Y aquí viene el primer problema, ¿qué es “Value” y qué es “Growth”?. El sentido común nos inidicaría que las acciones catalogadas como growth, como su nombre lo indica, son aquellas de las que se espera tengan un rápido crecimiento en sus ventas, y por consiguiente, en sus beneficios en el futuro. Estas expectativas de un alto crecimiento hacen que sus múltiplos de valoración, ya sean P/B (precio/valor en libros) o P/E (precio/beneficio por acción) sean altos.
Por otro lado están las compañías catalogadas como “Value”, se caracterizan por tener bajos múltiplos de valoración. Las definiciónes simplifican en exceso, pero en general es lo que se usa como norma.
El más famoso estudio sobre el tema es el realizado por los profesores Fama y French de 1992, “The Cross-Section of Expected Stock Returns.” En este estudio se encuentra que las compañías con un bajo nivel de capitalización (las small caps) y con múltiplos de valoración bajos tienden a obtener rendimientos superiores al promedio en el largo plazo. De hecho, estos profesores son directores de Dimensional Fund Advisors, quienes gestionan fondos que invierten bajo esta filosofía inspirada en los resultados de este estudio.
El paper de Fama y Frech me lo conozco de los pies a la cabeza, ya que mi tesis se basó en este paper, y la verdad es que es un coñazo de tragar, y mucho más de explicar. Pero hace pocos días leí un paper mucho más intuitivo que arroja los mismos resultados. Se trata del paper llamado “Clairvoyant Value and the Value Effect”.
En este estudio, lo que se hace es tomar el precio de una acción en un momento en el pasado, y comparar ese precio con los flujos de caja reales descontados a ese punto en el tiempo. Simple e intuitivo, si el valor de una compañía (y por ende de su acción) es el valor de los flujos de caja futuros descontados al día de hoy, el valor de una acción en el año 1960 debería haber reflejado los flujos de caja posteriores descontándolos a ese momento en el tiempo. La belleza de este método, es que hasta la prima por riesgo de mercado es conocida. Pues bien, los resultados, como era de esperarse, son consistentes con los encontrados por Fama y French en su momento. Los valores con crecimientos altos en el largo plazo eran correctamente identificados por el mercado pero se tiende a sobrepagar por ellos, mientras que aquellos que tienen bajos múltiplos de valoración/baja capitalización tendían a ser gangas con respecto a los flujos de caja que luego obtenían.
Por supuesto, no estoy diciéndole a nadie que tome 5 o 10 valores con bajos P/B o P/E y forme una cartera que con eso obtendrán rendimientos superiores al mercado. Esto sólo funciona con los grandes números (comprando fondos por ejemplo) y en el largo plazo, teniendo que soportar largos períodos de rendimientos inferiores a los del grupo de acciones tipo "growth".
Cuando se seleccionan un contado número de acciones, son factores mucho más intrínsecos a la compañía los que hay que tomar en cuenta (por supuesto, siendo su valoración un factor de suma importancia, si no el más importante).
Referencias:
- Fama, Eugene F., and Kenneth R. French. (1992). “The Cross-Section of Expected Stock
Returns.” The Journal of Finance, Vol. 47, No. 2 (June):427–465.
- Robert D. Anrnott, Feifei Li, and Katrina F. Sherred (2009). "Clairvoyant Value and the Value Effect". Journal of Portfolio Management vol. 35, no.3 (spring 2009):12-26