Hola Augur:
Llevas toda la razón en que el llamado “efecto mágico” del interés compuesto (ese que tanto le gusta subrayar a los departamentos comerciales de las gestoras) no sólo se produce al acumular rentabilidades positivas anuales sino que, también, se produce DE FORMA INVERSA (Y EN NUESTRA CONTRA) al acumularse los efectos sustractivos de las comisiones que nos cobran.
Por supuesto, este aspecto negativo del interés compuesto asociado al pago de comisiones NO nos lo cuentan las gestoras ni en el “jamás de los jamases.”…. Es, desgraciadamente, otra de las realidades que nos escamotean selectivamente porque en el tema de los costes hay un claro conflicto de intereses inevitable entre ellos y nosotros (en tanto clientes) por mucho que nos llamen “COIN-versores” y otras lindezas para intentar aparentar justamente lo contrario.
Ahora bien, tu ejemplo tiene un poco de truco. Y es que el efecto del interés compuesto, tanto a favor como en contra, se ve inflado por, al menos, dos factores que yo conozca:
1) El tiempo.- A mayor número de años ese efecto compuesto se va incrementando de forma exponencial (y no lineal)
2) El tamaño de las rentabilidades de las que estemos hablando.- Cuanto mayores sean esas rentabilidades anuales mayor es el efecto exponencial que se produce y, por ello, más significativos es el tamaño de los cambios que genera las diferencias en el coste de las comisiones entre clases limpias y sucias.
En tu caso, has puesto el ejemplo de un fondo de renta variable que ha estado teniendo en los últimos 9 años unas rentabilidades anuales muy elevadas (en torno al 20%) y, por tanto, las diferencias finales entre los resultados de una clase y otra, derivados de la diferencia de costes “comisioniles”, se acentúan especialmente. Esas diferencias no serían tan absolutamente extraordinarias si el fondo en cuestión tuviera rentabilidades más habituales (en torno al 10% anual o menores).
Y al revés,... No te digo ya las espectaculares diferencias que se obtendrían entre ambas clases si hubieras introducido en el cálculo un periodo de 20 años (en vez de 10) manteniendo los demás parámetros del fondo que pusiste como ejemplo iguales (esto es, si hubiera tenido la misma extraordinaria rentabilidad anual en un periodo de tanta longitud temporal).
En cualquier caso, el efecto existe, es significativo y es MUY IMPORTANTE que lo conozcamos.
De hecho, te felicito por haberlo sacado a la palestra tan oportunamente (yo lo tenía muy olvidado) y por utilizar un ejemplo que, aunque algo extremo, resulta por eso mismo precisamente muy pedagógico.
Saludos
Posdata:
@ajm82… Te sugiero que cuando realices la estimación, en vez de partir de los Gastos Corrientes (OGC) de ambas clases, partas de la rentabilidad real que han ofrecido las diferentes clases del fondo durante los últimos años. Esos datos de rentabilidad los puedes encontrar fácilmente en Morningstar.
Te lo digo, sobre todo, porque los Gastos Corrientes (OGC) no incluyen, por ejemplo y entre otras cosas, las potenciales comisiones de éxito que puedan existir y eso podría, en algún caso (aunque no es lo habitual), confundir los cálculos con algunos fondos. Te dejo también, por si te ayuda, un ejemplo de ese método de estimación que realicé para otro forero hace un tiempo a partir de datos de Morningstar:
No te molestes con Tarsicio 😉… aunque tiene un pronto algo brusco te aseguro que aporta mucho al hilo y siempre está dispuesto a ayudar…