Son varios los estudios que hablan de la efectividad que tienen los insiders al hacer compras de las acciones de la empresa para la que trabajan. En ellos se dice que cuando un insider hace este tipo de compras, normalmente las acciones de esa compañía tienden a obtener un rendimiento mejor que el del mercado.
Por supuesto estos estudios requieren de muestras grandes para que sean significativos, y cuando hablamos de muestras grandes, indudablemente esta es una verdad demostrada. Pero como todo lo que requiere de “grandes números”, siempre hay puntos de esa muestra que se alejan mucho del promedio observado, y en el caso de los insiders hay que tener presente que, por la razón que sea, hay más de uno que se equivoca al apostar por la empresa en la que están trabajando.
En este post daré 2 ejemplos:
- Ian Shepherd, CEO de The Game Group
The Game Group fue una mala inversión que hice a principios de 2011, era una compañía que reunía ciertas características que me gustaban: un retailer especializado en un buen nicho de mercado, una buena ventaja competitiva en su industria por su potente “trade in” (entragar un juego viejo como parte de pago por uno nuevo). Además, la industria se conforma prácticamente por un duopolio junto con su competidor GameStop, entre otros factores.
Entre esos otros factores estaba el hecho de que el CEO de la compañía tenía una participación en la empresa cercana al medio millón de Libras. En ese tiempo le daba un peso mayor del que debía al hecho de que la directiva tuviera una participación importante en la compañía para la que trabajaban.
Pues bien, el hecho fue que entré en una compañía en ganancias a principios del 2011 pero con unas ventas en caída. En una compañía como The Game Group, el apalancamiento operativo es bestial, el efecto que tienen las variaciones de ventas en el “bottom line” es muy importante y la directiva de este tipo de empresas debe estar muy atenta cuando la compañía tiene caídas de ventas y hacer los recortes debidos, ya que si no se hacen la compañía entra en problemas de liquidez muy pronto. Y eso fue exactamente lo que me pasó con esta compañía.
Paso a describir las compras de Ian Shepherd durante los últimos meses de The Game Group y las noticias que iban saliendo:
-4 de Octubre del 2011, Shepherd compra 15201 acciones
-3 de Noviembre de 2011, Shepherd compra 18319 acciones
- 16 de Noviembre del 2011, Profit Warning de la compañía
- 2 de Diciembre del 2011, Shepherd compra 40501 acciones más
- 11 de Enero del 2012, anuncian ventas por debajo de lo esperado en Navidad
- 2 de febrero del 2012, Shepherd compra 64948 acciones
-12 de Marzo del 2012, los proveedores se niegan a venderle a la compañía
- 21 de Marzo del 2012, la compañía se declara en quiebra
Como ven, el CEO de la compañía se mantuvo comprando acciones del barco a medida que se hundía, y lo peor, no hizo absolutamente nada para evitar cambiar la suerte de este. La directiva entró en lo que yo llamo la “it will get better paralysis” que es un autoengaño en el que caen algunos directivos de creer que la empresa tiene una estructura “adecuada” y que los malos tiempos que sufren son temporales por lo que no hace falta hacer recortes ni ajustar los costes.
Nótese la velocidad de la quiebra, la empresa cerraba su año contable a finales de Enero de cada año (para reflejar plenamente las ventas de Navidad y Reyes), y a cierre de Enero del 2011 la empresa daba un beneficio y repartió dividendos, a cierre de Enero del 2012 ya estaba prácticamente en quiebra.
- Philip Pendergraft y otros directivos de Penson Worldwide:
Penson era un Broker que se especializaba en dar sus servicios a pequeñas firmas. La compañía ganaba sus ingresos principalmente por las comisiones generadas por el volumen de transacciones de títulos valores y por el spread que podían ganar del dinero que se mantenía en efectivo en las cuentas de sus clientes o por los préstamos en las cuentas que contaban con margen.
Pues bien, lo que sucedió con esta empresa fue que el Federal Reserve bajó los intereses prácticamente a cero, comiéndose en gran medida el spread que podían cobrar en el dinero en cash (de hecho, eliminándolo en la práctica). Esto, junto a la concentración que tenía en ciertos clientes que fueron adquiridos por competidores, malos créditos otorgados, entre otras, certificaron su muerte.
Lo realmente destacable es la parálisis de una directiva, que era dueña de alrededor del 20% de las acciones de la empresa, en hacer los recortes y ajustes necesarios para que la compañía fuera sostenible en el largo plazo.
Un ejemplo de lo dicho es una de las respuestas del señor Pendergraft en uno de los “conference calls” para hablar de los resultados de la empresa:
Del CC Q2 2010: “…we also thought that the environment was going to be better sooner and we just don't think it's going to be now. We're preparing the business for a lower interest rate environment for a longer period of time and we have to drive margin in our existing business. It's clear we're not going to get higher interest revenue from – interest rate increases anytime in the near term.”
En mi traducción libre: “Pensamos que el ambiente mejoraría pronto, ya no pensamos eso. Estamos preparando nuestro negocio para un ambiente de bajos tipos de interés y tenemos que impulsar el margen de nuestro negocio actual. Claramente no vamos a obtener mayores ingresos por tasas de interés más altas en el corto plazo”
En Enero del 2013 Penson se acogía a la protección por bancarrota al no poder hacer frente a sus acreedores.
El “it will getter paralysis” es de lo peor que puedes observar en una directiva, y no hay otra forma de detectarlo más que siguiendo a la compañía de cerca, escuchar las declaraciones de su directiva durante las presentaciones de resultados, presentaciones a inversores, etc.
Así que cuidado con creer ciegamente en las compañías con participaciones importantes de su directiva o que estén haciendo compras de ellas, normalmente es una buena señal, pero hay que saber diferenciar entre una directiva con “confianza” en su negocio y una que está negada a ver la realidad.