Las consecuencias de una posible independencia de Cataluña se auguran nefastas tanto para España como para Cataluña. Para empezar, las consecuencias legales para Cataluña serían que estaría fuera de los tratados internacionales firmados por España, lo cual por supuesto, incluye todos los tratados europeos.
Luego a nivel económico, las consecuencias serían varias, pero las más destacadas para ambas países serían la repercusión que tendría en el comercio, ya que estaríamos en una situación en la que Cataluña, fuera de la UE podría volver a tener aranceles a sus exportaciones. En este caso, la salida de capitales y de empresas de Cataluña sería notable (como ya han dicho varias empresas que harían en ese caso), por lo que el empleo bajaría, reduciendo así la recaudación impositiva tanto por IS, IVA e IRPF, los tres principales impuestos para un Estado. Esto dejaría en una situación muy delicada las arcas públicas de un nuevo Estado que ya de por si tiene cerca de 60.000 millones de deuda y que tendría que asumir competencias nuevas como crear un ejército, lo cual no es lo idóneo para crear un nuevo estado, ya que en estas circunstancias sería realmente difícil que el mercado les financiara. Luego a nivel social, cabe la duda de si habría un éxodo de aquellos catalanes que también se sientan españoles que no quieran vivir en una Cataluña independiente, lo cual reduciría la población y la recaudación impositiva.
Por último en los mercados, las consecuencias en la renta variable serían notables, el mercado castigaría con fuerza a las empresas que tengan mayor presencia en Cataluña (como Caixabank y Sabadell, entidades que para no quedarse fuera del sistema europeo de liquidez deberían cambiar su sede a otra parte de España), pero en general habría caídas generalizadas por la incertidumbre económica y jurídica. Respecto a la renta fija, el interés del bono español subiría considerablemente (ya que habríamos perdido una comunidad que aporta entre el 15-20% del pib) y los bonos de un nuevo estado catalán difícilmente tendrían salida en el mercado, ya que con una alta probabilidad tendrían las curvas invertidas.
En conclusión, es un escenario en el que nadie gana y todos perdemos.
Alejandro Carrasco Guio, Consultor Financiero en Conecta Capital