Hoy hemos conocido los datos de la Encuesta de Población Activa que nos ha dado un número mágico: 5.965.400; lo que nos ha llevado a todo el mundo a decir que no se han superado los seis millones. Esto no es exactamente así porque la E de EPA significa encuesta por lo que dado que los 6.000.000 son un 1% más que el dato publicado es posible y compatible con este resultado que se haya superado esta cifra, debido a los márgenes de error de las encuestas, (que en este caso no he logrado encontrar).
En todo caso, no parece demasiado importante que nos encontremos con 5.965.400 o 6.000.000. Esto no es una resistencia importante de un índice. Hoy nos hemos encontrado con muchas descripciones del dato, (drama, insostenible…), pero falta una que es LÓGICO con las medidas que se han tomado. Es decir, se destroza la renta disponible de los consumidores, por lo tanto las empresas no venden y después se acaba subvencionando el despido. Total, clase media a tomar viento, empleo en picado y actividad económica nula. ¿tan difícil es verlo?. Pues va a ser que sí, porque más que de la EPA me gustaría hablar de un artículo que ha colocado Niño Becerra en su blog a cuenta de los seis millones de parados.
En particular juro que no entiendo lo de Niño Becerra. De unos diagnósticos aceptables en muchos casos, pasa a unas soluciones que van claramente en contra del diagnóstico, proponiendo más de lo mismo de tal forma que lo curioso es que de conseguirse el imposible que dice que hay que hacer estaríamos en una situación en la que su diagnóstico sería peor, y todo ello asumiendo que supone que no hay solución.
Lo primero que me gustaría me explicasen es que si no hay solución, para que escribe y para que propone “lo que hay que hacer”. Esto ya lo expuse en su día con el post en el que trataba de explicar que claro que hay solución; y que de hecho se solucionará.
Pero es que el fin de semana compruebo en “el economista”, que se refieren a su blog en referencia al paro de seis millones. Más allá de la parte en la que nos cuentan que debemos aceptar los seis millones, o los siete y de que no podemos hacer nada, (cuento chino además inútil, porque da igual que lo acepte o no, pero nada será sostenible con estos números, empezando por el estomago de los afectados y acabando con las cuentas de cualquier empresa o las públicas), comienza con un punto con cierta lógica; lo primero es saber exactamente cuántos parados hay en España. Dice que hay que restar aquellas personas en la economía sumergida y sumar aquellos que están en subempleo. Totalmente lógico y nada más que añadir. ¿Cómo podemos poner críticas a cuantificar de la mejor manera posible el problema?. Por esto este post sale el día de la publicación de la encuesta de población activa, que por cierto no es un recuento de parados. Los datos oficiales sobre empleo son eso, pero una encuesta es aquella donde empleado es todo aquel que presta un servicio a cambio de cualquier tipo de remuneración, (incluido pago en especie). Por otra parte también nos da información sobre los subempleos, de tal forma que tiene la estimación que pide sin demasiados problemas. Siempre y cuando recordemos que los datos oficiales están alterados (entre otras cosas) por “lo negro”, y que las encuestas son encuestas. Pero o se sigue a cada uno de los españoles o esto es lo que puede haber. Incluso siguiéndolos, tendremos el dato tan tarde que los primeros seguro han sido despedidos y habría que volver a empezar
Pero lo que no entiendo muy bien es cómo encaja esta petición con las recetas que pone en el mismo blog, que en síntesis se basa en cambiar las definiciones del mercado laboral, para bajar el paro. De hecho, nos pone un par de ejemplos muy gráficos: “Por ejemplo, si hoy se entiende por población activa el número de personas con edad comprendida entre los 16 y los 65 años que manifiestan que desean trabajar, podría pasar a ser: ‘número de personas cuya edad se halla comprendida entre los 16 y los 65 años que en cada momento sean necesarias para contribuir a los procesos productivos” y “Disminuir la oferta de trabajo a través de considerar qué únicamente las personas con ciertos requerimientos serán parte de la oferta de trabajo, por ejemplo, tener un nivel determinado de conocimientos de Inglés. Lo anterior podría venir acompañado de expulsiones masivas de inmigrantes que se hallen desempleados y que no sean necesarios”. En síntesis no acabo de entender muy bien como se comienza pidiendo que se introduzca información para conocer la realidad y luego resulta que proponga cambiar las definiciones para que parados de hoy dejen de serlo. Y esto por no hablar de lo que solucionaría esto al problema de que Fulanito de Tal no pueda tener un trabajo, (y ese pequeño detalle que supone la nomina), con el que interactuar en un sistema económico. (es decir; alimentarse, pagar los gastos, contribuir al erario público, demandar productos que provocan que otras empresas puedan vender…).
