Tradicionalmente este era un sistema muy vinculado a las clases sociales menos pudientes, aunque puntualmente algún vip caído en desgracia empeñase las joyas de la abuela. Sin embargo, ya vimos como el perfil de este tipo de establecimientos estaba cambiando. Surgían iniciativas online, o empresas especializadas en este tipo de operaciones en el mundo del arte. Estas últimas, ya nos señalaban que la marea estaba llegando muy arriba, pues el alicatador del cuarto no suele tener un Pollock colgado en el trastero.
Es por ello que no me ha extrañado leer en Embelezzia el siguiente post: Yossi Dina, el prestamista de las estrellas de Beverly Hills. El Sr. Dina es el propietario de Dina Collection, una casa de empeños en Beverly Hills, especializada en una clientela muy especial: artistas, estrellas del mundo cine, ejecutivos de alto nivel, etc. Allí se acumulan sus Rolex, sus vehículos de alta gama, incluso alguno intenta colocar el Oscar (prohibido por la Academia, aunque no veo como puede evitar que se lo embarguen en caso deudas).
Al margen de la crisis, que es de lo más democrática, y afecta en buena medida a aquellos que son incapaces de reducir sus costes fijos vitales, creo que hay un factor que explica la buena marcha del negocio del Sr. Dina:la especialización en un tipo de clientes.
Esa especialización implica capacidad financiera para atender ese tipo de clientes, discreción, y por supuesto un correcto análisis sobre la viabilidad de las operaciones. Y es que, en general, este tipo de empresas lo que hacen son préstamos. No buscan quedarse con los bienes, que son solo una garantía. Su finalidad es calibrar la posibilidad de recobro de dichas operaciones, bien a través de la devolución de la suma adeudad, bien indirectamente a través de la venta de la garantía. En todo caso, creo que ha de preferir la primera de las opciones, ya que eso le supone un negocio recurrente (lamentablemente, el que prueba suele repetir).