Un vistazo al sector lujo europeo
Los líderes del lujo francés acaban de presentar sus resultados fiscales de 2024 y, como estas empresas solo publican sus estados financieros dos veces al año, entendemos que es un buen momento para analizar el desempeño reciente de un sector que en el pasado año experimentó, en términos generales, su primer gran pinchazo en mucho tiempo, marcando un cambio respecto a la explosión de crecimiento y la reputación de "tecnológicas europeas" que tenían algunas de estas compañías en 2022 y 2023.
Esta primera señal de debilidad se enmarca en un contexto macroeconómico complejo, donde las tensiones geopolíticas, la crisis económica provocada por el sector inmobiliario en China y un cambio en las preferencias personales –con un creciente interés por el bienestar y las experiencias sobre el lujo ostentoso– han empezado a mermar el dinamismo del sector. Aunque la digitalización y las estrategias innovadoras, que habían hecho que algunas de estas compañías se percibieran como "tecnológicas" en años anteriores, ayudaron a amortiguar el impacto, no fueron suficientes para contrarrestar completamente el entorno adverso.
Panorama general
El lujo se enfrenta a obstáculos tras una recuperación pospandémica en forma de V. La mayoría de los analistas que siguen de cerca los bienes de lujo personales (excluidos los vehículos, los servicios y los alimentos), han determinado una serie de factores que han influido negativamente en su negocio durante 2024, que ha vivido su primera caída generalizada en 17 años. Y es que el mercado de bienes de lujo personales se contrajo un 2% en 2024 alcanzando la cifra de 381 mil millones de dólares, lo que marca su primera contracción no relacionada con la covid desde 2008. Aunque algunos analistas ven potencial de crecimiento a largo plazo, otros muchos ven demasiado viento en contra a corto plazo.
El mercado de lujo de China, que alguna vez fue un motor de crecimiento, cayó un 20% en 2024. Las presiones económicas y el cambio en las preferencias de los consumidores hacia las marcas nacionales podrían desafiar a los actores globales del lujo.
Se calcula que globalmente se han perdido unos 50 millones de consumidores de lujo: el aumento de los precios ha dejado a millones fuera del alcance de estos productos, en particular, entre los compradores más jóvenes. La defensa de las marcas por parte de la generación Z está disminuyendo, lo que genera inquietudes sobre la próxima ola de compradores de lujo.
El poder de fijación de precios que siempre han mostrado estas corporaciones se topa con un muro. Los precios medios de los artículos de lujo en Europa han aumentado un 52% desde 2019, pero ahora los clientes están contraatacando. Los compradores con un alto poder adquisitivo están rebajando o cuestionando el valor, especialmente en el caso de los bolsos y los artículos de cuero.
El lujo digital no es una panacea. La personalización impulsada por la IA está en alza, pero la industria debe equilibrar la alta tecnología con experiencias personalizadas para mantener el atractivo y muchos analistas y expertos en el sector instan a las marcas de lujo a centrarse en la artesanía, la creatividad y la exclusividad: los elementos atemporales que sustentan el poder de fijación de precios y el valor de la marca a largo plazo. En definitiva, a una vuelta a lo básico.
Los principales consensos de mercado estiman que se espera que la industria crezca por debajo del 4% CAGR (tasa de crecimiento anual compuesta) en los próximos cinco años.
La empresa más valiosa de Europa
El conglomerado francés LVMH, la mayor empresa europea, es propietario de Louis Vuitton, Dior y Tiffany & Co (adquirida en 2020 por 16.000 millones de dólares). Las mayores empresas de artículos de lujo por capitalización de mercado en febrero de 2025 son:
- LVMH: 371 mil millones de dólares.
- Hermès: 310 mil millones de dólares.
- L'Oréal: 192 mil millones de dólares.
- EssilorLuxoticca: 140 mil millones de dólares.
- Richemont : 118 mil millones de dólares.
- Kering: 36 mil millones de dólares.
Para ponerlo en contexto, Nike es la marca de ropa y accesorios más valiosa fuera de Europa, con un valor de 108.000 millones de dólares.
L'Oréal y EssilorLuxoticca no siempre se clasifican como “gigantes del lujo”, pero vale la pena incluirlas aquí debido a la magnitud de sus ingresos provenientes de artículos de lujo. Por ejemplo, la división Luxe de L'Oréal (Lancome, Giorgio Armani…) generó 15.600 millones de euros en ingresos en el año fiscal 2024, más que los ingresos totales de Hermès (15.200 millones de euros).
Y a largo plazo, qué…
A pesar de este primer pinchazo, muchos analistas mantienen una perspectiva a largo plazo optimista, destacando que el lujo europeo sigue siendo resiliente. La capacidad de estas marcas para reinventarse y ajustar su oferta, por ejemplo, apostando por experiencias personalizadas, la sostenibilidad y la ampliación de sus puntos de contacto digitales, se considera fundamental para que, a medio plazo, el sector pueda recuperarse y retomar la senda de crecimiento vista en años anteriores, por lo que podría decirse que 2024 marcó un punto de inflexión.
Las condiciones externas y los cambios en el comportamiento de los consumidores han puesto a prueba la fortaleza de estos gigantes. Aunque marcas con una base de clientes “ultraexclusiva” han mostrado mayor solidez, el panorama general exige una adaptación continua para enfrentar las nuevas realidades del mercado global.