Hay tres elementos a valorar en tu caso:el coste: este es solo uno más de los atributos de un préstamo y de un seguro. En el préstamo es más fácil, pues obtenemos para comprar la vivienda dinero que -teóricamente - no es diferente del que podríamos obtener de otro banco. En realidad, no es así, pues asumimos una serie de obligaciones derivadas que hacen que dos préstamos puedan ser radicalmente distintos en muchos elementos clave. Y si no me crees, díselo a la gente que vive un calvario por las cláusulas suelo, IRPH, gastos, etc y que mantiene vivas más de 200.000 demandas judiciales. De ahí la importancia de pagar a un asesor hipotecario independiente antes de contratar el préstamo. Por cuanto al seguro, los que "vende" - generalmente los impone - la banca son entre un 60% y un 300% más caros que aquellos que puedes adquirir en el mercado libre. Por ello puede que no contratar el seguro en el banco, sino en dicho mercado libre, te ahorre más dinero que aquel que pagarás por el incremento de diferencial.la cobertura: no hay dos seguros iguales, por más que se empeñen los interesados en que compres menos producto - les expone a menos riesgos - a cambio de un precio mayor - lo que dispara sus beneficios - en hacerte creer que "da igual dónde lo compres". Y, ya que estamos, te diré que no solo el seguro es peor, es que - además - es muy probable que ni siquiera te asesoren, sino que te planten un "esto es lo que hay", un café para todos que solo va a encajar contigo y tus necesidades de chiripa. Bueno, es probable que sí encaje con las necesidades del banco que no son otras que garantizarse un ingreso adicional que, además, irá subiendo exponencialmente a medida que envejezcas. Otra forma de ganar pasta gansa la tienen con los seguros a prima única, de los que afortunadamente te has librado. En cuanto a coberturas: que sepas que hay seguros bancarios que excluyen lo que te ocurra si vas en bici, si practicas algún deporte, si trabajas en construcción, en transportes, en seguridad, en el campo, que no te cubren ciertos riesgos si estás fuera de España, que no cubren epidemias ni pandemias (¿te suena de algo?), etc. Y, por cuanto a la incapacidad, solo cubren la permanente y absoluta, esto es, quedar incapacitado para cualquier trabajo cuando, según tu profesión, puede que debieras pensar en una incapacidad total que cubre la hipoteca si no puedes hacer TU trabajo, aunque puedas hacer otro menos cualificado, peor pagado. Todo eso puede ser correcto para un asegurado si se lo explican, lo entiende y casa con sus circunstancias. Pero en absoluto es adecuado para todos los clientes de un banco y menos si lo cruzas con el precio, pues resulta absurdo pagar mucho por algo que no vale - ni de lejos - lo que cuesta.la conducta: si te digo que llevo algo más de 14.000 casos de prácticas abusivas asistidos y que el 70% de ellas procede de la bancaseguros igual te cuesta creerlo, pero es así. Puedo contar experiencias muy duras. Por ejemplo, de un mismo banco tengo 15 casos iguales: el esposo fallece, la esposa trabaja en casa. Presentan la documentación al seguro del banco y este no paga. El banco sigue girando recibos de la hipoteca, se generan intereses remuneratorios, moratorios... se ejecuta. Segunda subasta, se pierde la casa. La familia queda con una deuda de capital, con la de intereses, gastos de ejecución, notaría, registro, etc. Entonces aparece el seguro y liquida al banco el importe pendiente de amortizar en el momento anterior al fallecimiento. La familia reduce su deuda, pero queda deuda viva y...sin casa. ¿Es eso lo que se pretendía al pagar el seguro? Otro banco hace seguros TAR, como el tuyo: en ese caso el capital es fijo (por ejemplo, de 200.000€), al fallecer se liquida el importe pendiente de amortizar (no los gastos, impuestos, etc), supongamos 100.000€ y la familia reclama los 100.000€ sobrantes a lo que el banco responde "Nos los hemos quedado, pues su marido nos nombró beneficiarios". De esos, 8 casos igualitos. ¿Sigo contándote barbaridades? María se quedó en la calle porque su marido Luis fue a dar un paseo en bici con sus hijos, pero al salir un coche de una esquina se asustó, cayó y dio con la cabeza contra el bordillo. Como el seguro excluye ir en bici... perdió la casa.Dicho esto, cabe recalar en otro aspecto: ¿Por qué y para qué quieres un seguro de vida? Ahí radica el quid de la cuestión. Ya te he avanzado que los seguros de vida asociados a préstamos (amortización) solo cubren el capital pendiente de amortizar. Pero ¿es esa la única necesidad a cubrir si uno fallece y, no digamos, si queda incapacitado? Mi consejo, como profesional, pasa por diseñar un sistema que cubra efectivamente las necesidades de cada familia en concreto, fallezca o se incapacite quien sea que aporta dinero a la caja familiar. Y ese diseño tiene que ir más allá de un préstamo, si se hace bien, porque es un acto de responsabilidad y de amor cuidar de los nuestros incluso si se pierde nuestra capacidad de generar renta. El español medio, a diferencia de otras culturas, carece normalmente de esa visión y no es por despreocupación hacia las personas que quiere sino porque no se han planteado que puede ser él quien no tome las uvas o quien esté en la silla de ruedas en el futuro. Esas cosas les pasan a los demás.Y a quien le pasa, sinceramente, más le vale haber previsto esa contingencia porque el día después cambiará todo radicalmente en función de que haya hecho o no los deberes. Y no se pueden hacer de la mano de un vendedor, ni de un bancario extractivo, debe hacerse con un asesor independiente y capacitado.Espero haber sido de ayuda.