Y en materia financiera pasa otro tanto. Lo hemos visto con las subprime y el complejo mundo de titulizacion, agencias gubernamentales y enrevesadas redes de distribución. Y también con algunas de las soluciones propuestas por los norteamericanos para solventar aquellos supuestos en los que el valor de la casa estaba por debajo del saldo hipotecario. Tremenda su imaginación, y tremendo que no se asusten e insistan con lo de volver a la titulización de todo lo titulizable.
En este sentido, quiero recoger en este post dos conceptos, dos herramientas financieras muy americanas, y que cobran una especial relevancia en esta época de crisis. Me estoy refiriendo al Layaway y a la compraventa de seguros de vida.
1. El Layaway: El regreso de esta modalidad de compra es señalada por Juan Sainz de los Terreros. Es una modalidad de pago a plazos, o para concretar, de pre-pago a plazos, es decir, voy pagando en mensualidades un objeto que se ha retirado de la venta, y cuando termino de pagar me lo entregan. Vamos, la antítesis de las tarjetas (El Gallina estará contento), nada de disfrutar ahora y pagar luego, es justo al revés, paga ahora y ya disfrutarás. Más que una herrmienta de financiación es, por tanto, una modalidad de ahorro
Evidentemente, en el universo de las tarjetas de crédito y las financiaciones express, el layaway pasó a mejor vida, incluso en algunas cadenas que lo ofrecían históricamente lo eliminaron. pero hete aquí, que con la crisis ha vuelto a la vida. Si no hay crédito, hay que ahorrar para tener algo. Supongo, que como puedo apreciar en eLayaway, un intermediario entre los establecimientos comerciales y los consumidores, este tipo de compras deben beneficiarse de algún tipo de promoción o de descuento, aunque solo sea para compensar el desfase tecnológico que sufrirán alguno de los productos en ese tiempo. Es que si no, no acabo de entender las ventajas que tiene para un comprador el ahorrar en la cuenta del vendedor, en vez de en la suya propia, pr no hablar del riesgo de perder dinero y producto, en caso de quiebra del vendedor.
En España conozco pocos casos de layaway. Algo similar funciona con Circulo del Arte, donde existe unos planes de cuotas pero que no suponen una venta y retirada de un articulo concreto. Más bien se va constituyendo un fondo que le da derecho a uno, a la hora de comprar, a precios más rebajados o a la financiación de parte del pago con el respaldo de las cuotas futuras. También lo he visto en joyería o relojería, cuando se emite una serie limitada y bajo pedido previo, el ir haciendo pagos antes de la entrega. Pero el layaway generalizado en productos de consumo, como que no, aunque entiendo que los establecimientos estarían encantados.
2. La segunda opción es la compraventa de seguros de vida: Ángel del Amo, de ¿Seguro? se hace eco de una serie de recomendaciones de la CNN para que el norteamericano de a pie obtenga efectivo. Y una de ellas es curiosa, la venta del seguro de vida. Tal y como le he comentado a Ángel, entiendo que se trata de una figura financiera que no se practica por estos lares. Se trata de venderle a un inversor una póliza de seguro de vida, es decir, nombrarle beneficiario en caso de muerte de modo irrevocable. Esta claro que para estos casos, estamos hablando de pólizas de prima única (o que el pago no dependa del propio asegurado-vendedor), y lo más importante, que este claro que vayamos a cascar más bien pronto que tarde. Me refiero a enfermedades terminales. Para más información,pulsar aqui, por ejemplo.
Por lo que se, este tipo de prácticas no se permiten en España, pero no acabo de comprender los motivos. Supongamos que te dan por desahuciado, pero con un tratamiento experimental, sufragado con ese dinero, consigues sobrevivir. O, por ejemplo, no tiene claro un beneficiario, o siendo mas claro, el beneficiario deseas serlo tu. No se, no acabo de entender esas limitaciones a la libertad, claro que me pregunto, y es algo que también desconozco, si no se puede llegar a un acuerdo con la propia compañía y negociar la anulación de la póliza a través del pago de una cantidad superior a la que obtendría por esta venta.
Esta igura sale en una película, llamada Out of Time, con una tal Denzel y con la Diosa Mendes.
Lo dicho, que imaginativos son un rato.