El tipo de cambio entre dos países está influenciado por cuatro factores fundamentales:
1. El diferencial de inflación entre los dos países. Si en una economía hay un aumento de inflación que no ocurre en la otra economía, la divisa del primero se depreciará frente a la del segundo.
Supongamos que una calculadora(1) USA cuesta $150 y que una calculadora EUR de la misma calidad cuesta 100€. Si el tipo de cambio es 1,50 $/€ al inversor americano le da lo mismo (ignorando los costes de portes y similares) comprar la calculadora en USA que importarla de EUR. Pero si el año que viene tenemos un incremento en la inflación USA del 5% que no ocurre en EUR, los precios de las calculadoras serían $157,50 frente a los 100€. Si el tipo de cambio no ha cambiado, el inversor americano preferirá comprar la calculadora en EUR (cuyo precio en dólares es $150 frente a los $157,50 de la calculadora USA), para lo cual necesitará euros. Así que venderá dólares para comprar euros con los que pagar la calculadora y el dólar se depreciará frente al euro.
2. Cambios en los tipos de interés reales. El tipo de interés real es igual a la diferencia entre los tipos de interés y la inflación esperada. La moneda del país que ofrezca un tipo de interés real superior se revalorizará frente a la del país con un tipo de interés real inferior. Si el cambio en los tipos reales es igual en las dos economías, el tipo de cambio permanecerá constante.
Supongamos que el tipo de interés USA y EUR son del 10% y su inflación esperada es del 5%. El tipo de cambio es 1.00 $/€. Los inversores de renta fija americanos y europeos tendrán la misma rentabilidad real (un 5% = 10% - 5%) invirtiendo en euros que invirtiendo en dólares. Pero si el tipo de cambio permanece fijo y la inflación esperada en USA baja al 3% mientras que la EUR permanece en el 5%, el tipo de interés real USA ahora será del 7% frente al 5% de EUR. La rentabilidad USA será mayor que la EUR, por lo que los inversores europeos venderán sus activos euro para comprar activos dólar que son más rentables. Esto hará que el dólar se aprecie frente al euro hasta que la rentabilidad ofrecida por una moneda y otra sea igual por efecto del tipo de cambio.
3. Diferencias en el crecimiento económico. La economía con una tasa de crecimiento mayor verá cómo su moneda se aprecia frente a la de la economía con una tasa de crecimiento inferior.
Si la economía USA tiene un crecimiento mayor que la EUR es muy probable que necesite importar bienes EUR para satisfacer su enorme demanda interna. Esto propicia un descenso en el dólar (venden dólares para tener euros con los que comprar bienes EUR). Como EUR crece a menor tasa, no necesita bienes USA para satisfacer su demanda interna, con lo que no vende euros y compra dólares (lo que compensaría la bajada del dólar). Esto crearía presiones bajistas en el dólar debido al déficit comercial.
Sin embargo, el mayor crecimiento atrae capital EUR (donde la economía tiene un menor crecimiento) para invertir en USA, vendiendo euros para comprar dólares con los que invertir. De esta forma, se financia el déficit comercial y se frena la caída del dólar.
Estudios académicos demuestran que, al final, la economía de mayor crecimiento aprecia su divisa frente a la de menor crecimento porque atrae mucho más capital extrajero que el capital nacional perdido para importar.
4. Cambios en el clima político y jurídico. Esto afecta más a los países emergentes que al Eurodólar. Menor estabilidad supone depreciación y viceversa. Nada que destacar aquí.
Por supuesto, el tipo de cambio se modifica constantemente ante cambios en tipos de interés, tasa de inflación y tasa de crecimiento económico. Los ejemplos anteriores no son realistas en lo que al timing se refiere, pero sirven para ilustrar perfectamente la idea.
Una vez repasados los aspectos más teóricos(2), hay que decir que en el corto y medio plazo lo que más afecta a los cambios de las economías desarrolladas son los tipos de interés reales (y, por extensión, los diferenciales de inflación). Actualemente el mercado descuenta unos tipos reales superiores en la zona euro que en USA, por lo que el dólar se está depreciando con fuerza.
A largo plazo, sin embargo, según dicen distintos estudios académicos, lo que prima es la Purchasing Power Parity (la Paridad de Poder de Compra) inspirada en la "Ley de un precio" que establece que el precio real de un bien debería ser el mismo en todas las economías del mundo. Si el precio de un bien en un país sube mucho comparándolo con el precio del mismo bien en otro país, la divisa del primero debería depreciarse para compensar el efecto de dicha subida, de tal forma que al final cueste igual dicho bien en un país y en otro.
La revista The Economist ha diseñado un curioso índice de PPP llamado el Big Mac Index. Este índice compara el precio de un Big Mac en varios países con sus tipos de cambio. Al final, según la ley de un precio, por efecto del tipo de cambio, el precio de un Big Mac debería ser en todos los paises igual. Pues bien, este indicador indica una sobrecompra del euro en un 26% actualmente.
El problema del PPP es que sólo se cumple a largo plazo, sin poder determinar un rango de tiempo en el que la sobrecompra del euro (en este caso) debería eliminarse. Podrían pasar seis años de caídas del dólar perfectamente. Lo mejor, como siempre, es ir a muy largo plazo.