No sé muy bien como, pero he llegado a una situación en la que de repente me encuentro buscando esperanza en un líder político Finlandés y supuestamente de extrema derecha. Estoy hablando de Timo (sólo me faltaba el detalle del nombre) Soini, líder del partido “Verdaderos Finlandeses”.
Por un lado, este político ha puesto los puntos sobre las ies y ha manifestado su total desacuerdo con el rescate de Portugal, diciendo lo que a todas luces es obvio, (tal y como he desarrollado recurrentemente). En definitiva nos cuenta que el rescate de Portugal no es otra cosa que un rescate a la banca en un entorno en el que se ha montado un tinglado similar a un esquema ponzi, donde los políticos gastan el dinero en la banca, debido al chantaje de esta que se puede negar a acudir a las subastas públicas.
El problema es que si bien el diagnóstico final de la situación sea bastante acertado, el problema es que tanto las causas como el mecanismo son bastante equivocados. Es importante entender la importancia de las causas del poder y de la fuente de la capacidad extorsionadora porque sin atacar esto, el resultado será el mismo de siempre.
El hecho de que los políticos y los bancos funcionan como una simbiosis perfecta, mediante la cual los primeros dan el dinero y las reformas a los segundos, bajo la amenaza de que en el caso contrario los bancos no compran deuda pública es tan simple de desmontar como pensar en el hecho de que el argumento y el poder puede ser perfectamente al revés. Es decir, planteada la cuestión como una lucha entre los políticos y los financieros, no está tan claro el sentido del poder como cuenta este líder, ya que es bastante obvio que si bien los bancos pueden dejar de acudir a las subastas, los políticos pueden dejar de hacer todo lo posible por salvar a la banca. (Hoy en día, no es necesario adoptar un papel activo para salvar a la banca, sino que tan sólo llega con no salvarlos expresamente).
En todo caso, aquí todo el mundo sabe que los bancos acuden a las subastas, porque en realidad les interesa y mucho. Piden dinero a un tipo bajo, (bien al BCE, bien a otro Banco Central o bien incluso a los gobiernos mediante cualquiera de los fondos de estabilización que se han creado), y ese dinero lo usan para comprar deuda pública, con la garantía de que los distintos estados harán todo lo que sea posible, (incluso de forma coordinada), para pagar estas deudas. ¿De verdad creemos que los bancos van a dejar de ir a unas subastas donde se consiguen rentabilidades estratosféricas por los activos más seguros, (que no seguros), que existen?.
De hecho, las cantidades que pagan los estados, no son otra cosa que la fuente de beneficios del sector financiero; ¿Cuesta tanto entenderlo?. Desde luego el chantaje de la banca a los políticos no viene por amenazar con retirarse de las pocas líneas de negocio que les quedan.
Esta explicación no se sostiene de tal forma que surge la primera duda; se construye un discurso duro exponiendo algo que por otra parte recuerda mucho a los cables de wikileaks; ¡muy escandaloso, pero a estas alturas del partido no creo que sorprenda a nadie!; pero sin embargo se olvida de dos mecanismos de chantaje que curiosamente son mucho más plausibles en esta situación.
El primero y con mucho el menos importante es la financiación de los partidos. Es cierto que bien con el sistema de USA, (donaciones de los lobbys a los distintos partidos), o con el sistema Español, (donaciones mediante un sistema en el que primero se concede financiación, luego se acaba condonando intereses y al final no se cobra capital), asistimos al “quien paga manda”. Sin embargo este sistema tiene un límite y tiene cierta influencia para conseguir determinadas prebendas o ventajas legales o fiscales. Pero traspasados unos límites deberíamos hacernos la siguiente pregunta: ¿Es coherente defender que un partido político determinado, (en España el PSOE) traspase todos los límites para financiarse, aún cuando el riesgo de desaparición del propio partido es cada vez mayor?.
No tiene demasiado sentido que los partidos que están en el poder, (y cuando están en el poder), aprovechen la circunstancia para suicidarse, con el objetivo de asegurar su financiación. Se puede entender que quizás sea un problema de inteligencia o que no se están dando cuenta de que disparando contra el fondo del buque ellos se hunden, pero esto sólo hasta un punto determinado. A partir de determinado momento, la situación es tan evidente que es indefendible la idea de que nos están vendiendo por sus negocios.
