Pues mira, a mi me suena bien el estribillo. De hecho creo que tras ocho años de culturilla neocon y liberal con un laisez faire de esos que marcarán historia, el gobierno anterior dejó sembrado de obras, cemento y ladrilleras un país necesitado de mano de obra, viniera de donde viniera.
Yo tengo clientes que montaron una escuela de construcción en Bulgaria porque aquí no podían conseguir mano de obra. Otros que tuvieron que subcontratar mano de obra portuguesa por lo mismo. Cerca de mi casa se construyó una residencia geriátrica y el maestro les decía (lo escuché una tarde mientras bajaba los trastos de mi coche) "tu verás lo que hago, pero si te doy de alta tendré que pagarle a la SS y eso te lo tendré que descontar del sobre..." al morito de turno. Tenemos inmigrantes ¡porque los necesitábamos!
Basta ya de indicar que con estos o con los otros. Creo sinceramente que estos que hay ahora no saben por dónde tirar pero estoy seguro de que los otros solo tirarían para su tercio, que es el del patrono. Y ahora los patronos puede ser que no tengan para el Lexus pero es que el obrero no tiene para pan.
No me pueden venir con historias de que los obreros han puesto el precio de la vivienda por las nubes. No me pueden venir con historias de que a los obreros les han sacudido los ahorros los de Maddof ni tampoco que a los obreros el tinglado de las hipotecas basura se les apareció como la Virgen.
Hubo un puñado de linces a quienes se les ocurrió la brillante idea de que podían elevar hasta el infinito el precio de un ladrillo porque como los intereses estaban baratos y se podía financiar más del 100% pues se le endosaba lo que fuera al precio que fuera a quien necesitara un techo para vivir.
Hubo quien reclamaba agua para urbanizar un erial espantoso porque ahí te contruía el nuevo eden para que aquellos que no podían pagar un piso en la urbe pudieran tener a precio de lujo un piso con piscina comunitaria contra el 80% de su renta anual.
Hubo quien hizo construir una estación del Ave en mitad de la nada para revalorizar sus tierras y conseguir un nuevo El Dorado pero sin tener que descubrir ni América ni la pólvora. Soluciones a medida para quienes tienen ambiciones sin medida.
Aquí, en Mallorca, hemos visto como las piezas del poder de la derecha encajaban perfectamente con una visión patrimonial del territorio, con una visión plástica de la Ley que se podía deformar hasta el esperpento y con una vocación especuladora y voraz que ha permitido todo tipo de enredos, prevaricaciones y chanchullos. Si alguien quiere montar un terrario para observar de cerca cómo engordan, se reproducen, devoran y canibalizan esos bichos que eche un vistazo a Mallorca. Ahora tenemos la cárcel y los juzgados rebosantes de escarabajos peloteros, sanguijuelas y buitres. Hasta tenemos lista de espera con los aforados y alguno que puso tierra de por medio.
Los de ahora no son sino herederos y administradores de una burbuja que llevábamos años oyendo que estaba por estallar. ¿Hicieron algo los de antes para evitar que la burbuja naciera y fuera adquiriendo dimensiones cósmicas? Estos de ahora no han sabido ponerle freno, pero ya me diréis cómo, quien, cómo y cuando se podría haber parado. ¿Habría comprendido la nación que un gobierno pusiera el palo en la rueda de algo que parecía ir viento en popa? ¿Se le habría consentido desde la sociedad, la oposición, la banca, que parara ese tren descontrolado? ¿Por qué mandar preventivamente al paro a la gente si todo iba bien?
No nos engañemos: existen intereses claros y directos que intentan aprovechar este momento para recortar los derechos de los trabajadores, las herramientas que tanto tiempo han costado lograr. El sacrificio quiere ser comercializado como necesario para recuperar el beneficio, suprimir el déficit y restablecer el poder que ahora se ha evaporado entre los dedos de los actores financieros.
El Estado es el emisor del dinero, no la banca. El Estado está pagando a la banca para que le preste SU dinero. ¿No véis el absurdo que subyace a todo ello? En los 60 el presidente Johnson tiró de la máquina de hacer dinero, suprimió de los billetes la expresión de que podían ser canjeados por oro y el dinero pasó a tener valor por sí mismo. El dinero se crea, si hace falta.
Las recetas del PP son recetas antiguas. El trabajador paga y el Estado protege al capital. ¿Es eso lo que ahora necesitamos?
Yo creo que el Estado debería ofrecer financiación Sí o Sí a las empresas. Financiación exclusivamente destinada a elementos productivos: el que se compre con el importe financiado un Cayenne o un BMW directamente a la trena. Y la banca, que espabile. No se trataría de competencia desleal por parte del gobierno sino de restablecer una necesidad que los bancos han desistido de solventar.
No soy paranoico pero ¿no estará la banca ayudando a cierto partido para que se agrave la crisis y si estos recuperan el poder aparecer como los grandes salvadores al restituir el nivel de crédito necesario? Aquí en Baleares ya hemos visto esa maniobra de acoso y derribo ejecutada por la patronal hotelera. No me extrañaría...