Está claro que si obtenemos dividendos nos cobrarán impuestos, como sucede igualmente si logramos otro tipo de ganancias, pero el peaje de los impuestos que hay pasarlo en todas las inversiones. Sin embargo, hay que distinguir entre los inversores de corto o medio plazo que compran o venden acciones y que tienen otros objetivos que no contemplan el mantenimiento de esas acciones.
La estrategia de la inversión de dividendos a largo plazo tiene unas connotaciones intrínsecas diferentes, puesto que no se mueve por impulsos del mercado o noticias alarmistas, dado que habitualmente el inversor medio es compra y vende en los peores momentos.
Según los estudios del economista Robert Schiller, el crecimiento de los dividendos ha sido mucho más estable y las caídas de los mismos, mucho menores que las cotizaciones de las compañías, incluso en momentos de crisis. En la Gran Depresión, la bolsa americana se desplomó un 80% pero los dividendos sólo se recortaron un 47% y además se recuperaron mucho antes que las cotizaciones. Entre 1973 y 1974, la bolsa americana cayó un 50% en tanto que los dividendos sólo se redujeron en un 20%. En la crisis del año 2008, las cotizaciones cayeron un 50% mientras los dividendos se redujeron cerca de un 25%.
Las empresas que reparten dividendos suelen tener un comportamiento mucho más estable y menos volátil que otros tipos de compañías porque son negocios con barreras de entrada, lo cual es un obstáculo que dificulta la entrada de nuevos competidores es su mercado o sector. Si se eligen empresas de calidad, generalmente su cotización aumente a largo plazo, puesto que las empresas de mayor calidad suelen mantener el reparto de dividendos, incluso en épocas de crisis. Además, en caso de crisis es cuando se pueden adquirir nuevas acciones a precios rebajados. Hay muchas empresas que han entregado dividendos durante los últimos 50 años y además lo aumentan siempre: son: 3M, Coca-Cola, Johnson & Johnson, Procter & Gamble, Colgate Palmolive...
Si eres inversor de largo plazo no tributas por el 100% de los dividendos, tributarás por el porcentaje que corresponda de los dividendos cobrado. Si actualmente esa compañía del IBEX que mencionas pasa por una bajada en la cotización, no estará perdiendo dinero precisamente por dicho inversor no venderá, y que caso de que tuviese que hacerlo no lo haría por una bajada de cotización sino porque pudiese considerar un deterioro del negocio, de modo que esa desinversión se usaría para adquirir compañía y si procediese compensar minusvalías. Y en este caso, probablemente el impacto no sería perceptible porque uno de las reglas importantes en esta estrategia es la diversificación y el peso equilibrado por sectores, porque los precios van y vienen, pero los dividendos permanecen.