Pero lo que es incomprensible que olvide es el segundo mecanismo de chantaje del sector financiero, sobre todo en el caso que nos ocupa en el que compara la situación con un sistema Ponzi. No soy capaz de entender que nos cuente que se ha montado un sistema Ponzi entre los políticos y los mercados, (de forma que los gobiernos inyectan dinero en los mercados sin control y tienen que acceder a la presión de los mercados para tener ese dinero para inyectar), y se olvide de que lo principal de un esquema Ponzi es que absolutamente nadie, (salvo quien va a pagar la factura que vamos a ser servidores y unos cuantos millones más, y salvo el que al final quede atrapado y no se dé salido a tiempo), tiene el menor incentivo en salirse. De hecho una vez metido es como una bola de nieve que cuando se para lo destroza todo.
Si estamos metidos en un sistema Ponzi, podemos entender lo que ha pasado en todos y cada uno de estos sistemas, (por ejemplo Afinsa, del que hoy tenemos datos, o el de Madof. Resulta que lo que eran unos activos valiosos y unas inversiones fabulosas, al final se descubre que no valían nada, de tal forma que los que en el momento de estallar tuviesen estos activos se encuentran de repente con la triste realidad de que no valen nada y lo pierden todo.
Pues defendiendo que estamos ante un sistema Ponzi, juro que no soy capaz de entender como no entiende que la capacidad de chantaje y extorsión de los mercados se basa precisamente en esto: ¡En que estamos en un esquema Ponzi!. En el que si se derrumba, tenemos que los activos a partir de ese momento no valen nada. ¿De quién son los activos?. Pues empecemos a calcular Fondos de Pensiones de Capitalización, Fondos de Inversión, Fondos de Sanidad, Fondos de Educación, Acciones,… y sabremos que el gran poder del sistema financiero estriba en que en el momento en que se derrumbe se derrumba todo esto y de repente los planes de pensiones y todos aquellos ahorros que se hayan invertido no valen absolutamente nada.
Este es el gran poder de la banca; Sí quiere asustar a un gobierno para que este apruebe lo que sea, ¡sólo necesita decirle la verdad!. Por esto todas y cada una de las medidas que están tomando todos los gobiernos y bancos centrales del mundo van destinadas directamente a que o bien entre dinero en los mercados financieros, (propuestas como las reformas de la seguridad social, o la del coeficiente de caja del 100%; que son destinadas a conseguir que entre dinero en los mercados, presionado por la necesidad de pensiones o por la no conveniencia de los depósitos, que si nos damos cuenta es lo que se está atacando); o por otro lado aquellas que tratan de inflar el valor de los activos financieros de todo tipo; (Cómo lo acaecido con los mercados de materias primas, o con la confusión entre la creación de valor y beneficios, que explica muchas reformas que se piden para todos los mercados.
En todo caso, en ningún caso seguir profundizando en un esquema Ponzi es una solución efectiva, y desde luego el “que quiebre”, cuando el problema es tan grave, no es una solución viable si no se acompaña de medidas de apoyo necesarios, (que pasan por generar inflación inmediatamente porque funciona como un reset, en lugar de generar deflación que empeora el problema); y tratar de buscar formas de sostener a los que van a ser perjudicados en el estallido; lo cual por cierto ya está inventado, y deberíamos recordar que toda una serie de medidas que conforman el estado del bienestar han sido la solución a una situación muy similar.
Profundizar en un esquema Ponzi sólo es añadir mayores problemas para el momento en el que todo estalle; y en todo caso deberíamos tener en cuenta que los problemas son financieros y aunque estén afectando a la economía real, el escenario del Apocalipsis es sólo algo que infunde miedo; pero el mundo puede sobrevivir a una caída de los mercados financieros.
Sólo hace falta ver la situación, analizar, echarle valor y buscar entre todos la forma de salir, en lugar de seguir apretándonos la soga al cuello.
En definitiva tenemos que cambiar totalmente la percepción y los dogmas que nos han traído hasta aquí, y es lo que no me ha gustado del discurso de este señor; Estoy de acuerdo en muchas verdades que son muy evidentes y que ya nadie niega, pero no toca ni los cambios de dogmas ni los motivos fundamentales, por lo que al final me reafirmo en lo de ayer; Tengo la impresión de que será como Merkel diciendo que iba a acabar con el poder de chantaje del sistema, (y ahora se dedica a extorsionar países), Sarkozy,(quejándose de que el BCE y el Sistema financiero estaban destrozando la economía, y ahora convertido), y el equipo Zapatero-Blanco, (que en realidad siempre estuvieron por la causa, pero que siguen diciendo hoy en día que ¡no se han hecho recortes!).
La esperanza por tanto, creo que no la voy a encontrar en esta persona, sino que la voy a encontrar en la sociedad y en la historia. Ya hemos superado situaciones similares, pero no se ha mantenido jamás un esquema Ponzi; aunque es cierto que cuanto más grande es, mayor es el poder de los patrocinadores del esquema, hasta que se derrumba.