Pero no hay que confiarse, que el español también puede evolucionar y desarrollar la hipotecreatividad. Donde antes las hipotecas nos parecían siempre iguales, con contenidos calcados unos de otros, con una capacidad de sorpresa nula dado su carácter de formulario generalizado, van surgiendo como las flores en primavera, curiosos apuntes de originalidad.
En el argot de los analistas económicos del Derecho se recurre al apelativo de limones” (“lemons”), para referirse a un supuesto fallo de mercado –desviación del paradigma de competencia perfecta- que aflora en las “relaciones de agencia” (“agency”) cuando, por asimetría informativa, una de las partes, por falta de información, no está en condiciones de cerciorarse de las cualidades intrínsecas de un bien negociado (“hidden characteristics”). También se aplica a ciertos servicios cuando los demandantes no son capaces o no tienen incentivos para diferenciar los que son “buenos” de los “malos”.
La resolución supone el dar por vencido el préstamo, pudiendo exigir la totalidad del préstamo inmediatamente, Como con cierta sorna señalan en ARBO, a la pena del fallecimiento del suegro, se le une la de la reclamación del 100% de la deuda. Insisto en que no lo había visto nunca, pero pensando pensando, y sabiendo que voy a ser tachado de insensible, me parece que tiene su lógica interna.
Esta claro que, de no mediar dicho aval, jamás le hubiesen concedido el préstamo al yerno avalado. Se produce un cambio de circunstancias claras. Sumémosle a eso la merienda de negros que se genera con la muerte del fiador y las derivadas jurídicas de su afianzamiento. Me parece de lo más razonable que la entidad diga hasta aquí hemos llegado y o me aclaras el tema de las garantías o nos ponemos a hablar de otra cosa. Suena duro, pero lo veo tal que así. De no admitir dicha posibilidad me temo que el compungido yerno no llegará a ver resuelta su hipoteca por la simple razón de que no la hubiese formalizado, y de paso, se intenta evitar el embrollo jurídico de encontrarse los herederos, con el paso del tiempo, como obligados por un aval del que seguramente nada sabían. Mejor aclararlo todo cuanto antes.