Ya hemos visto en post anteriores que invertir sólo atendiendo a la volatilidad o a nuestra tolerancia al riesgo no es la mejor la de las opciones, la volatilidad nos sirve para dar un dar valor medio de algo tan difícil de cuantificar como es el riesgo pero nos deja abierta la puerta a unos extremos muy alejados de la media que entran dentro de esa normalidad estadística y aún sabiendo esto, nuestra aversión psicológica a las primeras pérdidas nos hace más vulnerables a los mercados bajistas.
Burton Malkiel en su famoso "Paseo aleatorio por Wall Street" y William Bernstein en "Los cuatro pilares de la inversión" nos dan algunas claves de como poder construir nuestra cartera a largo plazo, en ambos casos nos explican las bondades de decantarnos por la renta variable para periodos largos de tiempo pero siempre recordando la incertidumbre y las oscilaciones que tienen las acciones, por ellos no dan las pautas de como crear nuestra cartera de una manera más equilibrada.
Para invertir según nuestro horizonte temporal hay al menos dos opciones, compartimentar según las necesidad de liquidez o la inversión según el ciclo de vida. Hoy comentaré esta primera parte y en el próximo post os hablaré de la inversión por ciclo de vida o por fecha objetivo.
Según las necesidades de liquidez de podamos tener, dividiremos nuestro capital en tres partes: un margen de seguridad para nuestra vida cotidiana, otra para "por si acaso" y por último la parte que dedicaremos a inversión.
El margen de seguridad es aquella parte que hemos de tener en liquidez o similares, que nos ayudará a cubrir posibles necesidades comunes de nuestro día a día, cuanto hemos de tener en esta parte es algo personal, cada uno puede sentirse más o menos cómodo con una cantidad en su cuenta. Para los trabajos donde el componente de remuneración variable es elevada o trabajadores autónomos, esta parte debería tender a ser mayor para evitar que en caso de bajada de los ingresos o no alcanzar los objetivos haya un margen de seguridad para no tener que des-invertir de los otros compartimentos.
Tener una parte para "por si acaso", nos dará la tranquilidad de que en caso de necesitar liquidez de manera urgente pero inesperada no dependeremos en exceso de la situación de mercado. En esta parte tratamos de combatir la inflación para que nuestro ahorro no pierda el poder adquisitivo de no consumir en el presente. Renta fija a medio plazo (quizá a día de hoy no sea la mejor de las opciones) o un fondo mixto conservador sería lo ideal. En los países donde las coberturas por desempleo no son excesivamente generosas, esta parte es fundamental, en los libros basados en el mercado americano (la mayoría) nos hablan de calcular el número de meses que creemos que tardaríamos en encontrar trabajo y cual es el gasto mensual que tenemos que cubrir. Solemos pecar de prudentes y tener en esta parte una cantidad quizá superior a lo que mandaría la teoría pero personalmente creo que no es una mala estrategia ya que nos dará la posibilidad de manera de fácil de lidiar con las oscilaciones de mercado y poder re-balancear hacía más riesgo si el mercado nos da la oportunidad.
Por último dentro de este primer bloque de inversión por compartimentos, sería la parte que destinamos a mayor riesgo, a tratar de ganar dinero en términos reales a largo plazo. La renta variable no es un plazo fijo a 10, 20 o 30 años pero históricamente entre los más de 200 años que hay datos en Estados Unidos y el último siglo que podemos tener para el resto de mercados parece que invertir en renta variable es la mejor opción, no sabemos si será así en el futuro ya que no podemos predecir con exactitud que pasará en las próximas décadas, pero la prima de riesgo que se exige al mercado hace que tengamos una red de seguridad, que esa red sea lo más grande posible es a lo que debemos aspirar.
Obviamente es la parte más difícil, realmente es mucho más fácil si nos encontramos en un momento de nuestra vida en fase de acumulación donde mensualmente o cada año podemos disponer de una parte para invertir, ya que esto nos permitirá ir aportando periódicamente que es uno de los grandes métodos para reducir la volatilidad del mercado, hay dos métodos para las aportaciones periódicas, el DCA (dollar cost average) que es ir aportando la misma cantidad o el value avering, del profesor Michael Edleson, donde las aportaciones dependen de lo que haya hecho el mercado, aportando menos cuando el mercado ha subido y más cuando ha bajado, ahondaré más en el tema de las aportaciones periódicas en otro post ya que merecen un capitulo aparte.
