Allá por finales de febrero, comenté algunos de los futuros posts que tenía en proyecto. Pero la actualidad, el trabajo, y otras cosas hicieron que no todos acabasen saliendo. Como prometer es barato, su TAE tiende a 0 en una palabra, puedo prometer y prometo que si alguno estaba especialmente ilusionado con alguno de los olvidados, que no desfallezca, que acabaran saliendo, al igual que algunos de los que me propusisteis en los comentarios (y vamos, que no hay que esperar a un post de ese tipo para para hacerlo, en cualquier momento estoy abierto a sugerencias. Sobre posts, se entiende., ;).)
El caso es que ayer OAntonio me recordó, sin querer, que tenía pendiente el número 8, el que titulaba crÍpticamente sobre la fiscalidad y la crisis. Y entre nosotros, no deja de ser una absoluta charada, pero si no fuera por estos momentos esto sería demasiado serio. O sea que dejemos volar la imaginación. Y hagámoslo para resolver problemas.
Llegado este punto, recordaros a Nodos, el Blog de Mario. Un blog en el que se habla de creatividad, de metodos de gestión, de herramientas para resolver problemas (eso es un gestor empresarial, etc...). Ya se que llego tarde, y que el nombre de Nodos esta de p.m. Pero si algun día ha de cambiarlo, yo le llamaria el Blog del Sr. Lobo. A los que les guste Tarantino ya sabrán la causa.
Pues bien, debió ser en un estado de flipe en la lectura de dicho blog, mientras veía como algunos son inteligentes de verdad, y otros solo intentamos simularlo, que me surgió la inspiración. Y es que, dos de los principales problemas que teníamos en España podían ser paliados simultáneamente, poniéndolos en contacto. ¡Eureka! (no, no estaba en la bañera). Veamos a que problemas me refiero.
1. La Administración de Justicia, la Justicia o llámalo X/¿17?. Alrededor de la misma se generan múltiples problemas. No hay más que leer algunas de las entradas de este blog, o del de Tristan, para confirmar algo que todos sabemos. Es francamente mejorable (ojo, y también empeorable, pero eso no tiene mérito). Desde aquí me voy a conformar con suministrar un pequeño parche para una de las heridas que más duele.
Dice la maldición gitana aquello de tengas pleitos y los ganes. Y es que como todos sabemos, hay que tener razón, pero encima te la tienen que dar: sentencia declarativa. Pero amigos, ya sabréis que con eso no basta (salvo que, por la naturaleza del asunto dicha sentencia declarativa ya despliegue los efectos que deseamos). Generalmente, en buena parte de los asuntos civiles, laborales, etc, el tema va de dinero, el tema va de cobrar. Y no es extraño que cuando vamos a ejecutar la sentencia uno siente un tremendo vacío. Interior y en su bolsillo, ya que hay poco que rascar, poco donde agarrarse. El deudor se escabulle, oculta bienes, juega con nuestra paciencia, etc...
Ya se que lo normal es hacer un estudio prejudicial sobre la viabilidad de cobro en caso de éxito, y que en caso de ser negativo, no se suelen llegar a ejercer las acciones oportunas. Insisto en que va de dinero. También se que es posible recurrir a determinados métodos, en determinadas ocasiones, para asegurarnos del cobro en caso de éxito: anotaciones preventivas de embargo, de demanda, etc...pero ojo, que no son gratis ni fáciles.
Lo cierto es que una vez obtenemos el fallo a nuestro favor, el asunto esta lejos de amainar. Y uno tiene la sensación de que el sistema para cobrar es del XIX en pleno siglo XXI. Hay que andar, con perdón, como puta por rastrojo. Cabe embargar la nomina, por ejemplo, pero en una proporción ridícula (la legislación es excesivamente benévola) y esto ira generando unos ingresos periódicos Hasta que se de cuenta y cambie de curro. Cabe embargar las cuentas, pero eso solo se traduce en un embargo puntual de lo que haya en ese momento, por lo que tendremos que insistir una y otra vez, en distintos sitios, etc...
Pues eso: tengas pleitos y los ganes (más te vale tener capacidad financiera para aguantar el desfase temporal y la persecución de bienes del deudor).
2. El segundo problema es el que da título a este post. Algunos ya advertíamos que los paganinis del sector inmobiliario eran los que sostenian este Estado del Bienestar. Que en el momento en que dicho sector se gripase, esta Arcadia feliz se iba al pairo. Y que buena parte de los estaban día si y día también machacando al sector, llámandole de todo, eran los principales benefiaciariso del mismo. Por ejemplo, las Administraciones Publica, un, dos ,tres, responda otra vez.
