean dinero ex nihilo. Por ello son como dioses ¿no?.
Más concretamente. En estos tiempos en que vivimos, cada vez que un banco otorga un crédito lo que hace es crear un archivo/cuenta en su red informática en el que hace una anotación que le permite a su titular usar de ese crédito, Pues bien, ¿qué le impide a ese banco, caso de que el cliente no le devuelva el "dinero" que ha prestado más los intereses, proceder de una manera de lo más expeditiva simplemente anotando en esa misma cuenta/archivo una serie de cifras que cancelen el crédito concedido, y haciéndolo además en demasía, es decir, generando un beneficio que se lleva a otro archivo denominado cuenta de pérdidas y ganancias? Si la forma actual del dinero son meramente anotaciones, sin ninguna base material, ¿qúe cuesta hacerlas? Nada. Y si es así, ¿Por qué los bancos no recurren a hacerlas y se quitan problemas cuando tiene problemas de morosidad? Es decir, ¿porqué no usan del teclado de un ordenador para resolver cualquier problema de insolvencia? Y que no se diga que el dinero así "creado" para cubrir un crédito impagado no es auténtico dinero. Es igual de natural o artificial que el resto del dinero: sólo que ahora su forma es diferente, ya no es oro, ahora ha adoptado la forma de anotación contable.
La primera respuesta que a uno le viene a la cabeza a esta pregunta es la de que los bancos no deberían de hacerlo, es decir no deberían garantizarse la solvencia tirando de su capacidad de hacer que todos sus créditos sean contablemente "buenos", es decir, buenos no porque hayan ido dirigidos a actividades productivas generadoradoras de rentas, sino gracias a la capacidad de los bancos para resarcirse de las "pérdidas" que les generarían los créditos "malos" otorgados a agentes ineficientes mediante la capacidad que hoy tienen para enjugar esas "pérdidas" generando dinero "artificialmente" o contablemente. Obviamente, ello supondría "perdonar" informáticamente las deudas no pagadas de sus morosos sin que aparezcan contablemente como impagadas, o sea, como pérdidas. Y ello ciertamente no es bueno desde la perspectiva de la eficiencia económica, pues dada la escasez de recursos reales a la que se enfrenta cualquier sociedad, si no tiene ningún coste el uso ineficiente o irracional de esos recursos, con casi total seguridad serán mal usados y los niveles de bienestar caerán. Por ello, es socialmente necesario que los bancos que proporcionan recursos financieros a agentes económicos ineficientes sean castigados por hacerlo. Pero ésto, que sea socialmente necesario, no es privada o particularmente necesario para los bancos privados, cuyo objetivo particular o privado es sencillamente... seguir. Por lo que, si para hacerlo hay que crear dinero "artificialmente" por vía informática para poder presentar unas cuentas "saneadas", ¿por qué no hacerlo? ¿Acaso no va de eso lo que se conoce como "ingeniería financiera"?
La única explicación es que los bancos no recurren a este procedimiento fraudulento de cubrir cualquier posible pérdida porque el Estado les impide hacerlo con sus regulaciones y controles. En consecuencia, es el Estado quien decide en último término la solvencia y eficiencia de cualquier banco o del entero sistema bancario. De ahí las complejidades de los acuerdos de regulación del sistema financiero. Y de ahí también los intentos por parte de quienes dirigen los bancos, intentos plenamente fructíferos por cierto, por controlar a los aparatos estatales. Les va en ello sus supervivencia económica. De ahí, también, el que cualquier intento de recuperar el control de esos aparatos por parte del resto de la sociedad sea entendido como una amenaza para los bancos. Dicho de otra manera, el control democrático del poder político choca de modo radical con el control del mismo por parte del sector financiero.
Una "prueba" indirecta de lo que aquí se ha mantenido, que en estos tiempos de desmaterialización del dinero ya no son necesarios los depósitos para producirlo lo proporciona la historia del Bitcoin y demás dineros virtuales privados. Dado que esas "monedas" son privadas y no disponen del apoyo del poder coercitivo del estado para garantizar su circulación como medio de pago y depósito de valor, no han tenido sus creadores y difusores otra opción para tal fin que remedar, en estos tiempos de "desmaterialización" y de auge de lo "virtual", que recurrir al remedo de lo más esencial y característico de aquellos tiempos en que el dinero tenía una forma material, en que era oro.
Así, en primer lugar, la oferta total de bitcoins que permite el sistema de algoritmos que regula su creación está limitada: es decir, que hay una cantidad máxima de bitcoins que pueden crearse de modo que nunca podrá haber más que esa determinada cantidad, al igual que la cantidad de oro disponible en la Tierra es una cantidad determinada. En segundo lugar, se ha establecido el sistema mediante el que pueden conseguirse u obtenerse bitcoins...y resulta ser un sistema tan costoso quizás como lo era el sistema mediante el que los buscadores de oro lo extraían en pasados siglos. Incluso, para remarcar su parecido, se llama a los que trabajan extrayendo bitcoins dedicando tiempo y recursos en términos de horas y horas de usos de sistemas informáticos, es decir, a los "buscadores" de bitcoins, "mineros". Dicho de otra manera, en unos tiempos como los presentes en que la producción de dinero no cuesta nada pues el dinero se ha desmaterializado o espiritualizado, para conseguir un dinero desmaterializado pero que sea aceptado ha sido necesario establecer arbitrariamente un sistema que lo haga arbitrariamente, innecesariamente, costoso, o sea, que remede su "materialización".