Nunca llueve a gusto de todos, es cierto. Y en medio del aguacero que está cayendo, los hay muy damnificados y también otros claramente beneficiados. Hay productos que han muerto sin llegar a nacer del todo (la hipoteca inversa, hipoteca pensión, o como le queráis llamar) y por otro están los que han recibido un fuerte espaldarazo, aquellos que por ejemplo parecen haber resucitado. Ahí tenemos a las Casas de Empeños, a los Montes de Piedad, etc....
Hace años se desato el furor de las tiendas de segunda mano, que vienen a ser una variante de los establecimientos antes citados. Un buen ejemplo es Cash Converters (nombre fantástico) Convierte en pasta esa basura que apilas en casa (Ebay también apostaba por dicha linea de negocio). Hay que hacer dinero con los desechos del consumo para seguir consumiendo. Sin embargo, tengo la sensación de que una vez pasada la novedad en España, el asunto fue cayendo. Hasta estos momentos en los que me temo que, tanto por el lado de los que necesitan cash como por el lado de los que necesitan reducir costes en sus compras, vuelven a estar en el disparadero.
Sin embargo, lo más llamativo es el revival de las Casas de Empeño. En esencia, para los que no las conozcan, se trata de establecimientos donde vendes un bien, generalmente una joya. Durante un tiempo tienes derecho a recuperarlo por una cantidad superior, pasado el cual el establecimiento se la queda y le da salida vía venta. En el fondo es una financiación con garantía real (aunque en España se viste de otro modo para evitar problemas jurídicos), y, aunque hasta hace años esto estaba un tanto escondido, tenía una imagen un poco lumpen, la crisis, el fuerte interés por los metales preciosos, etc...parecen estar dándole una segunda juventud.
Así, hay quien se apunta a este tipo de negocio a través de internet. Ahí tenemos a Borro, donde dicha operación se articula a través de un Préstamo, tal y como nos cuentan en Springwise(supongo que en UK no hay problema con el pacto comisorio). Se trata de un préstamo entre el 6 y el 4% mensual por el 40% del valor estimado por Borro, con un plazo inicial de devolución de 6 meses.
Según sus fundadores se trata de abaratar la financiación no bancaria y de alejarla de ciertas sombras que la rodean, haciéndola más transparente. No se, no lo tengo tan claro. Por lo pronto me parece que se pierde algo que el cliente típico de este tipo de establecimientos demanda. Y es inmediatez, simultaneidad en el cambio objeto/dinero, ese toma y daca. Me parece que es consustancial con este tipo de negocios, aunque puedo estar equivocado.
Pero la actualización de este tipo de negocio no consiste únicamente en recurrir a Internet. Hay quien esta atacado un público muy alejado del que inicialmente dio vida a las casa de empeños. Hablo de empresas parafinancieras especializadas en prestar dinero poniendo como garantia obras de Arte, tal y como nos cuentan en El País. Bien para mantener el ritmo de sus vidas, bien para financiar nuevas adquisiciones, empresas como Art Finance Partners o Art Capital conceden préstamos tomando como garantía cuadros, esculturas. Me parece algo sumamente arriesgado, pero también muy rentable. La especialización ha de ser máxima, así como el control de dichas obras, lo que dificulta la competencia bancaria. Un mundo apasionante.
Por otro lado, no podemos olvidar de la versión social de las Casas de Empeños. Me refiero a los Montes de Piedad o Montepíos, que constituyen el origen histórico de nuestras Cajas de Ahorro. A pesar de que en ocasiones estas los han dejado inactivos en ocasiones, otras los siguen manteniendo. En esencia el funcionamiento es parecido al de una Casa de Empeños, aunque aquí se formaliza claramente a través de un préstamo, dejando en prenda o garantía pignoraticia la alhaja, el reloj, etc...Como todo préstamo genera unos intereses que he de pagar para recuperar el bien, junto con la devolución del principal. De no hacerlo se subasta públicamente. En Consumer hay un artículo bastante interesante sobre dichas entidades, como también en El País.
Creo conveniente destacar como las Cajas de Ahorros nacen ligadas a los préstamos con garantía real, inicialmente pignoraticios, para acabar desembocando en la financiación, también con garantía real, hipotecaria, de la adquisición de los inmuebles cuando esas clases populares a alas que no atendían los Bancos acaban convirtiéndose en clases medías que demandan viviendas. Digamos que, y a pesar de las múltiples criticas, algunas de ellas con fundamento, que reciben, se ha de reconocer sus aportaciones positivas al mundo financiero español. Y no esta de más el acordarse de que ahora que se hala tanto de RSC, de Banca Ética y demás, el principal agente privado en España que impulsa el Tercer Sector son las Obras Sociales de las Cajas de Ahorro.