aquí todo el mundo implicado conoce perfectamente la situación general y particular con este tema de las mutualidades, aunque los que mandan oculten la dimensión exacta: polítiques, sindicates, jubilades.El agujero fiscal que tiene el Estado es enorme. Hoy justifican un aumento en la deuda pública que van a emitir en 2025 con que hay que reconstruir las localidades de Valencia destrozadas, así nadie dice ni mu. En este caso, habría que usar Turia en lugar de Pisuega en la famosa frase...El coste de las pensiones ha subido un 8% interanual según los datos de noviembre; ya sabemos que cada vez entra en edad de jubilación más gente (y hasta que entren los de 1965 no se alcanzará la meseta de los años del baby boom, que duró hasta 1975), que la gente vive más y que la pensión de los que entran nuevos es más alta. A las pensiones les están metiendo mano vía congelación del IRPF, todos los pensionistas con retenciones vuelven este año a perder poder adquisitivo, con esta medida se han ahorrado 3-4.000 millones de euros en los últimos años. Y luego está el tema del umbral de 8.000 euros netos para las deducciones por discapacidad, que afectado a todas las pensiones no exentas de IRPF, otros 100 de millones. Y la reducción del complemento de maternidad para las mujeres con varios hijos...Curiosamente, los sindicatos pesebreros no protestan por estas canalladas, solo presumen cuando en bruto Seguridad Social sube el IPC y ocultan este mecanismo de recorte.El que tiene un piso alquilado para complementar la pensión, también tiene cada vez menos ingresos netos, porque las subidas llevan desde la pandemia topadas y los gastos se han disparado (seguros, gastos de limpieza, conserjería,jardinería, por la subida del salario mínimo, materiales si tienes que hacer cualquier reparación). Mi padre tiene un piso así y cada año le queda menos dinero neto.Así que mi consejo a cualquier pensionista es siempre el mismo: está muy bien que cada uno quiera conservar sus derechos, pero cada vez vas a tener menos poder adquisitivo; si no andas con un buen colchón de ingresos sobre tus gastos, prepárate para vivir cada vez peor, porque la tarta de las pensiones no crece al ritmo de los que tienen que comer de ella.