Después de unas semanas sin publicar, hoy avanzamos doble actualizando de nuevo otro post antiguo relacionado con el coste de la volatilidad sobre el rendimiento y la diferencia entre media geométrica y media aritmética. Como ya aseguramos en su momento, en promedio utilizas la media inadecuada.
- ¿Qué es la volatilidad?
- Volatilidad, curtosis y asimetría.
- ¿Es la volatilidad un riesgo?
- El impuesto de la volatilidad.
- La volatilidad implícita.
- Estructura Temporal, Smile, Skew y Superficie.
- La volatilidad futura.
- La volatilidad como clase de activo.
- Invertir en el VIX.
El otro día, Mark Spitznagel hacía una reflexión en Value Walk con la que no puedo estar más de acuerdo, y que además viene a cuento del artículo en el que defendíamos que la volatilidad sí es un riesgo (aunque no el único). Como dijo Graham, la esencia de la inversión es la gestión de los riesgos, no la gestión de los retornos. o como añade Buffett: la regla número uno es no perder dinero.
La reflexión de Mark giraba en torno a la idea algo contraintuitiva de que la composición de retornos negativos es como un impuesto (al que llama "volatility tax"). Se ve bien con un ejemplo que ya utilicé en otro artículo. El retorno medio de todos los casos de la imagen es del 5%. Pero cuando componemos, el retorno real de la inversión cambia mucho. Por ejemplo, empezando con 100 € en el fondo A, terminamos con 115 €. Pero en el F, con 107,25 €. La diferencia es la tasa que pagamos por una mayor volatilidad.
El retorno real de una cartera se mide mejor, por tanto, a través de la media geométrica. Y ésta es función, al fin y al cabo, de la media aritmética y de la volatilidad. Cuanto mayor sea la volatilidad, menor la media geométrica y viceversa.
Evidentemente, si metemos otro momento estadístico más en la ecuación, todo se amplifica. Porque otra tasa que se paga es la asimetría. Todos conocemos ese famoso gráfico de retornos en el S&P 500 cuando nos perdemos los mejores días. Pero pocas veces se presenta junto al gráfico en el que perdemos los peores:
Queda claro. Si nos hubiéramos perdido los mejores días, nuestro rendimiento (en rojo) hubiera sido mediocre. Pero si hubiéramos sido capaces de evitar los peores días, hubiera sido muy positivo (línea amarilla). Vale la pena correr ese riesgo, pero sin locuras, teniendo en cuenta que de perdernos los mejores y los peores, sería algo mejor que una estrategia de Buy & Hold. En resumen, evitando volatilidad y minimizando riesgos de cola, conseguiremos un mayor retorno compuesto.
Decir todo esto es sencillo, claro. Es un argumento para la gestión activa, pero la realidad de una mayoría de fondos por debajo de su benchmark nos demuestra lo complicado de la práctica de la teoría explicada en los párrafos anteriores. Pero no seré yo quien rebata un argumento tan elegante. Y mientras tanto, con los 5 sentidos en la gestión del riesgo y dejando el resto que puedan existir para preocuparme por los retornos.