Y, seamos francos, es cierto que la situación para el dólar no pinta bien. Durante estos dos últimos años hemos visto durísimas caídas de la divisa norteamericana por el miedo del mercado a un aumento incontrolado de la inflación (subida de tipos por parte de la FED) y durísimas caídas también debido al miedo de una recesión por culpa de la crisis hipotecaria (baja de tipos por parte de la FED). El dólar cae tanto por miedo al crecimiento económico como por miedo a la inflación. Es como si perdiéramos tanto si sale cara como si sale cruz. Pero ¿y si saliera “de canto”?
Ya lo hablamos varias veces, sobre todo con los amigos de Fresh Family Office. Aunque la situación del dólar es difícil, la del euro se va complicando poco a poco. A medida que el euro se fortalece, estamos perdiendo competitividad frente a Estados Unidos y frente a China y esto tiene repercusiones inmediatas a todos los niveles.
Imaginemos que queremos comprar el libro de Vitaliy N. Ketsenelson, Active Value Investing (no lo estoy recomendando, simplemente es el primer libro de más de $12 que encontré tanto en Amazon USA como en Amazon Germany). Si lo compramos en Estados Unidos, nos costará $32,97. Sin embargo, si lo compramos en Alemania nos costará $76,94. Un 133% más caro en euros que en dólares. Otro libro: Value Investing Today de Charles Brandes. En USA cuesta $18,21 mientras que en Alemania cuesta $41,42. Un 127% más en euros. Metedles gastos de envío y de más y seguirá siendo más barato en dólares. Alguno podría decir: “bueno, son libros norteamericanos por lo que en USA deberían ser más baratos”. Es posible.
Pongamos otro ejemplo. ¿Qué pasa con la Play Station 3? Tanto en Amazon USA como en Amazon Alemania hay un pack básico PS3 60 GB. En Alemania se puede comprar por $962 mientras que en USA su precio es de $450. La diferencia es de un 114%. Y para los folclóricos, podéis comprar el CD de Sinfonía de la Copla de Isabel Pantoja por $15,99 en USA y por $41,42 en Alemania. La diferencia es del 159%.
Ya le podéis poner tasas, transporte y diferencias en la distribución y acuerdos de Amazon USA y Amazon Alemania, ponedles mil “peros”, que seguirá siendo más barato comprar en Estados Unidos que en Europa. Y no sólo nos ocurre a nosotros con las compras de Navidad, sino que a las empresas les pasa más de lo mismo. La muestra más evidente podéis verla de un plumazo en este gráfico que compara la evolución de la acción de Boeing con la de EADS durante los últimos dos años.
Ya lo dijo la propia compañía: a EADS le está matando el tipo de cambio. Es cierto que es muy probable que la directiva haya exagerado el daño causado por la divisa para disimular deficiencias en la gestión, pero la evolución comparativa entre Boeing y EADS durante los últimos dos años es muy clara.
Ahora imaginad que sois el CEO de Boeing. Estaríais viviendo un sueño. Tus aviones son iguales a los de tu principal competidor pero, sin mover ni un músculo, son un 48% más baratos. ¿Qué haces? Muy sencillo: aprovechas la oportunidad y subes el precio de tus aparatos. Tu rival sigue fuera del mercado porque ahora tus aviones son sólo un 25% más baratos (por ejemplo) y al mismo tiempo obtienes más rentabilidad de la que jamás hubieras imaginado. Así, el ROA medio de Boeing entre 1997 y 2006 fue del 3,48%. En 2007 será del 7,36%. El margen neto medio durante el mismo periodo fue del 2,88% y para 2007 se estima que sea del 6,06%. Boeing lo tiene tan fácil que ha aumentado su apalancamiento financiero desde las 5,18 veces de media histórica hasta las 8,55 veces actuales y gracias a ello ha pasado de un ROE del 8,86% en 1998 a un ROE estimado 2007 del 62,91%. Mientras tanto EADS en pérdidas. (Tened en cuenta que no estoy hablando de la sostenibilidad a largo plazo del ROE de BA, sino que simplemente estoy hablando de los efecto de la divisa).
Por tanto, las multinacionales norteamericanas están siendo un buen refugio frente a la devaluación del dólar. Sus beneficios aumentan y sirven para ir amortizando deuda que, recordad, está en dólares. Es decir, venden en euros y amortizan deuda, pagan dividendo y recompran acciones en dólares. ¿A caso eso no crea valor? Fijaros en los beneficios de Amazon y cómo han venido superando todas las expectativas. De $23 a $100 en año y medio. El tipo de cambio dispara el beneficio empresarial norteamericano. (Y yo comprando libros en Amazon USA como un loco y sin pensar que miles de europeos estarían haciendo lo mismo. Supongo que un PER 30 acojona, lo admito.)
Ahora pensad en los efectos del euro fuerte sobre EADS: pérdidas. Pérdidas que se transforman en despidos directos y pérdida de empleos indirectos. Y empieza a engordar la bola de nieve. La economía europea va enfriándose poco a poco. Empiezan las rebajas de tipos. Y mientras tanto los beneficios norteamericanos siguen subiendo. ¿Qué el crudo pasa a cotizar en dólares? Ya la armamos. La única ventaja que tenía el euro fuerte desaparece. En ese momento la economía europea estará K.O.
Las primeras en sufrir son las europeas exportadoras (frente a las norteamericanas exportadoras que están haciendo el agosto). Después vendrán el resto. Algunas se salvarán. Serán las empresas europeas cuyos productos estén muy diferenciados y atraigan compradores cueste lo que cueste. Es fundamental que, además, tengan buen músculo financiero. Las empresas exportadoras no diferenciadas que sean financieramente débiles caerán. En Europa ya no tiene sentido la estrategia competitiva del liderazgo en costes si quieres exportar. Esto es mucho más grave de lo que parece porque tarde o temprano se va a contagiar toda la economía del virus de la falta de competitividad. Estados Unidos y China encantados, claro. (A principios de esta semana fue Trichet a China a pedirles que revalúen el yuan. La respuesta de China fue buenísima: “estamos en ello” o lo que es lo mismo “espera por ello”).
Por todo esto, invertir en dólares (como venimos repitiendo tanto en Fresh Family Office como aquí) es más una apuesta en contra del euro que a favor del dólar. A corto plazo los nubarrones están en Estados Unidos, pero a medio/largo cruzarán el Atlántico.
No sé vosotros pero yo prefiero comprar acciones de una economía con beneficios empresariales y en una divisa con recorrido al alza. Los dividendos hay que aprovecharlos para comprar más acciones (no turrón) y hay que aguantar volatilidades extra en la cartera (no dormir). Ya tendremos tiempo para comprar acciones europeas a buenos precios. De momento el turno es para los USA. La moneda parece que ha caído de canto.