Mucho más habitual es encontrarnos ante la decisión de que hacer con nuestro dinero cuando ya hemos acumulado un cierto capital, aquí será más difícil decidir si la cantidad que queremos destinar a la inversión a largo plazo lo hacemos todo de golpe o tratar de hacerlo en el "mejor momento". Esto último es realmente difícil, tratar de ser más listos que el mercado en su conjunto es realmente complicado.
Markiel y Bernstein nos dicen que es prácticamente imposible por lo que nos recomiendan fondos indexados y aportaciones periódicas, aunque yo me decanto más por la visión del gran Benjamin Graham en el imprescindible " El inversor inteligente" o por la versión que nuestro colega "rankiano" Daniel Suarez en su libro "Inversión Adaptativa" en el que el mercado es eficiente .......aveces. En ambos casos la recomendación es alejarnos de tomar grandes posiciones en el momentos de locura de masas y aprovechar si el mercado nos da la oportunidad incrementando nuestra posición cuando hay pesimismo pero los indicadores nos muestran que tenemos una red de seguridad bastante amplia.
Este último compartimento, el del largo plazo, es el que tendremos, ahora sí, que valorar que riesgo queremos asumir. Para Warren Buffett invertir en acciones es poder estar tranquilo viendo como tu patrimonio baja un 50%, por tanto hagamos nuestra regla de 3 para ver que parte de la inversión a largo plazo queremos dejar en renta variable. Si podemos asumir una caída de un 25% pero no más, según el propio Warren Buffet, no deberíamos tener más de la mitad en bolsa. En que invertir el resto es más complicado por la situación actual de tipos de interés, pero hemos de ser conscientes de esto " si sus acciones no le dejan dormir, véndalas y compre otras que sí le dejen".
La parte que dediquemos a renta variable debe tener una diversificación geográfica o sectorial lo suficiente amplia ya que hemos visto que para Eurostoxx, Ibex o Nikkei 20 o 30 años no han sido suficientes para que se cumpla que la mejor inversión sea la renta variable.
Con la inversión por compartimentos tenemos un método que nos alejará de tomar decisiones impulsivas y tendremos una parte de nuestro patrimonio protegido ante necesidades urgentes o inesperadas de liquidez, y para el resto, asumiendo el riesgo que ello conlleva, tratar de obtener la rentabilidad esperada por el mercado y que el interés compuesto haga el resto, es este sentido recordemos la regla del 72, si dividimos este número entre la rentabilidad anual nos dirá cuanto tiempo tardamos en duplicar nuestra inversión, por lo que con aproximadamente un 7% compuesto en 10 años hemos duplicado nuestra inversión, pero una vez duplicada tardaremos la mitad de tiempo en volver a duplicar la inversión inicial.
Burton Malkiel en su famoso "Paseo aleatorio por Wall Street" y William Bernstein en "Los cuatro pilares de la inversión" nos dan algunas claves de como poder construir nuestra cartera a largo plazo, en ambos casos nos explican las bondades de decantarnos por la renta variable para periodos largos de tiempo pero siempre recordando la incertidumbre y las oscilaciones que tienen las acciones, por ellos no dan las pautas de como crear nuestra cartera de una manera más equilibrada.
Para invertir según nuestro horizonte temporal hay al menos dos opciones, compartimentar según las necesidad de liquidez o la inversión según el ciclo de vida. Hoy comentaré esta primera parte y en el próximo post os hablaré de la inversión por ciclo de vida o por fecha objetivo.
Según las necesidades de liquidez de podamos tener, dividiremos nuestro capital en tres partes: un margen de seguridad para nuestra vida cotidiana, otra para "por si acaso" y por último la parte que dedicaremos a inversión.
El margen de seguridad es aquella parte que hemos de tener en liquidez o similares, que nos ayudará a cubrir posibles necesidades comunes de nuestro día a día, cuanto hemos de tener en esta parte es algo personal, cada uno puede sentirse más o menos cómodo con una cantidad en su cuenta. Para los trabajos donde el componente de remuneración variable es elevada o trabajadores autónomos, esta parte debería tender a ser mayor para evitar que en caso de bajada de los ingresos o no alcanzar los objetivos haya un margen de seguridad para no tener que des-invertir de los otros compartimentos.
Tener una parte para "por si acaso", nos dará la tranquilidad de que en caso de necesitar liquidez de manera urgente pero inesperada no dependeremos en exceso de la situación de mercado. En esta parte tratamos de combatir la inflación para que nuestro ahorro no pierda el poder adquisitivo de no consumir en el presente. Renta fija a medio plazo (quizá a día de hoy no sea la mejor de las opciones) o un fondo mixto conservador sería lo ideal. En los países donde las coberturas por desempleo no son excesivamente generosas, esta parte es fundamental, en los libros basados en el mercado americano (la mayoría) nos hablan de calcular el número de meses que creemos que tardaríamos en encontrar trabajo y cual es el gasto mensual que tenemos que cubrir. Solemos pecar de prudentes y tener en esta parte una cantidad quizá superior a lo que mandaría la teoría pero personalmente creo que no es una mala estrategia ya que nos dará la posibilidad de manera de fácil de lidiar con las oscilaciones de mercado y poder re-balancear hacía más riesgo si el mercado nos da la oportunidad.