En todo caso veo que por lo menos da unas soluciones parciales a “lo que sobra”, que son expulsar a los inmigrantes, (que comparto que quizás nunca hubiesen debido venir, pero que son tan, o más, victimas que todos nosotros), y a muchos españoles imponiéndoles todo tipo de trabas para percibir prestaciones sociales, (en un contexto en el que por decreto se les saca incluso del mercado laboral). Sí quiere seguir por esta vía, no tardaremos en llegar a los ghettos, o a soluciones como la que propone el ministro de finanzas Japonés que pide aquello de que las personas mayores se den prisa en morir para ahorrar. Y esta frase no es demagógica; no se me ocurre ninguna animalada entre lo propuesto por Niño Becerra y estas mencionadas, por lo que a aquella persona “no necesaria” que no se quiera ir por su cuenta, o no tenga donde ir…¿Qué se hace con ella?.
En fin, pero lo que hace todo un ¡catedrático de estructura económica!, (ahí es nada), es proponer la solución definitiva: ¡Que todo el mundo se vea obligado a trabajar la mitad de la jornada laboral, con la mitad de sueldo!. Supongo que después de proponer medidas como está no se le ocurrirá decir aquello de “la clase media está desapareciendo”, como si fuese algo completamente ajeno a las decisiones que se toman. ¡Que a estas alturas estemos repitiendo exageradamente un día las medidas tomadas en el pasado y al día siguiente estemos criticando la situación!; ¡Que a estas alturas aún hayamos entendido que lo que hay que hacer es recuperar la clase media!, ¡Que existan economistas que aún no entiendan que los trabajadores también son los consumidores!. Soy perfectamente consciente de que las tesis de este señor parten de la premisa de que los trabajadores no son necesarios, por la eficiencia en producir; pero me gustaría recordar que la economía no es ver las cosas desde el punto de vista de las empresas, sino que es aproximarse a un sistema organizado donde todo tiene varias funciones y existe algo parecido a un flujo circular de la renta. ¿Tanto cuesta entender que un economista (y curiosamente en esto también los políticos) han de dedicarse a crear las condiciones para que los ciudadanos de un país, (con las condiciones que tengan vivan bien?. ¿Esto cómo se encaja con proponer un modelo en el que se propone expulsar a unos y poner las condiciones tan difíciles a los otros para que se vayan?. Regularmente nos cuenta Niño Becerra que tenemos un problema de recursos, ¿y luego se propone expulsar recursos humanos y cerrarlo todo?. El problema no es que tengamos recursos. El problema es que están parados, (desde las naves, las tiendas, las autopistas, y los recursos humanos)
Por cierto; claro que estoy de acuerdo con el incremento de parados no va a cesar, por lo menos mientras se sigan subvencionando los despidos que a su vez son cada vez más fáciles. Que tiene su coña; 6.000.000 de parados y estamos subvencionando, facilitando y pidiendo despidos, (para crear empleo o para vaciar el país, según el discurso) y ¡luego nos sorprendemos!. Mientras las familias tengan que consumir los bienes producidos con los recursos generados por el 30% de las personas, y pagando todo tipo de desmanes en todo tipo de monopolios, oligopolios y empresas que viven del estado, nadie va a vender. ¿y luego nos sorprendemos también de estas cosas?. En fin.