Las Administraciones Publicas. Los ingresos de los Ayuntamientos estan intimamente ligados con el sector inmobiliario. Otro tanto, en una medida ligerisimamente menor, las CCAA. Y en última instancia La Administración Central, que, no nos engañemos, habrá de salir al rescate de todo este castillo de naipes, de todo superestructura política que algunos se han montado.
Los gastos se disparan, los ingresos se hunden, y la tendencia se acelera. Cuando hace poco hablar de superávit parecía lo más sencillo del mundo, hoy nos encontramos con que se apunten deficits del 8%. Para el que no lo sepa, esto se acerca al Infierno (toma nota, Benedicto). ¿Y que hacen nuestros Gobernantes?
Entre otras muchas cosas, ponen a sus Haciendas, especialmente a la AEAT, a trabajar. Y puede parecer un contrasentido, ya que los pobres están mano sobre mano aparentemente. La actividad ordinaria se hunde,y con ella sus ingresos fiscales, operaciones a supervisar. Pero es que precisamente por ello ahora tienen más tiempo para mirarlo todo. Todo. Y si tienen que pedir a los Bancos que informen de toda operación superior a 3000 euros, lo harán. Ahora tienen tiempo y ese dinero les vendrá de perlas, teniendo en cuenta que la nómina a los chocos de Hacienda hay que pagársela si o si. Esa es la primera de las patas, el super-re-mirarlo todo, todo y todo.
La segunda de las patas de su plan es reinterpretarlo todo. Hablo de avales, hablo de módulos, de valoraciones fiscales, de estar atento en los EREs...como seguramente nos pueda confoirmar AL, es en estos momentos donde se instituye el premio semanal al funcionario capaz de descubrir la interpretación legal más benevolente para el Fisco.
El asunto no es de risa. Como todos hemos comprobado, las Administraciones tributarias, son, con diferencia, y sin suponer ninguna casualidad, las mejor dotadas informaticamente. Y me atrevería a decir que humanamente también. Su capacidad de proceso y gestión es temible. Manejan información exquisita y la cruzan a toda pastilla.Y además cuentan con una gran baza a favor, y es que en buena medida pueden cobrarse de lo que la propia Administración nos debe (benditas retenciones, pagos a cuenta y mecanismo del IVA). Cuando estamos esperando que nos devuelvan esa liquidación de IVA, o de la Renta, o...ya sabemos que si le debemos algo a Hacienda nos va a aplicar eso tan bonito que se llama compensación. Pero ojo, que no tiene porque ser una deuda de la propia Administración tributaria de la que esperamos el dinero.
Hace ya tiempo que la AEAT, las Haciendas Forales o de las CCAA, han estblecido mecanismos de colaboración con Ayuntamientos o la Dirección General de Trafico. En una palabra, bien se trata de agilizar los embargos sobre las cantidades retenidas por Hacienda (la que sea), o bien, en la versión 2.0, se trata de subcontratar con Hacienda, a cambio de un módico %, todo el cobro en vía ejecutiva. Casi nada. Y es que no da el mismo cangue que te llegue un requerimiento del Ayuntamiento de Villaariba que de los chicos de la Agencia. Y parece que el asunto va a más.
Y entonces vino lo de eureka. Me froté la nariz como Viki el Vikingo y se hizo la luz. ¿Por qué no expandir este sistema a los particulares y empresas? Me explico. La idea es que Hacienda, previa constatación mediante la resolución judicial de que la deuda es exigible, se encargue de cobrarla por nosotros,. Y a cambio de ello, evidentemente, se cobre su dinerito (el 8 o el 10% del artículo me parece poco, pongámosle un 25%). Es más, incluso, si sus analisis lo valoran como viable, podría comprar el crédito al ejecutante por un X%, si a este le apura el tiempo. Y en dicho cobro ejecutivo, Hacienda debería usar toda la informacióin y recursos de los que dispone. Estoy seguro que el porcentaje de éxito es infinitamente mayor que el actual y que más de uno dejaría de jugar al alzamiento de bienes.
Resumiendo, creo que sería jugada de dos puntos y tiro libre adicional, jugada de tres:
1. Los particulares con una resolución judicial favorable incrementan sus posibilidades de cobro, se echan un aliado impresionante. Su situación financiera, probablemente será mejor.
2. Se aprovechan los medios del Estado y se generan ingresos adicionales en tiempos de crisis, que pueden ser cuantiosos.
3. Todo ello se hace en beneficio del sistema, visto como un todo. El Estado da un servicio más completo en el ámbito de la Justicia. Esto si que es social y no los 400 euros. Esto si que crea adhesión a un Estado y no la selección de futbol.