Lunes. Día duro, hay que vencer la ley de la inercia. Si, esa que dice que todo cuerpo en reposo tiene de a permanecer en el mismo. Pues para salir de la inercia un post ligerito, de esos que apenas le cuesta escribir a uno y que se consumen como las pipas, sin darse cuenta. Dejamos los temas más complejos, que tengo bastantes, para mitad de semana, cuando ya hayamos entrado en calor bloggero.
Leo en ebanking.cl que U.S. Bank acaba de lanzar un nuevo modelo de tarjeta de crédito. La ventaja competitiva de ésta, su factor diferencial no estriba en los intereses. Tampoco en las comisiones. Olvidaos de los puntos. No, esta es una tarjeta de agente secreto, una tarjeta que se autodestruye. En palabras de Chiquito, ¿comorrrrrr?
Se trata de tarjetas biodegradables, fabricadas en BioPVC. Según comenta la mente pensante del asunto, el 99% de la tarjeta acaba biodegradándose en un periodo entre 9 meses y 5 años en contacto con cualquier sustancia con microorganismos. Forma parte de una apuesta del Banco por lo verde dentro del sector financiero.
A mi la tarjeta harakiri me sugiere las siguientes preguntas:
1. Ese 1% que no se degrada, ¿es la esencia de la tarjeta? A ver si las tarjetas van a tener alma. Coixet puede hacer una gran película sobre el tema (o un anuncio de compresas, que lo mismo da).
2. Me temo que el proceso de destrucción será a muy verde, pero a alguno le hubiese venido mejor que fuese más rápido. Vamos, en unas horas, antes de haber procedido a tocar un sólo dolar del crédito. Evitaríamos así que el acabase degradado fuese el beneficiario (curioso nombre ) de la tarjeta (Nota del Bloggero: soy un fiel defensor de las tarjetas, pero creo que son poderosas armas de destrucción individual, así que con cuidado y buena letra. Tengo post pendiente al respecto).
3. En su día hablaba de como los Bancos se habían vuelto entes virtuales en gran medida, como todo se sublimaba (ya sabéis, pasar del sólido al gaseoso). Pero veo que esto le pasa hasta a los propios tarjetas. No somos nadie.
PD: Perdón por el tono del post, pero prefiero arrancar con una nota de humor la semana.
PD2: También me he reído mucho hoy con el tema de las pensiones. Cuando os hablaba de la hormiga y de la necesidad de ahorrar para nuestras pensiones, muchos pensaban que donde iba a estar mejor garantizado su dinero que en manos públicas, que ningún Gobierno se atrevería a tocarlo. Mi respuesta es que ya lo habían hecho y no les temblaría el pulso para volver a hacerlo.