Las tres sociedades vinculadas a los fundadores y Scranton, que controlan el 30% del capital de la compañía, certifican los contactos con el fondo de capital riesgo canadiense.
Las distintas ramas de la familia
Grifols, que controlan el 30% de la compañía fabricante de plasma, han confirmado oficialmente que en las últimas semanas han mantenido c
onversaciones con Brookfield para explorar una operación corporativa.
Como adelantó hoy en exclusiva El Confidencial, representantes de las sociedades Deria, Ponder Trade, Ralledor Holding y Scranton Enterprises han certificado el acercamiento del fondo de capital riesgo canadiense, interesado en lanzar una oferta pública de adquisición sobre el 70% del capital del grupo catalán de hemoderivados.
"Tres sociedades vinculadas a la familia Grifols,
Deria, Ponder Trade y Radellor, y una cuarta sociedad, ajena a la familia,
Scranton Enterprises, confirman que han mantenido conversaciones con un grupo inversor interesado en explorar un potencial acuerdo corporativo", aseguran los fundadores en un comunicado oficial. Dicha comunicación agrega que "las conversaciones con dicho inversor, muy preliminares y a iniciativa de éste, no permiten concluir la materialización de la operación.
Si se dieran las condiciones adecuadas, estas sociedades estudiarían apoyar una potencial operación, siempre que beneficiase a todos los accionistas".
Los
Grifols indican, asimismo, que, "en todo caso, estos accionistas confirman que
seguirían comprometidos con la compañía y que no venderían las acciones de una sociedad familiar centenaria. De concretarse algún tipo de acuerdo, sería debida e inmediatamente comunicado públicamente".
Según otras fuentes próximas fuentes a la operación,
Tristan Tully, responsable de Brookfield en Europa, mantuvo una conversación recientemente con la familia en la que le manifestó su interés en retomar las conversaciones sobre una potencial oferta por la totalidad de las acciones de Grifols que no están en manos de las familias fundadoras. Tomás Dagá, abogado de confianza de la familia, le invitó a que comunicase esas intenciones a
Morgan Stanley, banco asesor de la compañía, si disponían del dinero para presentar
una opa a un precio mayor al que había sido rechazado –10,5 euros por acción-- por el consejo de administración el pasado 27 de noviembre.
Las conversaciones con los Grifols se han extendido durante las últimas semanas. Pero las familias no lo habían comunicado todavía al
consejo de administración hasta tener constancia de que ese interés se convertiría en realidad. Por ello, el órgano de gobierno de la multinacional, que tiene la mayoría de sus centros de plasma en Estados Unidos y Canadá, aseguró este martes a la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV) que
no tenía “conocimiento sobre esta información”, tras la noticia publicada por El Confidencial antes de la apertura de la sesión bursátil.
La cotización, que llegó a dispararse cerca de un 14%, se desinfló tras este comunicado al organismo regulador. Más tarde,
Brookfield admitió que “
mantiene un diálogo de carácter general con los accionistas de referencia” de Grifols. No obstante, matizó que todavía “no está manteniendo, ni ha mantenido conversaciones con el consejo de administración en relación con una potencial transacción”. En otras palabras, que, hasta la fecha, las negociaciones se han circunscrito a las familias, dueñas del 30% del capital, cuyo apoyo es clave para presentar una opa si lo considera oportuno.
La operación,
de concretarse,
superará los 7.000 millones de euros.