Hoy nos hemos encontrado con el remate final a una semana gloriosa para las entidades de crédito. En el ámbito local nos encontramos con la aprobación, (y exagerado, porque se duplican las penalidades), de la medida ya anunciada para acabar con la competencia en los depósitos. Nos pongamos como nos pongamos, veo difícil encontrar algo más alejado del libre mercado que propugna aquí todo el mundo, pero en este caso no va a haber problema alguno porque aquí se van a quejar dos y sin hacer demasiado ruido.
Los argumentos del gobierno no dejan de ser un poco absurdos, ya que por un lado nos cuentan el cuento de que esto se hace para abaratar el crédito porque debe suponer “ALFREDO”; (el último cuento de marketing es que ahora vamos a escuchar su nombre repetido hasta la saciedad con el objetivo de conseguir la cercanía, rompiendo la distancia y el pasado de su apellido; a la par que conseguir personalizarlo como en las películas de psicópatas, sin tener en cuenta que en las películas de psicópatas se busca humanizar al rehén y no al psicópata); que se pagan intereses a doble digito porque los bancos se han visto obligados a pagar depósitos por el dinero nuevo que entró en los días alternos que tenían luna nueva de los meses impares por la oficina on line de la entidad de turno a un tipo que se acercó al 5.
En todo caso, lo que no nos acaba de aclarar Alfredo, y tampoco la Elenita; ni Marianico, ni el Jean Claude, (¡a este que lo deshumanice otro), ni MAFO, ni todos los liberales de tres al cuarto que no entienden que esto se trata de equilibrar mercados, el pequeño detalle de que si quieren rebajar el coste de los créditos, (y no les tiembla el pulso a la hora de fijar normas, como ha sido el caso), ¿Por qué no han limitado directamente los intereses de los préstamos?. (y digo por arriba, porque el día menos pensado se limitan por abajo en el sentido de que no podremos pagar menos de un 37% por la hipoteca). Lo digo porque si el problema era el coste de los créditos, lo que tocaba era precisamente esto. Es cierto esto de que “el banco tiene que cobrar de alguien el tipo de interés que las entidades ofrecen por los depósitos”, pero el problema es que no se habla para nada de lo que el banco cobra y si de lo que el banco paga, (y de la simple aritmética sale el resultado muy obvio).
Claro que siempre nos queda la superación y decir aquello de que “este decreto trata de paliar la ausencia de regulación de determinados productos bancarios que está detrás de la crisis financiera” (según la noticia de el economista); lo cual no dejaría de ser un mal chiste si no estuviésemos hablando de las actuaciones de un gobierno; porque lo curioso es que cuando hablamos de la “ausencia de regulación de determinados productos bancarios”, a lo mejor estamos hablando de los determinados productos bancarios que van a colocar ahora los bancos a los ahorradores para ofrecer a las personas que tengan cuatro duros ahorrados, y no precisamente a los depósitos. Por no hablar de que la ausencia de regulación se refería a la escasa protección de los consumidores de productos financieros, (bien sean de activo, de pasivo o simplemente de intermediación), tema que no se soluciona precisamente con una norma que trata de proteger a las entidades financieras de la tentación de competir para ofrecer más a sus clientes.
En este sentido de la regulación de los productos bancarios, tendremos que señalar que esta limitación y de esta forma, limitando única y salvajemente los pagos de intereses de los depósitos persiguen varios objetivos simultáneamente. Por un lado limitar los pagos de las entidades y por otro lado empujar el dinero hacía otros productos financieros, (tal y como puse en su día).
A este respecto, me gustaría aclarar que lo que se consigue limitando los depósitos y no los otros es ir en el sentido de caminar hacia un sistema que es equivalente al decoeficiente de caja del 100%, que a pesar de que se nos vende como un sistema que limita el crédito, la realidad es que limita el riesgo de las entidades, en el sentido de que asumen sólo los beneficios pero traspasan totalmente el riesgo a los clientes.
La gran ventaja es que tras esta norma, por un lado tendrán un boom todos estos productos que recurrentemente se venden como depósitos, (pero que en determinadas ocasiones la gente se entera tarde de que no lo son, y que las diferencias son relevantes) y por otro lado se consigue que entre dinero en los mercados financieros, con frecuencia con un control total y absoluto de las entidades financieras, como en el caso de los fondos de inversión. Por ejemplo, en este blog http://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/457054-zinkia-grupo-santander-como-llamamos-estouno de los capítulos de Zinkia, trataba de poner un nombre a la actuación del grupo Santander, sacando al MAB una empresa valorada artificialmente hasta el infinito con el objetivo único de reducir su exposición a una empresa que no podía pagarle sus créditos.
Pero esta noticia hemos tenido un par de ejemplos muy curiosos ambos, curiosamente del mismo protagonista que no es otro que el fondo soberano de Libia. Por un lado resulta que Goldman Sachs, (el mismo que no para de hacer plenos de días con beneficios con sus propios fondos), ha perdido el 98% de 1.500 millones de dólares que dicho fondo le había confiado en 2008, (y nos cuentan que hubo cierta tensión en Tripoli). Y también los Libios le confiaron 1.000 millones de dólares a Société, lo que le ha supuesto unas pérdidas del 71%; (aunque en Cotizalia nos cuenten esto como una oportunidad que se le ha dado a Gadafi que supuestamente aprovechó las perdidas de Société tras la supuesta historia de Kerviel).
El caso es que tenemos que tener claro que si a un fondo soberano, (se supone que algo sabrán los gestores), de un país gobernado por un dictador que no se anda, (o andaba, porque aún debe estar tratando de entender lo que ha pasado con la curiosa guerra que tiene ese país), con chiquitas, ¿Qué no harán con el común de los mortales?.
Sobre todo teniendo en cuenta que los gobiernos, a pesar de contarnos que están adoptando las regulaciones necesarias para evitar la crisis, en realidad lo que están haciendo es engañar y cambiando todas las normas para traspasar la crisis de los bancos hacia todo lo que no sean bancos; y por esto también en esta semana, en el ámbito europeo, tenemos todo un culebrón a cuenta del rescate de Grecia, (que ya nadie puede dudar que estamos ante un rescate de la banca, principalmente alemana, con sus chantajes y todo), en el que todo vale, incluso el engaño del que me hacía eco a cuenta de la propuesta de “pedir a los bancos que participen en el rescate”; que no es más que un insulto a la inteligencia y que debe ser completado con la noticia de que el Banco Central Europeo lo acepta, (¿Cómo no?).
Y en esto nuestro Banco de España, también parece empeñado en superarlo, de tal forma que ya no se descarta la protección de las pérdidas a los inversores que entren en las cajas, de tal forma que al final se vuelve a confirmar lo que puse en febrero cuando defendía que lo del rescate a las cajas no es otra cosa que un expolio al contribuyente, de tal forma que se entregan los activos de las cajas a los bancos con unos descuentos importantes, los pasivos nos los quedamos nosotros y aun por encima nos quedaremos en una situación en la que los bancos dejan de tener competidores. ¡vamos lo que viene a ser un pelotazo en toda regla a cuenta de unos cuantos como nosotros que seguiremos a la espera de un poco de cordura e intervención de nuestros representantes para que hagan lo que se supone han de hacer!.