Hace tiempo comenté que le estaba dando vueltas a una posible venta de KO. Mis precios objetivos estaban entre los $60 y los $66 por lo que poco margen de seguridad le quedaba a la acción. Ha sido una decisión difícil porque creo que KO es una de las mejores empresas del mundo con una gama de productos fantástica.
Por otro lado, me había encariñado de una empresa que aunque era la inversión más pequeña de mi cartera podemos decir que era mi posición más representativa. Muchas veces he tenido que discutir y defender mi posición en KO, lo cual supuso incluso descalificaciones personales. Así mismo, compartía la inversión en KO con muchos de vosotros. Compartimos un montón de comentarios y de experiencias gracias a KO. No sé cuántas veces en días de fuertes caídas os preguntaba a algunos de vosotros: “¿cuántas Coca-Colas se habrán vendido hoy?” para recordarme que lo importante era la empresa y no la cotización.
Además, es la empresa de la que más propietario me sentía. Cuando veía un camión de Coca-Cola por la calle siempre pensaba: “¡vamos, muchachos!” Y, por qué no decirlo, cuando alguien compraba Coca-Colas en un bar o en el super, “veía” los billetes arrastrarse hacia mis bolsillos. Conozco muy bien la compañía, sus productos, la cadena de valor, las ventajas competitivas, los balances, su estrategia... Incluso en el plano personal tiene un significado importante para mí pues compré KO pocos días antes de conocer a mi novia y me recordaba momentos muy felices de mi vida. En definitiva, me sentía muy cómodo con ella y confieso que le tenía hasta cariño a la marca.
Pero no es razonable mantener una empresa en cartera cuando ya ha alcanzado el objetivo mientras hay otra empresa de la misma calidad con un margen de seguridad muy superior. Así, mis estimaciones más conservadoras dan un precio objetivo para JNJ entre los $95 y los $98 mientras que las más optimistas alcanzan los $120. El balance de JNJ es incluso mejor que el de KO y el crecimiento potencial de la farmacéutica supera también al de la empresa de bebidas.
Por otro lado, este movimiento responde a mis deseos de concentración de la cartera. Ahora mismo hay empresas a precios muy atractivos (C, MCO, MHP, BAC, WB, AIG, MDT, ZMH, ADP, HD, UNH...) pero prefiero reducir el número de mis inversiones. Cualquiera de las mencionadas es tan buena como JNJ pero da la casualidad de que JNJ ya la tenía en cartera. Me apetecían mucho MDT y ZMH, pero como JNJ ya tiene división de instrumental médico y ortopédico, prefiero no tener “solapes” entre mis inversiones.
El cambio de KO a JNJ es, pues, estrictamente numérico. No creo que KO esté cara sino justamente valorada y ahí es donde tiene la ventaja JNJ sobre KO. La calidad de las dos es enorme, sus balances, rentabilidad y ventajas competitivas son las más grandes en cada sector. Su perfil es de empresa conservadora con fuerte expansión del dividendo y, aunque coticen en dólares, las dos empresas se benefician de la depreciación de la divisa norteamericana. Así que el motivo es exclusivamente la valoración, en ningún caso por criterios de calidad.
La rentabilidad de KO incluyendo comisiones y dividendos fue del 46,98% desde Febrero de 2006. Desde el mismo periodo el S&P 500 ha subido un 13,42%. Así que, aunque me ha dado mucha pena vender KO, no puedo estar más satisfecho con la operación.
El turnover anual de la cartera alcanza, con esta operación, el 21%.
Ojalá dentro de unos años se vuelva a poner a tiro la que es la empresa de mis amores. Y si no, me alegraré muchísimo por sus accionistas.