Esta semana, los post de recopilación me los ha vuelto a poner en bandeja el sindicato UGT con el filón que han sacado con los videos. En el quinto video sobre las mentiras crisis, habla de los impuestos y más concretamente de cómo se toma el empresario el pago de impuestos.
En este caso, resulta que los trabajadores siguen apareciendo igual de patéticos, pero el caso es que al empresario lo vemos más normalito. Por supuesto, sale jurando en varias ocasiones cuando tiene que pagar impuestos, pero debo reconocer, que yo lo supero cuando me dan el certificado de retenciones, cuando veo el recibo del agua, (con la tasa de basuras), el ibi, el impuesto de circulación, (que por cierto aunque en el video, se diga que el coche de lujo paga una pasta, la realidad es que solo hay dos grupos y la mayoría paga el caro, por lo que el coche de lujo paga lo mismo que un coche medio)…
Por tanto, debo reconocer que me identifico perfectamente con el disgusto a la hora de pagar impuestos. Al respecto siempre estamos con el tópico de que es malo no querer pagar impuestos, pero en realidad, tanto aquí, como en USA como en Finlandia, los impuestos son un gasto para el que lo paga, y como todos y cada uno de los gastos todos tratamos de que sean los menores posibles y a todos nos fastidia.
De hecho por esta razón, en ningún país del mundo los impuestos son algo optativo sino que es algo obligatorio y es el estado el que se ha de ocupar de que todo el mundo pague de acuerdo a unas reglas determinadas. En particular, en España, nos encontramos con el artículo 31 de la constitución que en el artículo 31 nos dice cómo ha de ser la recaudación de impuestos y como el reparto de los gastos:
“1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.“.
Lo curioso es que el video de referencia se despacha con una frase, supuestamente mentira que es la de “pagamos demasiados impuestos”; lo cual ni es mentira, ni es cierto. Es simplemente inexacto, ya que antes de determinar si pagamos demasiados impuestos, tenemos que comparar con él “a cambio de que” y desde luego recordarnos por el reparto de los impuestos, para comprobar si se cumple la constitución o no.
Con estas dos cosas, tendremos que comprobar si se cumple el famoso artículo 31 de la constitución, y a día de hoy tengo que suponer que los encargados de hacer cumplir la constitución, la ley y por tanto ocuparse de la programación fiscal en España es el gobierno y el parlamento. ¡no los empresarios!, para los que cualquier impuesto es un gasto, que afecta a su per, y por tanto a la valoración de la empresa y a los beneficios, en todos los lados del mundo.
¿Qué ellos tratan de pagar menos?. Lógico y razonable. ¿Qué se quejan demasiado?. Pues el problema no es tanto que se quejen, (aunque los think tank a veces se pasan tres pueblos con el morro), sino que tienen eco tanto en el reparto del gasto como en el reparto de los impuestos.
Por tanto, la mentira “pagamos pocos impuestos”, oculta el grave problema del reparto de este, olvido muy grave, que por cierto, encaja perfectamente con las consignas: “la subida del iva es social”, “tenemos que subir la tributación”, que ha venido lanzado el que se ha erigido en portavoz de este gobierno: José Blanco.
¿Puede entenderse que en los videos de motivación para la huelga, nos volvamos a encontrar con los sindicatos coreando de forma muy sutil las consignas del partido contra el que se debería protestar?.
Luego sueltan tres frases que también son ciertas, pero que vuelven a acometer del mismo defecto: “el 80% de los impuestos proceden de los sueldos”, “los impuestos sobre el capital y el patrimonio o son muy bajos o se han eliminado”, y “uno de cada cuatro euros no tributa”, cuando curiosamente lo más sensato es que cuando se está planteando una huelga general contra el gobierno, la redacción hubiese sido mucho mejor diciendo: “Con las normas que ha aprobado este gobierno A LO LARGO DE LAS DOS LEGISLATURAS, los trabajadores pagan una parte cada vez mayor de su renta, a la vez que las rentas del capital pagan menos”; “el gobierno ha eliminado el impuesto de patrimonio, ha bajado impuesto de sociedades y no ha subido el impuesto a las grandes fortunas, mientras ha subido el resto de impuestos”, y “el gobierno ha maniatado a los servicios de inspección para investigar a las grandes fortunas de varias formas, (quitando a las SICAV de hacienda para la CNMV; mediante el uso de regularizaciones voluntarias en el caso de que los hayan pillado…)”
Como se puede ver las redacciones son algo distintas y desde luego animan a ir contra el gobierno, en lugar de las otras redacciones que son algo surrealistas.
En este sentido, me gustaría volver al resumen de una parte de los post de hace un año, (en la tercera semana de septiembre de 2009, fui muy prolífico) y recordar lo que pasaba con los impuestos.
En dos de los post traté de saber los porcentajes de impuestos que se pagaban por los sueldos y por las actividades empresariales. Mientras el porcentaje efectivo de pagos por los sueldos asciende al 11,96%, el porcentaje en los rendimientos empresariales se ha quedado en el 6,97%. Las diferencias son brutales. Pues este es el resultado de unas normas, que dan otro resultado curioso. Aprovechando la circunstancia he actualizado los datos anteriores, que se referían a 2008; buscando los datos correspondientes a 2009; de forma que los sueldos pagaron en el 2009 el 11,82%, mientras que los rendimientos empresariales han pasado al 5,42%.
Por tanto es fácil entender que UGT podía decirnos tranquilamente que podemos protestar contra los cabreos lógicos por pagar impuestos o bien explicar que ya en 2009, se ha notado una exageración de una política que es un despropósito y que por cierto se ha exagerado en 2010, ya que el ajuste fiscal ha impactado directamente sobre los trabajadores, (comenzando por la retirada de los 400 euros, que impacta sobre esto).
Siguiendo con la recopilación, en esa misma semana, traté de explicar cómo afectan los impuestos indirectos al precio y quien asume las consecuencias. Esto es algo muy sencillito, y explica también los efectos de las subvenciones directas al consumo de un determinado bien, que no son otra cosa que un impuesto indirecto negativo. El post se llamaba “Precios e impuestos indirectos”.
Respecto a lo de las SICAV, en esas fechas coloqué el segundo post de la serie que hice en su día para luchar contra el surrealismo alrededor de tal figura. Unos días antes, en el post de “Formando Opinión”, contaba lo que decían las entidades acerca de esta figura, (en contra de todos los análisis del momento). El caso es que la moda era tratar de demostrar que con las SICAV no se pagaban más impuestos, por esto tocó el post de “A vueltas con las Sicav, ¿tributan más, menos, mejor o peor?”. Se trata de demostrar que el caso típico mostrado para decir que no pagan menos es simplemente imposible para la normativa y luego se trata de analizar la situación con o sin Sicav, y ¡vamos!. ¡Muy llamativo!.
Y para acabar, sólo me queda un post, que es el que explica porque se han aprobado todas estas políticas fiscales, que por supuesto desde el punto de vista económico son un desastre, pero claro, ¿Por qué se aprueba?. Pues porque son las recomendaciones del sistema financiero, que son lo que le viene bien al sector financiero. ¿Las razones?. Al final lo que hemos tenido es lo que se contenía en el post de “Funcas y sus recomendaciones”