Por último dentro de este primer bloque de inversión por compartimentos, sería la parte que destinamos a mayor riesgo, a tratar de ganar dinero en términos reales a largo plazo. La renta variable no es un plazo fijo a 10, 20 o 30 años pero históricamente entre los más de 200 años que hay datos en Estados Unidos y el último siglo que podemos tener para el resto de mercados parece que invertir en renta variable es la mejor opción, no sabemos si será así en el futuro ya que no podemos predecir con exactitud que pasará en las próximas décadas, pero la prima de riesgo que se exige al mercado hace que tengamos una red de seguridad, que esa red sea lo más grande posible es a lo que debemos aspirar.
Obviamente es la parte más difícil, realmente es mucho más fácil si nos encontramos en un momento de nuestra vida en fase de acumulación donde mensualmente o cada año podemos disponer de una parte para invertir, ya que esto nos permitirá ir aportando periódicamente que es uno de los grandes métodos para reducir la volatilidad del mercado, hay dos métodos para las aportaciones periódicas, el DCA (dollar cost average) que es ir aportando la misma cantidad o el value avering, del profesor Michael Edleson, donde las aportaciones dependen de lo que haya hecho el mercado, aportando menos cuando el mercado ha subido y más cuando ha bajado, ahondaré más en el tema de las aportaciones periódicas en otro post ya que merecen un capitulo aparte.
Mucho más habitual es encontrarnos ante la decisión de que hacer con nuestro dinero cuando ya hemos acumulado un cierto capital, aquí será más difícil decidir si la cantidad que queremos destinar a la inversión a largo plazo lo hacemos todo de golpe o tratar de hacerlo en el "mejor momento". Esto último es realmente difícil, tratar de ser más listos que el mercado en su conjunto es realmente complicado.
Markiel y Bernstein nos dicen que es prácticamente imposible por lo que nos recomiendan fondos indexados y aportaciones periódicas, aunque yo me decanto más por la visión del gran Benjamin Graham en el imprescindible " El inversor inteligente" o por la versión que nuestro colega "rankiano" Daniel Suarez en su libro "Inversión Adaptativa" en el que el mercado es eficiente .......aveces. En ambos casos la recomendación es alejarnos de tomar grandes posiciones en el momentos de locura de masas y aprovechar si el mercado nos da la oportunidad incrementando nuestra posición cuando hay pesimismo pero los indicadores nos muestran que tenemos una red de seguridad bastante amplia.
Este último compartimento, el del largo plazo, es el que tendremos, ahora sí, que valorar que riesgo queremos asumir. Para Warren Buffett invertir en acciones es poder estar tranquilo viendo como tu patrimonio baja un 50%, por tanto hagamos nuestra regla de 3 para ver que parte de la inversión a largo plazo queremos dejar en renta variable. Si podemos asumir una caída de un 25% pero no más, según el propio Warren Buffet, no deberíamos tener más de la mitad en bolsa. En que invertir el resto es más complicado por la situación actual de tipos de interés, pero hemos de ser conscientes de esto " si sus acciones no le dejan dormir, véndalas y compre otras que sí le dejen".
La parte que dediquemos a renta variable debe tener una diversificación geográfica o sectorial lo suficiente amplia ya que hemos visto que para Eurostoxx, Ibex o Nikkei 20 o 30 años no han sido suficientes para que se cumpla que la mejor inversión sea la renta variable.
Con la inversión por compartimentos tenemos un método que nos alejará de tomar decisiones impulsivas y tendremos una parte de nuestro patrimonio protegido ante necesidades urgentes o inesperadas de liquidez, y para el resto, asumiendo el riesgo que ello conlleva, tratar de obtener la rentabilidad esperada por el mercado y que el interés compuesto haga el resto, es este sentido recordemos la regla del 72, si dividimos este número entre la rentabilidad anual nos dirá cuanto tiempo tardamos en duplicar nuestra inversión, por lo que con aproximadamente un 7% compuesto en 10 años hemos duplicado nuestra inversión, pero una vez duplicada tardaremos la mitad de tiempo en volver a duplicar la inversión inicial.